Promesas en París
Zoom sobre la política municipal
El segundo largometraje del francés Thomas Kruithof, Promesas en París (cuyo título original es Les promesses), es un notable y original exponente de cine político. La película, que se presentó en Venecia y posteriormente pudo visionarse en Málaga y en el festival ‘Francia está en pantalla’ (organizado por el Institut français de Madrid y Unifrance), no evita mostrar las maquinaciones y manipulaciones de la vida política —no sólo francesa sino de otros países occidentales— pero sin adoptar ese tono y contenido supercrítico, grandilocuente con respecto a la clase política. El film se ciñe a la vida municipal en los suburbios de París —sin olvidar la difícil relación con la alta política en el centro de la capital— y va repasando las diferentes mentiras (el Ayuntamiento promete que va a ganar un pleito contra el administrador judicial de un inmueble social para que sus inquilinos, emigrantes la mayoría, paguen los gastos), la arbitrariedad en la concesión de las subvenciones (está en juego una ayuda de 63 millones de euros que pondría fin a la degradación del inmueble), las decisiones electoralistas, la obediencia ciega a los superiores, etcétera. En una de las escenas más expresivas, el jefe de gabinete del primer ministro le manifiesta a la alcaldesa que la oferta de un cargo ministerial implica que ya no va a poder seguir nunca las opiniones de los electores.
En Promesas en París no se desvelan grandes estafas o delitos de corrupción, sino que se produce una aproximación al lado oscuro de las interioridades de la vida política municipal. Asimismo, muestra cómo la política no es sólo un instrumento para satisfacer las ambiciones de poder sino la oportunidad de llevar a cabo acciones que suponen un cambio social real. La trama se va focalizando en la opción que tiene la protagonista, la alcaldesa saliente (impresionante Isabelle Huppert), de ayudar decisivamente a remediar la insalubridad del inmueble, para lo que es necesaria una gran subvención perseguida denodadamente tanto por ella como por su jefe de gabinete, el otro gran protagonista (magníficamente interpretado por Reda Kateb), o caer en la tentación de mantenerse en el poder. Decepcionada por la retirada del cargo ministerial que se le ha ofrecido, la alcaldesa cambia en vísperas electorales su decisión de no volver a presentarse, dinamitando el porvenir político de su sucesora y poniendo en peligro las posibilidades de su partido.
Se produce en la película una disociación clara entre la trama, muy bien llevada a pesar de las dificultades que ofrece una historia burocrática alambicada para el espectador medio, y los personajes principales, en los que el director no ha querido profundizar. Tal vez sea la excepcionalidad de los intérpretes protagonistas quienes hayan convencido a Kruithof que debía dejar a los personajes que se explicaran por sí mismos, sin profundizar en sus motivaciones ni explicar su trasfondo íntimo. La ambientación es otro de los grandes logros del film. El mundo de la emigración en los suburbios parisinos es mostrado con viveza (los errores de los padres que en lugar de pagar los gastos del inmueble se dedican a comprar televisores con pantalla grande para sus hijos, la explotación que sufren los inquilinos a cargo de los propietarios camuflados de los pisos…). Kruithof ha llevado a cabo consultas intensas con varios alcaldes de las zonas marginales de la ciudad y, como consecuencia y tal y como decimos, la vida municipal es presentada con gran verosimilitud.
Título original: Les Promesses
Año: 2021
Duración: 98 min.
País: Francia
Dirección: Thomas Kruithof
Guion: Jean-Baptiste Delafon, Thomas Kruithof
Fotografía: Alex Lamarque
Música: Grégoire Auger
Reparto: Isabelle Huppert, Reda Kateb, Naidra Ayadi, Jean-Paul Bordes, Mustapha Abourachid, Soufiane Guerrab, Hervé Pierre, Laurent Poitrenaux, Walid Afkir, Vincent Garanger, Christian Benedetti, Anne Loiret, Mama Prassinos,
Productor: 2425 Films, Wild Bunch, France 2 Cinema, Les Films du Camelia, Indéfilms 9