Star Wars. Episodio V: El imperio contraataca
La saga Star Wars (La guerra de las galaxias) fue todo un hito por lo que representó en la época del estreno. Digno de alabar el atrevimiento al llevar a cabo un argumento de ese estilo, que prácticamente nunca se había realizado, y todavía más sorprendente fue el hecho del gran acogimiento que recibió por parte del público, llevándose a cotas inimaginables en ese momento por cualquiera que estuviese involucrado en el proyecto. ¿A qué se debió este éxito? No se sabe, ni se sabrá. Las conjeturas pueden ser infinitas, pero el hecho de que causó que tantísima gente acudiese al cine es imposible de descifrar. La opinión más extendida cuenta que el hecho de realizar una película de ciencia ficción con un universo tan personal y rico en detalles pudo ser el causante, ante lo cual tampoco puede saberse si es así, aunque la teoría sea totalmente cierta, la gran baza que juega Star Wars es el tener tanta historia detrás (y delante) por explotar, las ansias de querer conocer más y más de cada personaje, porqué surgió la llamada fuerza y el lado oscuro, qué busca cada uno de ellos, porqué los Skywalker son así, si hubo algo detrás o aparecieron por casualidad, y un larguísimo etcétera. Esta riqueza se respalda en la cantidad de películas y series que se han llevado a cabo explorando más y más el espacio de los personajes creando el llamado ‘Universo Expandido’, que en las nuevas películas dicen que obviarán y se crearán historias nuevas ajenas a las conocidas en el resto de relatos. Si algo conoce bien Star Wars es el dinero. Desde el estreno en el año 1977, la cantidad económica que se iban embolsando ascendía a cotas casi indescriptibles. No ya tanto en las películas, sino en todo el merchandising que abarcaban y siguen todavía abarcando.
Una nueva esperanza podría catalogarse como una iniciación al imperio espacial de Star Wars. Se van conociendo poco a poco personajes, no sabes muy bien por dónde van los tiros pero algo te enamora, y es algo nunca visto antes, la increíble acción. Obviamente hay que ponerse en situación, si a un niño de hoy en día le pones la película, con la cantidad de efectos y argumentos de ficción que ha visto, probablemente se acabe hasta aburriendo y riéndose por los efectos, sin embargo en los años 80 era algo totalmente innovador. Es una película que no ha envejecido todo lo bien que se podía esperar, pero ahí queda la nostalgia. El imperio contraataca fue la continuación de la trilogía, y no pudo causar mayor impacto. En este trabajo se encuentran unos personajes ya conocidos y parcialmente desarrollados, con lo que avanzar es más sencillo y en eso se centra el equipo que envolvió a la película. Empieza con los tres protagonistas (Han, Leia y Luke) en compañía unos del otro, hasta que Darth Vader los consigue separar al atacar sobre ellos, y es cuando empieza realmente la película. Han Solo y Leia se embarcan hacia Bespin, la ciudad de Lando Calrissian (el antiguo propietario del halcón milenario), buscando refugio ante la amenaza de las tropas imperiales. Luke se dirige con R2D2 hacia Dagobah, el planeta que Obi Wan Kenobi le ha nombrado para que vaya a formarse como Jedi. En cada una de estas paralelas aventuras los personajes labrarán su conocimiento y descubrirán nuevos secretos.
Si hay algo que destacar de esta película (que también podría hacerse de la trilogía entera) es la diferencia de forma de tratar con los estigmas. Una princesa no había sido elaborada como una guerrera, siempre era algo inaccesible y vivía para ser servida por el resto, sin embargo en esta historia es todo lo contrario, pues pelea, se ensucia, arregla la nave si es necesario, y suda como cualquier tripulante. Pero no se queda ahí, sino que es capaz de llegar a enamorarse de un simple contrabandista con un encanto del que carecen muchísimas películas románticas, que centrándose solo en ello fracasan. Además, se es capaz de dotar de gran comedia a personajes no humanos, ahí están R2D2 y Chewbacca, que sin entender nada de lo que dicen te sacan verdaderas carcajadas (los enfados de Chewbacca cuando la nave no activa la velocidad de la luz son enormes), y también C3PO, que aparte del humor también posee unos sentimientos muy profundos hacia sus “hermanos”. La inteligencia por no dejar apartados los secundarios es vital en cualquier película, sin embargo también resulta de elevada complejidad para cualquiera por el hecho de no saber muchas veces como cruzarlos con los protagonistas, o bien por la aparición-desaparición que suele haber en ellos (salen una escena porque sí y luego se olvidan), y afortunadamente Star Wars carece de estos problemas, pues los secundarios son casi igual de importantes que los principales, que sería de Luke sin R2D2, o de Han y Leia sin que Chewbacca hubiese rescatado a C3PO cuando estaba a punto de fundirse.
Y no se me olvida lo más importante: el villano. Darth Vader es de los villanos más carismáticos que ha habido en el cine. No aporta nada su cara, da igual como sea, porque con ese casco acobarda a cualquiera que se presente delante. Tampoco importa quién sea que es, aunque poco a poco se van soltando detalles que te dejan pistas por conocer la gran verdad, pero eso no es trascendental para avanzar en el argumento, porque… ¿cuántas películas hay que te enseñan la patita y después continuamente están dando vueltas a ello hasta llegar al final? Star Wars enseña la patita, pero después cambia totalmente de tema. No te olvidarás de esos destellos alucinatorios, pero carecen de lo realmente importante de la película: la lucha por el universo. Aun así se guardan esa baza para el final para contarte quién es realmente Vader, porqué está obsesionado con atraer a Luke al lado oscuro, y qué objetivo tiene con esas acciones. Luke no se lo creerá, como es evidente, pero inevitablemente acaba dándose cuenta, cerrándose el círculo familiar con la última escena y ese abrazo entre Luke y Leia observando la infinidad espacial.
El imperio contraataca es probablemente una de las mejores películas de ciencia ficción de la historia, por el mensaje que enseña, por el compañerismo entre especies, por la banda sonora (es sublime en toda la saga), por el personaje de Yoda y las grandes frases que deja para el recuerdo, por la transmisión de sentimientos y, ante todo, por hacer vibrar los cimientos del cine ante la mejor frase de la saga: “Yo soy tu padre”. A cualquiera gusta llevarse sorpresas en el cine, zarpazos inesperados que cambian completamente tu percepción de este arte, y hubiéramos soñado con ver estas películas sin conocer el final. Es la típica película por la que borrarías tu cerebro para volverla a ver y llevarte la gran sorpresa final. Señores, estamos ante algo grande, muy grande, y se llama El Imperio Contraataca. No sé cómo será la nueva trilogía de la mano de Disney, pero lo que si tengo claro es que si me llevase una desilusión siempre estaría la trilogía clásica para volverla a ver por enésima vez y volverme a cautivar, olvidándome así de cualquier cagada posterior. La trilogía original de Star Wars es al cine lo que la tortilla de patatas a la hostelería, algo en teoría simple del que se puede tirar para elaborar infinidad de platos. Una de mis películas de ciencia ficción favorita, si no la que más.
Calificación: 9,5/10
Título original: Star Wars. Episode V: The Empire Strikes Back
Año: 1980
Duración: 124 min.
País: Estados Unidos
Director: Irvin Kershner
Guión: Leigh Brackett, Lawrence Kasdan (Historia: George Lucas)
Música: John Williams
Fotografía: Peter Suschitzky
Reparto: Mark Hamill, Harrison Ford, Carrie Fisher, Frank Oz, Billy Dee Williams, David Prowse, Alec Guinness, Anthony Daniels, Kenny Baker, Peter Mayhew, Jeremy Bulloch, Kenneth Colley, Bruce Boa, Julian Glover, Denis Lawson, Michael Culver,John Ratzenberger, Michael Sheard
Productora: 20th Century Fox