Project Almanac
Ojalá todas las películas basadas en viajes en el tiempo fueran como Regreso al futuro. Ojalá. Es casi imposible repetir lo irrepetible y crear magia hablando de un tema tan trillado y, sobre todo, tan complejo, pero al menos si intentas algo de semejantes dimensiones, es de menester, que al menos te esfuerces en ofrecer un producto algo distinto. Pero la realidad es otra. No todas las películas buscan diferenciarse, tener una identidad propia. Otras se conforman con no irritar demasiado al personal y pasar sin levantar sospechas y sin hacer mucho ruido. Se apuesta más por el suficiente que por el notable, y así vamos.
Project Almanac es una de ellas. Un blockbuster estereotipado hasta los topes, poco arriesgado y con un perfil MTV demasiado acusado; la perfecta carcasa para gustar a chavales de 15, pero con una grave escasez de contenido para el resto de público. Aquí el rollo, perdón por repetirme tanto, va de viajes en el tiempo y de los efectos colaterales causados por estos. Unos loosers de instituto crean una máquina del tiempo con los planos del padre de uno de ellos; se les va la cabeza, empiezan a trastocar el pasado con tanta excursión temporal y lían la de Dios. Ni más ni menos que lo que ya pasara con Doc y Marty McFly pero con menos ciencia, menos lógica y más cámara en mano. Ciencia ficción descremada.
El principal fallo de la cinta reside en su falta de emoción y actitud. No hay ganas de gustar ni de sorprender. Parece que el realizador lo único que quiere es que termine lo antes posible y ya está. Podría parecer que eso del metraje encontrado le podría dar dinamismo al tema, pero nada lejos de la realidad, solo consigue hacer que este plato se indigeste y se repita más que el ajoaceite. Obviamente tampoco le busques lógica al asunto. Chavales de 18 años entendiendo la física cuántica como si fuera un sudoku, como si vieran algo más que números y ecuaciones imposibles (a lo Neo en Matrix). Será que en ese instituto imparte clase un holograma de Einstein o que Will Hunting será bedel allí, porque al parecer los chavales ahí están dopados en ciencias y cualquiera puede montarte un condensador de fluzo con piezas de Lego. En fin, poco real. Tan lejos de lo real como Tatooine de Wisconsin.
En la parte positiva de la ecuación únicamente aparece la música en determinados momentos (aparecen hasta Imagine Dragons) y los créditos finales. El resto es una pérdida de tiempo demasiado evidente. Pretende ser una versión de Chronicle (Josh Trank, 2012) pero algo menos enrevesada y «normal», pero al final, terminar por parecer más una Primer (Shane Carruth, 2008) en modo simplón, nerd y sin posgrado. Si buscas desconectar el cerebro y pasas de complicarte, inicialmente podría servirte, siempre que no le busques demasiado sentido a esta fórmula. Si eres fan del género, ahí tienes Coherence (James Ward Byrkit, 2013), una cinta con menos presupuesto pero con unas intenciones y un acabado absolutamente genial. ¿Garrafón o primeras marcas? Tú decides.
Calificación: 3,5/10
Título original: Project Almanac
Año: 2014
Duración: 106 min.
País: Estados Unidos
Director: Dean Israelite
Guión: Jason Pagan, Andrew Stark
Fotografía: Matthew J. Lloyd
Reparto: Sir Maejor, Sofia Black-D’Elia, Sam Lerner, Amy Landecker, Ginny Gardner, Jonny Weston, Gary Weeks, Gary Grubbs, Katie Garfield, Patrick Johnson, Alexandra Bartee, Taylor McPherson, Anthony Reynolds, Allen Evangelista, Michelle DeFraites
Productora: Paramount Pictures / Platinum Dunes