Tesis
Una idea vale más que montañas de dinero. Es indudable que actualmente la corriente va en otra dirección, potenciándose mucho más el blockbuster que la peli de autor; pero no siempre debería ser así. El cine son ideas. Propuestas. Horas de trabajo condensadas en un mensaje cautivador, veraz, directo y real. No hace falta la perfección para encantar, hace falta transmitir y empatizar con el público haciendo cosas impactantes pero, sobre todo, que resulten sinceras. Esa es la forma de permanecer en el recuerdo de la gente, en sus videotecas y en sus vidas. Una misión nada fácil a estas alturas.
Amenábar es uno de esos tipos que mima lo que hace. Siempre ha elegido el mensaje y el espectador como piedras angulares de su cine, independientemente de la década y de la cuantía de presupuesto con la que cuente. Es un tipo inteligente, de esos que se apartan al rincón para profundizar en sus pensamientos y que maduran las ideas con el paso de los años. Concienzudo sí. Pero también realista y comprometido con su concepción del séptimo arte. Solo 6 películas adornan su filmografía, algo sorprendente teniendo en cuenta que lleva haciendo cine 20 años. Pocos proyectos, pero de una calidad más que contrastada, llevados al milímetro y con un halo a especial del todo tácito, del todo real. Eso es lo que hace que su cine siga siendo a día de hoy una grata noticia para el gran público: dos horas especiales cada 5 años.
Tesis fue el comienzo de todo. Una historia arriesgada y atractiva, un grupo de actores inexpertos pero infinitamente comprometidos y una dirección notable. Ese es el núcleo sobre el que se basa esta gran primera pieza dentro de andadura, y lo que diferencia el cine de Amenábar del de otros, esa capacidad por mojarse arriesgando lo justo y necesario para no desentonar ni un ápice con su propuesta. Aquí consigue convencer desde el principio, 3 decorados ejercen de escenario para que 3 actores vivan en sus carnes desde distintas ópticas el sufrimiento que todo thriller transmite. Inseguridad, miedo y tensión se complementan a las mil maravillas en esta pieza en la que 2 estudiantes de comunicación se enfrentan a una red de tráfico de películas snuff (cintas en las que aparecen muertes reales) y todo lo que hay detrás de ello, lo que les sumergirá en una espiral continua de destrucción y oscuridad tan cercana como absorbente. Un verdadero recorrido por los bajos fondos del cine, un descenso hacía el infierno del cerebro y el corazón humano. Sólo eso (¿Sólo?).
Tesis es una película sencilla, no nos engañemos. No hay rimbombancia en ella. No encontrarás demasiada espectacularidad tampoco aquí. Ni actuaciones de Oscar (simplemente suficientes, destacando Ana Torrent sobre el resto). Lo que la engrandece es su ambientación (potenciada por una más que notable música), su capacidad de transmitir en todo momento, su extraordinaria narración, su dignidad y su más que palpable esencia a verdad en cada toma. Pero, ¿y el riesgo asumido? Ese es quizás el elemento más diferenciador y elemental en su obra. Y es que en los noventa casi nadie aquí se atrevía a romper con la continuidad en nuestro cine. Puede que ahora mostrar violencia en producciones esté a la orden del día, pero antes no era tan habitual. Y que un chaval de 24 años se atreviera con algo tan fuera de lo común en nuestro cine, menos. Aquí siempre habíamos vivido del drama y de la comedia (y aún lo seguimos haciendo), pero no del thriller: de ahí la grandeza y la importancia de esta gran primera pieza de Amenábar. Un verdadero hito dentro del cine español. Un auténtico punto de inflexión.
Si buscas algo similar a lo que ofrece la ópera prima del cineasta chileno, puede que Asesinato en 8 mm (Joel Schumacher, 1999) o en una vertiente algo más serie B, Videodrome (David Cronenberg, 1983) puedan colmar tus pretensiones por su indudable magnetismo y exotismo. Nuestra cinta es distinta. Es cruda pero medida. Su violencia no es extrema (mucho más controlada), al menos no tanto como las anteriores. Es gore pero elegante. Poco recargada, lejos de parecer y ser compleja, siendo además un proyecto definido, cercano y convincente. Aquí hay amor al cine y al género gente.
Es hora de darle al Rec.
Calificación: 7,5/10
Año: 1996
Duración: 125 min.
País: España
Director: Alejandro Amenábar
Guión: Alejandro Amenábar (Argumento: Alejandro Amenábar, Mateo Gil)
Música: Alejandro Amenábar, Mariano Marín
Fotografía: Hans Burmann
Reparto: Ana Torrent, Fele Martínez, Eduardo Noriega, Nieves Herranz, Rosa Campillo,Miguel Picazo, Xabier Elorriaga
Productora: Las producciónes del Escorpión S.L.