Vampire Academy

VAMPIRE ACADEMY

En determinadas ocasiones, y de forma medianamente habitual, te encuentras con pequeñas joyitas que calan en tu ser hasta lo más profundo y que propician la existencia de ciertos dolores agudos, principalmente en la zona noble del bajo vientre, debido a la calidad negativa que rezuman. Dicha obras hacen que te cuestiones todo, que dudes de las intenciones del ser humano y que llegues a pensar que, más que crear, algunos se dedican únicamente a copiar y a joder a base de bien el mundo del séptimo arte, con creaciones horribles y ruinosas, con truños estéticamente desastrosos e infumables.

La originalidad en el cine se agota, como el crédito de algunos políticos, como la droga en Scarface. Las ideas novedosas se están yendo al garete, en detrimento de ideas más repetidas que el careto de Obey en las calles de NY. Lo que la está petando en los últimos tiempos son las adaptaciones, ya sea de cómics o de obras literarias, y más en concreto, de novelas enfocadas a adolescentes. El plan consiste en coger un libro cualquiera (que sea atractivo para la muchachada), meterle duro a la estética juvenil en plan Crepúsculo (David Slade, 2010) / Divergente (Neil Burger, 2014) / Memorias de un zombie adolescente (Jonathan Levine, 2013), copiar sus personajes y adaptar la historia. Elimina todo rastro de originalidad e imita lo que ya hicieron otros, así se llama el negocio, ese es el rollo. En esencia eso es lo que ofrece lo nuevo de Mark Waters, Vampire Academy.

Basura repetida y enlatada, cut & paste. Si en su día te tragaste toda la saga de Crepúsculo, nada de lo que veas en la nueva cinta de Waters te va a sorprender. Aquí se vuelve a mostrar la lucha entre distintos clanes vampiros en la búsqueda de la total hegemonía de su raza; lo único que cambia es el nombre del clan principal (los Cullen ahora se llaman Moroi), el de sus aliados (los hombres lobos ahora son también pseudovampiros y se llaman Dhampir), y el de sus enemigos potenciales (Vulturis por Strigoi ahora), siendo en el resto de aspectos un producto casi calcado a la obra de Stephanie Meyer con un perfil algo más infantil si cabe. Más Harry Potter.

Si por algo se caracteriza Vampire Academy es por su poca profundidad y por el cúmulo de errores en la realización, que hacen que más que una película, parezca una lección de cómo no hacer cine, una muestra más de que tener cámara no te hacer ser realizador, de que por tener algo de pasta y el amparo de la industria no te hace ser mejor profesional. Tampoco es que me sorprenda demasiado. Estaríamos totalmente locos si pensáramos que después de haber parido delicatessens del estilo de Los pingüinos del Sr. Proper (2011), posiblemente el peor papel de Jim Carrey, el bueno de Mark fuera capaz de darnos una obra de quilates, una joya atemporal. No se le pueden pedir peras al olmo.

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Si bien existen peores adaptaciones, como la versión de Star Wars turca o los largometrajes en carne y hueso de Dragon Ball (magia pura), jamás he visto una película tan incompleta y tan mal perfilada sin estar catalogada de serie B o Z. Ni trama, ni actores, ni hostias: aquí nada funciona. Tanto la complejidad en la historia como la forma de confeccionar a los personajes es tan obvia y estéril, tan desdibujada e irreal, que hace que te sientas mal, que te sientas abrumado ante tanto fallo y tanta memez artificial. El guion posee más fugas que un queso gruyer, dando saltos totalmente injustificados y mostrando una precipitación notoria, sobre todo en el inicio y en el final de la cinta, consiguiendo que en muchos momentos te llegues a perder ante tanta desconexión entre las distintas situaciones acontecidas durante el metraje y ante tanto montante de información. La interpretación de la totalidad del elenco pivota entre la exageración y la broma durante la hora y media que dura el film, causado en parte por las situaciones tan surrealistas que ofrece la cinta y por su falta de naturalidad en escena, destacando la antiactuación del ya casi acabado Gabriel Byrne.

Todo aquí es ramplón y horrible. La cinta no sorprende, pero es que ni tan siquiera lo intenta. A base de repetir y repetir estructuras (amoríos-peleas-amoríos…) logra castigar al espectador cual tortura china. Vampire Academy es lo peor que he visto en mucho tiempo. Si lo que buscas es acción, magia y sentimientos, sigue con Harry Potter o vuelve con Ella y Edward. Es preferible lo malo conocido que lo bueno por conocer. Si puedes comer bistec, para que comer hamburguesas. En fin, que aprovechen colegas.

Calificación: 1/10

 
 

Vampire_Academy_posterTítulo original: Vampire Academy: Blood Sisters

Año: 2014

Duración:104 min.

País: Estados Unidos

Director: Mark S. Waters (AKA Mark Waters)

Guión: Daniel Waters (Novela: Richelle Mead)

Música: Rolfe Kent

Fotografía: Tony Pierce-Roberts

Reparto: Zoey Deutch, Lucy Fry, Danila Kozlovsky, Gabriel Byrne, Dominic Sherwood, Olga Kurylenko, Sarah Hyland, Cameron Monaghan, Sami Gayle, Ashley Charles, Claire Foy, Joely Richardson, Dominique Tipper, Edward Holcroft, Bronté Norman-Terrell

Productora: Angry Films / Kintop Pictures / Preger Entertainment

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