Sólo se vive una vez
El género de la comedia ha servido en ocasiones para hacer parodia sobre el cine de acción, el de gánsteres o los thrillers, pero en términos generales no ha solido funcionar muy bien que digamos, con notables salvedades como las películas creadas por el admirado trío compuesto por Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker como Airplane (1980), Top Secret! (1984) o la desternillante trilogía de The Naked Gun (1988, 1991, 1994). Todos estos títulos son estupendas caricaturas del cine de espías o suspense. No es el caso de Sólo se vive una vez, la ópera prima del argentino Federico Cueva, y me temo que ni siquiera sé con exactitud si la pretensión de sus creadores fuera esta, la de realizar una parodia de estos géneros cinematográficos. El filme arranca con una esperpéntica escena en donde una pareja de estafadores y chantajistas se verán sorprendidos por unos despiadados mafiosos que desean a toda costa poseer los derechos de la patente de una poderosa fórmula que consigue que la carne no caduque y se conserve en buen estado. El protagonista (Peter Lanzani) es el único de la pareja que consigue huir con vida pero con todos los sanguinarios queriendo atraparle.
Ya desde esta desastrosa escena de apertura, en donde los disparos incomprensiblemente nunca llegan a su lógico destino al que apuntan las armas, se augura lo peor. E irremediablemente mientras avanza el metraje se va confirmando el presagio. El guion es soez, machista e irrespetuoso con los animales. Ni un pueril chiste es efectivo y los personajes son todos imbéciles, ineptos. Pero las interpretaciones también son horribles, da verdadera lástima ver a actores españoles como Santiago Segura, Hugo Silva o Carlos Areces hacer rotundamente el ridículo. Por no hablar de Gérad Depardieu, un señor de una considerable edad y prominente barriga que se dedica a pasearse por pantalla chapurreando idiomas y con cara de supuesto enfado.
Los diálogos son torpes y pedestres y el relato ofensivo para cualquier persona cabal. Falta un mínimo de racionalidad en la trama, en la cual lo mismo aparece una pistola de juguete sin saber de dónde ha salido, que los personajes consiguen un camión de bomberos y vestirse como tales sin que se nos muestre cómo pudieron lograrlo. Además, chistes como el de Pokémon GO, los de los judíos o el de la mano de Dios me producen grima más que nada. Y ojo al dato: hasta cinco guionistas han hecho falta para idear esta lamentable historia. ¡Cinco!
En resumidas cuentas, el visionado de Sólo se vive una vez me ha irritado profundamente. No me río nunca, me parece una película vergonzosa, humillante. No sé a qué público va dirigido este detestable producto que insulta a la inteligencia y cordura del espectador, y en el que ni siquiera las secuencias de acción poseen nervio o credibilidad alguna. Tedio absoluto. ¡Qué poca imaginación! Esta coproducción argentino-española no hace honor al cine de gran calidad que se está realizando en estos dos países en los últimos años. Afortunadamente, nada que ver.
Calificación: 1/10
Título original: Sólo se vive una vez
Año: 2017
Duración: 90 min.
País: Argentina, España
Director: Federico Cueva
Guion: Sergio Esquenazi, Nicolás Allegro, Chris Nahon, Mili Roque Pitt y Axel Kuschevatzky
Música: Alfonso González Aguilar
Fotografía: Guillermo Nieto
Reparto: Peter Lanzani, Gérard Depardieu, Santiago Segura, Hugo Silva, Carlos Areces, Eugenia Suárez, Pablo Rago, Walter Donado, Luis Brandoni, Pablo Cedrón, Iván Steinhardt, Darío Lopilato, Arancha Martí, Alejandro Fiore, José María Monje
Productora: Bowfinger International Pictures / MyS Producción / Quexito Films / TELEFE