Yo, Frankenstein
Nos encontramos ante otra de esas películas producidas en cadena (y ya van…) en el mal entendido mundo del cine entendido como industria, y no me entendáis mal, el resultado final si le importa a alguien, a los que deben rentabilizarla, el resto de productores, estudios, la miran como si fuesen encargados de una fábrica, de hecho la sensibilidad requerida para ambos puestos es la misma. Con la fiebre de las adaptaciones de cómics al cine, era cuestión de tiempo que alguien le pusiera las manos encima a Yo, Frankenstein, de la editorial americana Dark Storm, que cuenta como el mencionado monstruo se inmiscuye en una ancestral guerra entre demonios y gárgolas. Sí, habéis leído bien, los ángeles son sustituidos por unas gárgolas carentes de cualquier clase de carisma.
Esta desafortunada adaptación, que pese a tener en su reparto nombres como Aaron Eckhart o Bill Nighy, no posee ni un ápice de calidad interpretativa, y estos parece que solo pasaron por el rodaje para cobrar su cheque y volver rápidamente a casa, no muestran ni generan el más mínimo interés, parece estar hecho en una tarde ya que el diseño de producción es tan poco veraz y está tan enfocado a parecer moderno, que acaba pareciendo una película de serie B donde el director, hubiera recomendado a su reparto llevarse de su propia casa el vestuario para rodar, aunque respetando, eso sí, una determinada paleta de colores. Lamentable.
La película no posee siquiera una caracterización en condiciones del monstruo, para no afectar a la belleza de nuestro protagonista, por lo tanto Frankenstein queda reflejado como un hombre apuesto y sexy con un peinado moderno y fashion, y algunas cicatrices cuidadosamente diseminadas por su trabajado y musculoso cuerpo a fin de, como hemos dicho, afectar lo menos posible al aspecto de nuestro protagonista, que entre estos elementos y la carencia absoluta de sentido del humor o ironía que infecta además todo el filme, acaba pareciéndose, en el mal sentido, al cadáver de la novela.
A decir verdad, la cinta no es aburrida, pero también es cierto que durando solo 93 minutos es fácil rellenar todas las escenas con explosiones o muertes carentes de sentimientos para ‘deslumbrar’ al espectador, en el apartado de los efectos especiales, es complicado adivinar dónde han ido a parar los 65 millones de dólares de presupuesto con los que contaban, presentando estos un aspecto bastante cutre y chapucero, desde el diseño original hasta su acabado de videojuego de recreativo de los 90.
Otro bodrio mas que tiene el honor de ocupar nuestras salas, y recordemos que maravillas como Equilibrium (Kurt Wimmer, 2002) o La Cabaña en el bosque (The cabin in the Woods, Drew Goddard, 2011) no lo hicieron. Misterios del cine, supongo.
Calificación: 3/10
Título original: I, Frankenstein
Año: 2014
Duración: 93 min.
País: Estados Unidos
Director: Stuart Beattie
Guion: Kevin Grevioux (Novela gráfica: Kevin Grevioux)
Música: Reinhold Heil, Johnny Klimek
Fotografía: Ross Emery
Reparto: Aaron Eckhart, Bill Nighy, Yvonne Strahovski, Jai Courtney, Miranda Otto, Kevin Grevioux, Steve Mouzakis, Aden Young, Deniz Akdeniz, Virginie Le Brun
Productora: Lionsgate / Hopscotch Features / Lakeshore Entertainment