¿Qué hacemos con Maisie?
Los directores Scott McGehee y David Siegel han dado con la tecla. Esta vez pueden estar contentos porque su nueva propuesta, ¿Qué hacemos con Maisie? (What Maisie Knew, 2012), por fin parece que ha conectado con la opinión de la crítica especializada y de gran parte del público. Con sus cintas anteriores no pudieron decir lo mismo, pues ni su cinta del 2008, Uncertainty, ni su trabajo quizás más conocido hasta la fecha, La huella del silencio (Bee Season, 2005), lograron un éxito similar al que parece que van a poder disfrutar ahora.
¿Qué hacemos con Maisie? arranca poniendo el dedo en la llaga de uno de los temas más recurrentes del cine norteamericano de las últimas décadas, el divorcio. Estamos en Nueva York, y somos testigos de cómo Maisie, una inocente niña de 6 años, se ve barrida por las confusas circunstancias que genera la separación de sus padres, un marchante de arte y una famosa estrella del Rock.
Hasta aquí nada del otro mundo, ya sabemos lo que traen estas situaciones. Los padres convierten a sus descendientes en un arma arrojadiza y la batalla por la custodia legal llega hasta donde tenga que llegar, dejando un reguero de frustración y desconsuelo que siempre tiene el mismo daño colateral, el hijo. Mientras tanto, lo de siempre; sobreprotección, montañas de peluches y un cariño impostadamente exagerado… la perfecta artimaña para que el retoño se adapte bien a los cambios de su vida y se decida sobre si quiere más a papá o a mamá. Pero es en ese punto donde viene el giro de tuerca de la historia, pues la peculiaridad de ¿Qué hacemos con Maisie? reside en que todos los acontecimientos están retratados desde el contexto y el punto de vista del propio niño, o en este caso niña, Maisie, quien está interpretada por una cándida y encantadora Onata Aprile, sin duda el puntal que sostiene todo el nuevo trabajo de los dos directores. Francamente, es imposible no caer en el encanto de la dulce Aprile. Ni Julianne Moore, quien por cierto está horrorosa interpretando a la impetuosa madre Rockstar de la chica, ni Steve Coogan, que encarna a su padre, pueden hacer sombra a la pequeña. Ella solita se come al resto del plantel de actores.Aunque no podemos desmerecer tampoco la actuación de Alexander Skargard; pero seamos claros, aquí quien reluce de verdad es Onata.
Entre el trabajo de la pequeña, el tono tremendamente realista, sencillo e Indie de la producción y la perspectiva inocente que nos brinda el guión de Carroll Cartwright (que por cierto es una adaptación del libro homónimo del famoso escritor Henry James) están los principales puntos fuertes de la cinta. Por momentos, la película salpica inocencia, candidez e intimismo, hay escenas puntuales que tienen un candor indiscutible y otras que conmueven sin remedio. Hay otras veces en las que la fotografía concuerda perfectamente con el mundo de Maisie y se puede disfrutar del colorido y la dulce música, elementos que maquillan las terribles consecuencias del drama por el que está condenada a pasar nuestra pobre protagonista. Todo ello refuerza el concepto del guión con efectividad. Pero no todo es positivo en cuanto a elementos a relucir, pues la película peca de irregular y tiene ciertos puntos flacos que la echan por tierra irremediablemente. Aunque, antes hagamos un inciso.
Decíamos al principio que la cinta arranca con las circunstancias que acarrea la separación de los padres de Maisie, pero en realidad el tema central de la cinta no es el divorcio. Esta vez el manido tema va un poco más allá y se atreve a lanzar preguntas importantes en cuanto a un tema crucial como es la paternidad.A medida que la nueva situación familiar se normaliza, veremos que la pequeña Maisie se convierte en una especie de asunto incómodo al que ninguno de los dos ocupadísimos padres tiene tiempo de prestar atención. Recordemos, un marchante de arte y una estrella del Rock, esa gente “tiene de todo”, menos tiempo. Así que la pobre Maisie pasará su vida rebotando de mano en mano y de hogar en hogar, intentando sobrellevar los numerosos cambios; nuevos padrastros, cuidadores, etc…
Con esto resulta evidente que el trasfondo real de la película gira en torno al rol de ser padres y las responsabilidades que esto conlleva, pues parece que Maisie estuviese condenada a no tener ninguna figura paterna ni materna en la que apoyarse. ¿Puede que estemos entonces ante una crítica a los ajetreados tiempos que soporta la familia occidental hoy día?. Probablemente; el caso es que el panorama que se retrata es bastante desesperanzador si pensamos en la terrible alienación filial a la que se ve relegada su protagonista.
Hasta aquí los puntos positivos a tener en cuenta. No son pocos, pero lamentablemente, ¿Qué hacemos con Maisie? tiene una serie de aspectos negativos que hacen de ella una película terriblemente irregular. Por ejemplo, los dos actores que encarnan a los padres de Maisie, Julianne Moore y Steve Coogan están simplemente odiosos, sobre todo Julianne y su cargante gama de registros histriónicos con multitud de caritas contrariadas y pucheritos, es imposible no sentir rechazo, de hecho me pregunto por qué la siguen contratando para hacer películas. Por suerte, serán los que interpretan sus nuevas parejas los que salven un poco al casting de la quema, aunque, si bien su trabajo interpretativo sí es correcto, sus personajes caen víctimas del más escandaloso estereotipo guionístico. Parece que en la vida de Maisie sólo hay espacio para el blanco y el negro. O está en manos de adultos malvados egoístas, o en brazos de bonachones caídos del mismo cielo. No hay lugar para las medias tintas ni para el gris, y por mucho que se quiera reforzar la visión inocente de un niño, es imposible no rechinar los dientes ante unos personajes tan desesperantemente planos.
Aunque sin duda, lo peor de la película está en su esencia. Si bien hace gala de un tono Indie que no le sienta mal del todo, el tufillo que desprende durante casi todo su metraje a telefim de sobremesa es exasperante. Hasta tal punto resulta así, que me tengo que preguntar si no será esto el prototipo de lo que verán las señoras de las décadas venideras en su televisión las tardes de los Domingos.
¿Ha nacido la evolución del Telefilm de mediatarde o simplemente lo han vestido de Hipster?. El tiempo lo dirá… pero yo no me quedo convencido del todo. A pesar de las buenas críticas que esté cosechando. Y a pesar de Onata Aprile.
Calificación: 4,5/10
Título original: What Maisie Knew
Año: 2012
Duración: 99 min.
País: Estados Unidos
Director: Scott McGehee, David Siegel
Guion: Carroll Cartwright (Novela: Henry James)
Música: Peter Nashel
Fotografía: Giles Nuttgens
Reparto: Julianne Moore, Steve Coogan, Onata Aprile, Alexander Skarsgård, Diana García,Samantha Buck, Joanna Vanderham, Stephen Mailer, Joel Garland, James Colby,Trevor Long, Robert C. Kirk, Zachary Unger
Productora: Red Crown Productions / Weinstock Productions / 10th Hole Productions