SEFF 2015. Crónica del domingo 8 de noviembre
Tercera jornada festivalera en esta nueva edición que mejora considerablemente a las anteriores en intenciones, diversidad y calidad. Con las sesiones de las 9 de la mañana mermadas para ganar algo de descanso y no destrozar tan rápidamente el aguante del gran número de acreditados de prensa que constantemente nos encontramos por Nervión, la gran mayoría de las sesiones dan comienzo a las 12 cercanas al mediodía.
Hitchcok/Truffaut (Kent Jones, 2015) es un canto a la reivindicación del Alfred Hitchcock artista frente a su imagen de mera figura del entretenimiento, oímos las sabias voces de profesionales y visionarios del medio como David Fincher, Martin Scorsese, James Gray, Wes Anderson y alguno más para recorrer, gracias al archivo fotográfico y las notas grabadas las conversaciones entre estos dos genios, al tiempo que dichos comentarios son apoyados por las imágenes de las películas citadas. Simplemente imprescindible.
El tiempo de los monstruos (Felix Sabroso, 2015) es una inteligente ¿comedia? sobre el arte de escribir películas, con continuas referencias meta cinematográficas y un puñado de personajes preguntándose por su propia y artificial naturaleza. Repleta de recursos y giros dramáticos, es absorbente y meticulosa, además de una de las cintas más elaboradas y sugestivas que se han hecho últimamente en este país, protagonizada por la flor y nata de la comedia contemporánea, tiene espacio incluso para algún que otro guiño al actual éxito de las sitcoms foráneas. Realmente interesante.
Cemetery of Splendour (2015) es lo nuevo del supuestamente genial Apichatpong Weerasethakul pero de cuyo cine y talento un servidor tiene serias dudas. Entre largos planos fijos y ningun tipo de sugestión que no sea observar la vida en los suburbios de Tailandia, vemos a una mujer que dice ser curandera invitando a fruta a una chica que dice ser médium, no veremos nada más allá de un par de planos interesantes mientras el hastío de apodera de la sala y los asistentes van abandonando lentamente la proyección. Si soy sincero, y creo que debo serlo, el único plano verdaderamente sincero que vi fue el de uno de los lugaremos cagando en la jungla mostrado en primer plano, este es en esencia el mensaje del director, y lo más destacable de la producción. Sin embargo este es el peligroso juego de eso llamado cine experimental, con un 20% de talento y un 80% de especulación. Que cada uno saque sus propias conclusiones.