Solo los amantes sobreviven
En muchas ocasiones, los autores independientes tienen en ellos mismos a sus peores enemigos; me explico, lo que en un principio es genial y e innovador tiende a atraer a todos aquellos que le dan una oportunidad, sin embargo, una vez que surge una determinada cohorte de adorares que, reconozcámoslo, alaban sin mesura cualquier mínima muestra del talento de nuestro artista en cuestión, este puede encerrarse más aun en sí mismo, más de lo que normalmente los autores independientes suelen estar. Todo esto provoca, a la postre, que lo que en cierto punto era inquietud y pasión, ahora solo sea desidia y, como mucho, heterogeneidad formal, la carrera de nuestra artista deambula hasta resultar irreconocible para sí mismo, escudado, sin embargo, en las profundas aguas del indie, donde a veces, solo es válido lo raro, esté exento de talento o no.
Con esto no excuso ni culpo a Jim Jarmush de nada, simplemente creo que es necesario describir el contexto en el que se estrena esta película, que nos narra las desventuras de Adam, un vampiro que tras pasar una temporada anclado en la desgana, decide reunirse con una antigua amante. De ritmo extremadamente pausado, la narración dilata la concepción del tiempo intentando acercarnos la experiencia eterna de nuestros vampíricos protagonistas, aunque sin una pizca de sentimiento o pasión, quizá con la idea de que el fondo prime ante la forma. Sin embargo, durante el (aburrido) visionado, no cesa de recorrernos la sensación de que nunca se alcanza la poética o emotividad pretendida aunque sí altas cotas de pretenciosidad, quedándose, a veces, en un puñado de imágenes frías y estériles, mientras nos suelta sin descanso el discurso de su director y guionista, que parece ser el unido objetivo del ya sexagenario realizador, y aunque el mensaje de la cinta es realmente revelador y certero, mantener la coherencia interna de éste no quita que en su conjunto debiera darnos algo más, de lo contrario habría sido mucho mejor que Jarmush escribiera directamente un ensayo, ya que a lo largo de todo el metraje parecen sobrarle las imágenes que muestra en pantalla.
Las interpretaciones resultan secas y cortantes, seguramente debido a la dirección del director, aunque en realidad le hace flaco favor a la producción. Junto con Los límites del control (2009), en la que dio prioridad a la improvisación por encima de la historia, ya van dos obras cripticas y estáticas consecutivas desde su celebrada y laureada Flores rotas (2005), lejos parece quedar ya aquel Jarmush visual e irresistible, que se granjeó la atención del mundo entero con obras tan notables y únicas como Down by law (1986), Dead Man (1995) o Ghot Dog (1999).
Calificación: 4/10
Título original: Only Lovers Left Alive
Año: 2013
Duración: 123 min.
País: Estados Unidos
Director: Jim Jarmush
Guion: Jim Jarmush
Música: SQÜRL
Fotografía: Yorick Le Saux
Reparto: Tilda Swinton, Tom Hiddleston, Mia Wasikowska, John Hurt, Anton Yelchin, Slimane Dazi, Jeffrey Wright
Productora: Recorded Picture Company / Pandora Films / Faliro House Productions