Retratos de familia

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Suele ocurrir que cuando llega el verano, aprovechando que la competencia se reduce un poco en cuanto a calidad cinematográfica se refiere, se estrenan en nuestros cines algunas cintas que en realidad no son producciones recientes, sino que datan de uno o dos años atrás. Éstas suelen ser normalmente obras estrechamente relacionadas con el cine de autor o bien películas modestas que en su día quedaron relegadas a circuitos minoritarios debido a su misma condición o a los problemas que muchas encuentran para ser distribuidas. Una práctica algo injusta, aunque cada vez más habitual. Pero, lo que en primera instancia podría ser un fenómeno potencialmente poco atractivo, a veces nos regala la oportunidad de poder ver en nuestra sala de cine preferida alguna que otra joyita que de otra manera no podríamos conocer. Es ése el caso de Retratos de familia (Ilo Ilo, 2013) un interesante y humilde trabajo que llega desde Singapur para poner el nombre de su realizador, Anthony Chen, en la agenda de más de un cinéfilo.

Retratos de familia es básicamente una película que bascula con naturalidad y tacto entre el drama familiar de matices contenidos y el cine de temática y trasfondo social. En ella se narra la historia de una familia de clase media que va cayendo progresivamente en una situación económica precaria a causa de la dura crisis financiera que se vive en el Singapur de los años noventa. Las dificultades monetarias y las consecuencias del desempleo son los motores centrales de una trama que además se permite hablar de las relaciones materno-filiales, las volubilidad de las clases sociales menos poderosas en nuestra sociedad actual y otros temas igualmente interesantes, como la inmigración o la capacidad de ser solidarios y tolerantes ante los prejuicios y dificultades que están asociadas a nuestro tiempo. Aunque Ilo Ilo, a pesar de ser un retrato bastante fiel y creíble de nuestra sociedad actual, no se conforma con quedarse ahí, sino que también tiene su dimensión humana, la cual reluce y toma forma en la tierna historia que tiene que ver con sus dos protagonistas principales; Jiale, un conflictivo chaval que trae de cabeza a sus padres y profesores, y Teresa, una inmigrante filipina que llega a Singapur para trabajar como asistente doméstica en régimen interno. Dos personajes condenados a entenderse en un entorno en el que por culpa de las dificultades económicas y un ambiente cada vez más enrarecido, las muestras de cariño han quedado en un plano secundario.

Estamos, por tanto, ante una película que, además de ser una pieza de cine muy disfrutable, sirve de espejo en el que mirarnos, ya que trata una problemática que está más de actualidad que nunca. No se dejen confundir ante la aparente sencillez y serenidad que aparenta Retratos de familia en su superficie, pues su visionado demuestra que la obra de Anthony Chen tiene más capas de profundidad de las que se vislumbran a primera vista.

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Además del acierto en cuanto al tratamiento de la interesante temática que expone, la cinta hace gala de una serie de virtudes las cuales cabe destacar. Partiendo de una espontánea puesta en escena que sin duda es totalmente acorde con la fluidez narrativa del film y finalizando en una estética que hace de la luz quemada de su fotografía y los encuadres inteligentes un recurso efectivo a la hora de dar aliciente a unos escenarios que a todos nos suenan demasiado cotidianos. El carácter realista y moderado de la misma no es sino otro factor favorable que ayuda a que el relato de su director y guionista se figure como una construcción verosímil y capaz de generar empatía. Además, el evidente afán que Anthony Chen demuestra a la hora de dar protagonismo a los gestos y al lenguaje cinematográfico en su estado más puro, demuestra que estamos ante un director que no renuncia a tratar al espectador como alguien inteligente y se resiste a caer en lo obvio. Por tanto, estamos ante un tipo de cine que agradece el visionado paciente y relajado, por lo que aquellos que disfruten de este tipo de cine sin duda serán quienes más partido sepan sacar de ella.

También cabe decir que Retratos de familia, a pesar de ser una crónica dura y bastante triste de los males que acechan a las familias de clase media-baja, evita caer en lo excesivamente melodramático. Los puntuales toques de humor y la humanidad que desprenden algunas de sus escenas son un bálsamo ante la amargura que en el fondo esta historia de ciudadanos humildes y luchadores posee. Además, sus actuaciones distan mucho de la teatralidad que a veces presenta el cine oriental, por lo que, en general, los aciertos pesan más que los defectos de una obra que aún sorprende más si pensamos que se trata de un debut cinematográfico.

¿Cuales son entonces los elementos que pueden lastrar su resultado general? Sin duda, uno de ellos (y quizás el más importante) es su pausa deliberada, ya que estamos ante una historia que fluye con el ritmo tranquilo habitual del cine asiático y evita en la medida de lo posible los golpes de efecto poco creíbles. El relato de Anthony Chen no se permite caer en los baches que trae la prisa y prefiere cocer sus ingredientes a fuego lento, por lo que los que no acostumbren a este tono adormecido o no tengan la disposición adecuada pueden caer en las redes de la apatía. Aunque, pensado de otra forma, esta pausa ayuda por otro lado a darle un toque ciertamente distintivo a un género que a veces cae en las redes del estereotipo formal. Así que también los habrá que agradezcan este carácter paciente que se denota de la obra.

Igualmente, su misma contención en lo emocional hace que al final se tenga una cierta sensación de que Ilo Ilo no tiene toda la fuerza necesaria que debería poseer para permanecer en nuestra memoria por mucho tiempo. Es cierto que estamos ante una agradable sorpresa veraniega, pero no podemos decir que estemos ante una obra memorable. Hay muchas historias en el cine que se parecen a ésta que poseen mucha más pasión y garra, sin embargo, tampoco sería de justicia dejar de acercarse a ella, pues su virtud particular reside precisamente en su sencillez.

Por tanto, les aconsejo que le den una oportunidad a Retratos de familia; puede no ser una obra arrebatadora, pero tiene suficientes virtudes para satisfacer al espectador con criterio. Acérquense a verla, una obra que ha venido de tan lejos y nos suena tan cercana a la vez no puede defraudar de ninguna forma.

Calificación: 7/10

 
 

Retratos_de_familia_cartel_Ge_MCTítulo original: Ilo Ilo

Año: 2013

Duración: 99 min.

País: Singapur

Director: Anthony Chen

Guion: Anthony Chen

Música: —

Fotografía: Benoit Soler

Reparto: Yeo Yann Yann, Chen Tian Wen, Angeli Bayani, Koh Jia Her

Productora: Fisheye Pictures

 

 

 

 

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