Sully
Es probable que Clint Eastwood, en su faceta como director, ya no haya vuelto a recuperar el nivel superlativo que consiguió entre 2003 y 2009, con Mystic River y Gran Torino abriendo y cerrando un ciclo en el que hubo maravillosas cintas (así, a bote pronto, Million dollar baby, Cartas desde Iwo Jima, Banderas de nuestros padres y El intercambio. Casi nada), pero sigue rodando películas tan serias y elegantes como Sully.
El problema de esta narración acerca del alucinante aterrizaje forzoso de un avión en el río Hudson debido a un fallo mecánico es que en ningún momento logra transmitir emoción alguna al espectador. Cuando lo hace, es enteramente mérito de Tom Hanks, a quien ningún rol se le resiste y que sigue siendo único a la hora de dar vida al buen americano, ese que todos queremos de colega o de héroe, que con una mirada nos encoge el alma y es capaz de hacer que nos creamos cualquier cosa. Es sencillamente uno de los mejores actores de la historia del cine, y eso siempre facilita las cosas. Pero el guión de Todd Kormanicki nunca llega a contagiar del entusiasmo que le pone el actor. Las escenas en que vemos a Sully luchando por su verdad, siendo acusado y buscando la complicidad de su esposa (una Laura Linney con poco material para trabajar) y de su primer oficial (correcto Aaron Eckhart) dejan frío al respetable. La historia no emociona, no mueve, no hace desear saber más acerca de este hombre rodeado de un halo trágico de heroísmo en un país tan dado a los heroísmos y las mentiras como Estados Unidos.
Por supuesto, la excepción a la regla es la fabulosa secuencia en al que se nos muestra, a modo de flashback, la proeza de Sully a los mandos del avión, logrando salvar la vida de todos los que iban a bordo. Solo por esa secuencia merece la pena pagar la entrada, porque es donde Eastwood vuelve a demostrar que es un realizador de primer nivel, de los mejores y más elegantes que existen en el mundo, con 86 años cumplidos ya. Atención al montaje, a los planos, al ritmo de la escena, a la inteligencia con la que el director va desgranando el suspense del momento de pánico.
En definitiva, una cinta solvente, más que correcta y con finísimos orfebres delante y detrás de las cámaras, pero que podría haber llegado mucho más al corazón del espectador.
Lo mejor: Tom Hanks, siempre excelso, y la realización de Eastwood, especialmente en la magnífica secuencia del aterrizaje en el Hudson.
Lo peor: Le falta contagiar la emoción y conmover al espectador
Calificación: 6,5/10
Año: 2016
Duración: 96 min.
País: Estados Unidos
Director: Clint Eastwood
Guión: Todd Komarnicki (Libro: Chelsey Sullenberg, Jeffrey Zaslow)
Música: Christian Jacob, Tierney Sutton Band
Fotografía: Tom Stern
Reparto: Tom Hanks, Aaron Eckhart, Laura Linney, Anna Gunn, Autumn Reeser, Sam Huntington, Jerry Ferrara, Jeff Kober, Chris Bauer, Holt McCallany, Carla Shinall,Lynn Marocola, Max Adler, Valerie Mahaffey, Ashley Austin Morris, Michael Rapaport
Productora: Warner Bros. Pictures / Village Roadshow / Malpaso / Flashlight Films