SEFF 2016. Crónica del viernes 4 de noviembre
Y la decimotercera edición del SEFF comenzó. Había bastantes ganas, las expectativas eran muy altas y el primer día no defraudó en absoluto. Todo comenzó con la película inaugural, Une vie, una acertadísima y osada decisión por parte de la organización, que ha visto bien prescindir de las propuestas comerciales de otros años (3 bodas de más, La ignorancia de la sangre) que resultaban ser el regocijo de la prensa rosa y el alivio para la representación política de turno, y optar por una arriesgada y apabullante obra que desprende belleza por cada uno de sus poros, que interfiere en el espectador con interrogantes acerca de la vida y que deja poso en aquellos que se dejen llevar. Ayer también pudimos disfrutar de la excelente Toni Erdmann, otra obra maestra, con multitud de lecturas y que va mucho más allá de sus desternillantes secuencias de humor y su excéntrica trama, de la simpática Morris from America (de la cual ya publicamos su crítica) o de la insólita The Lure.
Igualmente, en el Teatro Lope de Vega tuvo lugar la gala inaugural, que presentó el periodista Javier Gallego Crudo y en la cual el actor francés Vincent Lindon recibió el Giraldillo de Honor. Hoy sábado esperamos seguir viendo mucho más cine, aunque visto como han dejado las películas del primer día el listón de alto, sería todo un logro que se mantuviera. Pero habrá que descubrirlo.
