The It Crowd (Los informáticos)
Bendita comedia. Benditos sean los creadores de risas, constructores de buen rollo, capaces de sintetizar guiones ricos en diálogos excepcionales para inventar magia suprema y deliciosa. Personas que facilitan que otros puedan escapar de horizontes oscuros, de problemas graves y situaciones extremas solo recibiendo carcajadas a cambio; solo eso. Ahí aparecen los Gervais (Extras, The Office) y los Harmon (Community, Rick y Morty); últimos profetas de un género ninguneado por muchos e infravalorado para otros. Si, si; ellos son los verdaderos herederos de lo que levantaron auténticos mitos. Ellos son los continuadores, los que han continuado el legado de Monty Phyton, Benny Hill o hasta el mismísimo Billy Wilder: compañeros incalculables en jornadas tristes; genios al fin y al cabo.
Hoy nos adentramos en el terreno de uno de esos representantes de esa «nueva ola». Es el turno de hablar de uno de esos creadores que con cada pieza ha dignificado la comedia, dando oxígeno a una industria demasiado sobrecargada de chiste fácil e ideas de usar y tirar. Se trata de Graham Linehan, un tipo británico forjado en la vieja escuela que ha sido capaz de inventar micromundos encantadores reales, dotados de personajes geniales en un fondo contemporáneo tejido en el día a día. En eso se basa su estilo inconfundible, mostrado en series como Black books o Big Train, verdaderos homenajes a personas normales enfrascadas en situaciones desternillantes derivando en lo irreal capítulo tras capítulo. Un nueva forma de retratar lo cotidiano haciendo que derive hacía lo absurdo aportando una nueva perspectiva rebuscada pero absolutamente exquisita.
Muy en esa línea aparece su principal creación, la joya en su particular corona, de título The It Crowd (Los informáticos). Magnética, distinta y absolutamente clara en su ejecución; la creación de Linehan aparece como una sitcom británica al uso: limpia en la ejecución, dotada de un carisma supremo y sin defectos aparentes. Todo aquí parte del día a día de un departamento informático de una compañía británica y de las experiencias de sus dos integrantes + jefa (Moss, Roy + Jen) para dar paso a una cabalgata de situaciones desmedidas, surrealistas y extremas en la que nuestro trío se mueve como pez en el agua en un estanque lo suficientemente grande para su explosión continua. Lo que menos importa aquí es que la trama sea simple. Sí, es sencilla, va directa al grano desde el momento cero; pero eso importa poco…. o más bien nada. Teniendo ante ti unos personajes tan dinámicos, tan j*didamente explosivos todo se torna especial, se vuelve maravilloso por mucho que los recursos con los que cuente el realizador sean más bien mínimos (5 actores y 3 escenarios). No hace falta nada más. Aquí premia el guion (repleto de versatilidad, creatividad y una excelsa capacidad de síntesis) y la interpretación; lo que menos importa es el peso del dólar en la producción. Así debería de ser siempre, ese es el fin de todo esto… ¿o no?
Mención aparte merecen los intérpretes. Ellos son el gran atractivo de la serie y el principal recurso sobre el que se sostiene todo lo demás. Chris O’Dowd (Roy), Richard Ayeoade (Moss) y Katherine Parkinson (Jen) son geniales; individualmente consiguen ser transmisores perfectos de carcajadas pero cuando se alían, son como Iniesta y Xavi: empieza la magia. Sus gestos, la forma en la que se relacionan entre ellos y su interacción continua es un engranaje perfecto y realista difícil de superar en cualquier producción audiovisual a día de hoy (imposible). Viendo a Ayoade y O’Dowd uno se acuerda de Lemmon y Matthau (La extraña pareja), de esa normalidad de dos colegas que aparecen en pantalla como si de una quedada se tratase, dotados de un aura especial indescriptible y una espontaneidad normal y franca 200% realista. Pero Mrs. Parkinson no se queda atrás. Perfecta en la ejecución, es capaz no solo de dotar de equilibrio a la locura desatada por los dos primeros si no de ser partícipe de ella en momentos clave elevando los niveles de desenfreno hasta niveles de órdago. Junto a ellos aparecen secundarios de lujo como Chris Morris, encarnando al loco jefazo Denholm Reynholm en la primera temporada; Matt Berry, siendo el hijo del jefazo en las siguientes (igual de volado), y Noel Fielding haciendo de compañero gótico del trío protagonista (Richmond Avenal); personajes que completan aún más si cabe la grandiosidad de la serie con su estilo desenfadado y mordaz. Todos destilan ese «algo» especial y con su contribución son capaces de «reventar» la escena toma a toma. Ellos son los que hacen brillar todo esto y sin ellos nada sería lo mismo sin duda.
The It Crowd es una de esas joyas que no te puedes perder. Sus 4 temporadas (24 capítulos, 2008-2010) + especial (The Internet is coming, 2013) hacen que vuelvas a creer en la comedia, que vuelvas a creer que existen obras gigantescas por descubrir y en otras que siempre habitaran tus recuerdos. Su principal virtud es la de transmitir ese halo especial de principio a fin, esas ansías por seguir viviendo las historietas de tres personajes, muy cercanos, que con su buen hacer y su forma de actuar terminan por ganarse la confianza y el favor del gran público. En lo único que falla es en durar demasiado poco, en no estirarse más, en no alargar algo más el mito; pero eso jamás dependió de ellos (y si de Channel 4).
Obra totalmente recomendable si buscas desconectar tu cerebro del mundanal ruido de los problemas. Siempre nos quedará el DVD/Bluray para revivir momentos brutales en este departamento IT. Gracias Linehan.
Calificación: 9,5/10
Título original: The IT Crowd (TV Series)
Año: 2006
Duración: 25 min.
País: Reino Unido
Director: Graham Linehan (Creator), Ben Fuller, Graham Linehan
Guión: Graham Linehan
Música: Neil Hannon
Fotografía: Paul Machliss
Reparto: Richard Ayoade, Chris O’Dowd, Katherine Parkinson, Matt Berry, Chris Morris, Adam Buxton, Noel Fielding
Productora: Emitida por la cadena Channel 4; Talkback Thames