Tracers
Tracers es la típica película que según avanzas en su visionado te vas percatando de donde sale cada parte. Es decir, se van cogiendo escenas de varias (muchas) películas y, al mezclarlas, obtienes un subproducto que lo empujas hacia la distribuidora sin siquiera eliminar los fallos de estas escenas. Daniel Benmayor intenta abrirse paso hacia el cine norteamericano al estilo Jaume Collet-Serra, sin embargo no se ha enterado aún que para llegar a ese nivel primero se requiere de cierta personalidad y, posteriormente, no copiar. No copiar textualmente claro, porque es de cajón que muchísimas películas poseen influencias de muchas, pero no se extraen escenas íntegras y se van montando de forma algo disimulada. Pacific Blue, famosa serie de policías en bici por la playa de Santa Mónica, con ese riesgo y estilo consiguiendo llegar hacia el objetivo de manera similar que hacía Chuck Norris en Walker Texas Ranger, sin despeinarse ni un segundo. De esta serie se conserva la destreza en el vehículo de dos ruedas que utiliza el protagonista, pero no es la única, pues también se percatan trazas de Sin Frenos (Premium Rush, 2012), ese mediocre thriller que no salva ni un Gordon-Levitt prometedor. Para no parecer que todo está relacionado con ciclistas (pues solo lo es el principio), Benmayor vio Yamakasi (2001) y le hizo tilín el parkour, por tanto se lo adjudica al protagonista, así pues la mitad de la obra es él dando saltos para un lado o para otro, y posee la misma disciplina tanto si su objetivo es llegar a una chica como a escapar de una mafia que quiere matarle. ¿Esto es todo? No todo, solo lo relacionado con el deporte. Con el amor hay referencias crepusculianas, probablemente influenciadas por que el actor protagonista es uno de los personajes de la famosa saga vampírica.
Cam (Taylor Lutner) es un mensajero que reparte los paquetes con su bici y que, debido a una serie de problemas, se ve perseguido por la mafia la cual le reclama unos asuntos bastante turbios. Un día conoce a Nikki (Marie Avgeropoulos), una chica con un nivel de parkour altísimo, y decide aprender esta disciplina para incorporarse al grupo, el cual tampoco posee unos objetivos muy limpios. Este trabajo posee un guion muy complicado, no en cuanto a complejidad argumental, mas bien relacionado con que no se termina de entender. Es el típico que te enseñan en la escuela de cine para buscar los fallos, porque los hay, y el principal se esconde en el nivel de los giros. Cuando se descubren problemas de desarrollo se introduce un giro, da igual para qué y porque, simplemente ahí está, y eso es engañar al espectador. La explicación es muy sencilla, los guionistas no saben cómo crear intriga y entretenimiento y se creen que plagando de giros tan inútiles como sorprendentes conseguirán atraer al espectador y engancharlo a su butaca, pero no es así. Más vale un buen desarrollo y ningún giro, que cinco giros estúpidos y un desarrollo horrendo. Los actores tampoco es que ayuden a creerte algo, cada cual es peor, empezando por un Lutner desdibujado que cambia su faceta de lobo por un mono feriante saltarín.
El proceso de adaptación de Cam al grupo de parkour es inexistente, y no hablemos ya del aprendizaje del parkour. En una semana aprende lo que ha costado años a otros, pero es así, él es especial. Luego es llegar al grupo y convertirse en líder, de un día para otro, un macho beta que se cree Brad Pitt pero que no llega ni a José Luis Torrente, por mucho que la chica protagonista acuda a él para acostarse en menos que canta un gallo. Que luego resulta que su novio es otro del clan, del clan de saltimbanquis, y como no… el malo. El malo sobre el que recaen cuatro giros, a cual más sonrojante, y con una actuación robótica. Un nido de despropósitos dirigidos por un guion más fácil que un escalador subiendo en ascensor. Pocas cosas positivas se pueden extraer más allá de que el mismo actor ha realizado las escenas de parkour, con solamente un doble para la escena de más riesgo, lo cual es habitual viendo de cuál se trata. Un mal trabajo que dudo abra las puertas a Daniel más allá de las de su casa.
Calificación: 3/10
Título original: Tracers
Año: 2015
Duración: 88 min.
País: Estados Unidos
Director: Daniel Benmayor
Guión: Leslie Bohem, Matt Johnson, Kevin Lund, T.J. Scott
Música: Lucas Vidal
Fotografía: Nelson Cragg
Reparto: Taylor Lautner, Marie Avgeropoulos, Adam Rayner, Rafi Gavron, Sam Medina,Teale Kate, Scott Johnsen, Doua Moua, Amirah Vann, Josh Yadon
Productora: Freerunning / Melbarken / Temple Hill Entertainment