Torrente 5: Operación Eurovegas
El cine español ha ido mejorando con el paso del tiempo a ritmos forzados. La calidad en las cintas ha mostrado un evolución más que positiva en el último lustro, potenciando no tan sólo el cine de autor más independiente, sino también las películas más comerciales; películas más digeribles para el populacho, valorándose cada vez más el producto nacional desde dentro. Y menos mal.
La gente no es gilipollas. Ni tonta. Sigue prefiriendo el cine americano, pero cada vez menos. Ahora hay donde elegir, y eso se nota en la recaudación en taquilla, fruto de la inversión que se está realizando en la industria cinematográfica española. Desde que se metieron las televisiones privadas en este mundillo, el ritmo de producciones anuales se ha incrementado y, por lo menos, a base de capital privado se está incentivando que el cine español pueda seguir tirando.
Y es que aquí en España hay directores brutales, con ideas espectaculares. Desde Alberto Rodríguez (La isla mínima, 2014) hasta Daniel Monzón (El niño, 2014), pasando por J.A.Bayona (Lo imposible, 2012), Daniel Sánchez Arévalo (La gran familia española, 2013) o Rodrigo Cortés (Buried, 2010); gente con creatividad suficiente para darle la vuelta a la tortilla y conseguir mejorar lo que otros hicieron en el pasado, haciendo que lo que se hace aquí dentro sea, no sólo atractivo para nosotros, sino también para la gente de fuera.
Se están manteniendo las raíces, y además se están enriqueciendo, consolidando. Aparecen nuevos trabajos rompedores, de directores menos reconocidos (aunque no por ello más inexpertos); pero los de siempre siguen estando ahí. Siguen estando en boca de todos. En la memoria colectiva de toda la peña. Personas que en épocas en las que el cine español estaba del todo estancado, rompieron moldes con producciones novedosas y frescas; aportaciones gracias a las cuales la industria española está donde está en estos momentos, en un período de esplendor creativo.
Uno de esos precursores, de esos dinosaurios sin los cuales el cine español sería totalmente distinto es Santiago Segura. Ha vuelto. Después de 3 años en la sombra, tirando de gagnam style y de cameos varios en programas de la tele, el amiguete por excelencia vuelve al mundo del cine de nuevo con su personaje fetiche en una de sus mayores aventuras hasta la fecha. Vuelve el brazo tonto de la ley con Torrente 5: Operación Eurovegas.
La acción transcurre en el año 2018 con nuestro héroe saliendo de la cárcel. Tras pasar algunos años en el talego, tras ver, la situación por la que atraviesa el país y su situación actual; Torrente decide convertirse en un outsider. Apoyado por un gabinete de ineptos (su escuadrón) y dirigido por un ex-supervisor de seguridad de Eurovegas (Alec Baldwin), decidirá ejecutar un golpe maestro para robar el principal casino de la Comunidad de Madrid y de la zona Eurovegas. Acción, persecuciones y coñas por un tubo. El robo más bizarro de la historia. Como Ocean´s Eleven (Steven Soderbergh, 2001) a la española vamos.
Torrente 5 no es una buena película, pero al menos tiene más identidad que las dos anteriores y ha conseguido elevar el listón, acercándose a la segunda parte (Torrente: Misión en Marbella) bastante. Utilizando las mismas fórmulas de siempre: Sacando en pantalla a gente famosa y ofreciendo al espectador un humor simple pero efectivo; Santiago Segura ha logrado salir del pozo, volviendo a resultar parcialmente genuino. Tras ver esta quinta entrega uno se queda con un mejor sabor de boca, olvidando instantáneamente, como si de una laguna mental se tratara, las dos películas anteriores. He vuelto a ver al personaje cerdo y pasado de rosca que me flipó cuando era un chaval; ese tío más centrado en follar que en otra cosa, ese tipo desenfocado y loco. Aún estando algo lejos de ese primer José Luis Torrente, en cuanto a la violencia en sus actos y al carácter errático en su propia personalidad, en ciertas ocasiones me ha recordado a este. Es de agradecer.
El poder de la cinta reside en el frikismo hipnótico de sus personajes, ese es su máximo aliciente. Personajes como los interpretados por Carlos Areces (Extraterrestre, 2011) y Florentino Fernández (Isi & Disi: amor a lo bestia, 2004), aportan una frescura espectacular a la trama siendo constantemente una fuente de carcajadas para el espectador. Sólo con ver sus caras y la forma en la que se expresa uno encuentra un tufo a rancio que hacía tiempo que no notaba, la marca de identidad del cine de Segura que hacía tiempo que no percibía. Si a los dos anteriores le unes la «especial» contribución de Jesulín de Ubrique, Esteso (Los bingueros, 1979), Cañita brava (Torrente, 1998)y compañía, pues ya te imaginas: situaciones disparatadas a cascoporro sin sentido alguno cuyo único contrapunto serio aparece en la figura de Alec Baldwin (Blue Jasmine, 2013), el único que interpreta, el único actor real.
Si eres fan de la saga, la nueva entrega te alegrará el corazón sin duda alguna. Segura ha conseguido borrar algunas imperfecciones y ofrecer lo que la mayoría buscaba, volver a los inicios y ya está, volver a darle vidilla a una saga que estaba en coma. Para el resto de people que odien todo lo relacionado con el personaje, nunca esta de más insertarse en la comedia cañí. Humor grueso sin contemplaciones.
Nos hacemos unas….
Calificación: 5/10
Título original: Torrente 5: Operación Eurovegas
Año: 2014
Duración: 105 min.
País: España
Director: Santiago Segura
Guión: Santiago Segura
Fotografía: Teo Delgado
Reparto: Santiago Segura, Julián López, Jesús Janeiro, Alec Baldwin, Fernando Esteso,Carlos Areces, Angy Fernández, Anna Simon, Neus Asensi, Chus Lampreave,Florentino Fernández, Cañita Brava, Josema Yuste, José Mota, Santiago Urrialde,Falete, El Gran Wyoming
Productora: Amiguetes Entertainment / Telefonica Studios / Atresmedia Cine