Noche en el museo: El secreto del faraón

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Algunos directores viven de las rentas, del pasado. Apoyados por los grandes estudios se ceban en la repetición, en sacar películas alejadas de los ricos campos de la creatividad, adentrándose una y otra vez en el submundo más infernal de la tierra de los blockbusters, aportando realmente poco a un universo suficientemente nutrido ya de piezas tan suficientes, poco innovadoras como profundamente simplonas. Producciones que son como el relleno añadido en las almohadas como un extra de lechuga en las hamburguesas. Ingredientes que pueden llegar a lastrar al consumidor final vilmente. Migajas. Sobras. Una forma de gastar pasta sin arriesgar ni un ápice, siendo totalmente partícipes de un sinsentido absurdo y lobotomizador de cerebros humanos que operan en modo automático. Un desperdicio con un bonito lazo.

Y es que así son las piezas que normalmente ofrece el amigo Shawn Levy, objetos con menos alma que una mesa y más blandengues que las ceras del cole. No es que sus intenciones no sean buenas, o que la realización esté en niveles negativos, es que donde no hay, no hay. No se puede sacar oro de una explotación de mármol. Es sumamente difícil escalar el Himalaya con botas quechua. Es  sumamente complicado crear obras maestras con cine familiar, pero, ya que te adentras y cuentas con la inestimable colaboración de actores con una calidad interpretativa intachable (véase Jason Bateman o Adam Driver en su anterior película Ahí os quedáis), existen posibilidades reales de hacer algo digamos «más digno» y fresco. No es tan complicado. Eso es justamente lo que ocurre con su última película, Noche en el museo: El secreto del faraón, otra película suficiente y puramente desaprovechada del director estadounidense, algo por debajo de los niveles de calidad que rezuma el cine familiar actualmente. La tercera parte de la saga. Otro trámite/papelón grande en la carrera de Ben Stiller y Cía. ¿Empezamos?

 

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Historia calcada a la primera y segunda parte; lejos de encandilar. Lo que en la primera era sorprendente, ahora es cansino/repetitivo. Eso de darle vida a los seres pobladores de un museo, en su día funcionó más que correctamente pero es que ya se antoja demasiado poco innovador, repetitivo y realmente manido. En esta ocasión, Larry (Ben Stiller) vuelve a ejercer de maestro de ceremonia en un nueva aventura teniendo esta vez que salvar a sus amigos ficticios de su propia destrucción evitando que la tabla de Ra se extinga, acabando con la magia que puebla el museo. Esta nueva entrega se podría resumir en el episodio 3 dentro de una saga que se ha ido extinguiendo con el paso del tiempo como un cerillo encendido en una piscina. En una película de 2005 estrenada en 2014. Una muestra totalmente desactualizada y centrada más en agradar a niños con efectos especiales que en convencer a adultos, con una falta de profundidad demasiado evidente.

Noche en el museo: El secreto del faraón resulta un clon con más bichos y más efectos pero con menos espíritu. Demasiado lineal para enloquecer y, francamente, menos cautivadora que las anteriores. Se centra más en el avanza y corre sin sentido que en dar muestras de brillantez, de frescura, de alma. Se ciñe más en aportar cantidad que en ofrecer calidad a la muestra. Ni las situaciones ni los propios personajes, totalmente maniatados por un guión en modo servilleta y una historia en modo calco, consiguen adentrarte en la magia del momento, en la grandiosidad de un universo poblado por criaturas y seres de otro tiempo; de una idea tan simple como rotundamente aprovechable. Los actores se transforman en simple cartón, estando en un tercer plano durante todo el recorrido de la cinta, totalmente a disgusto dentro de un compendio de situaciones que no aprovechan ni al 1% su capacidad interpretativa. Sirva de ejemplo Ben Stiller, Owen Wilson o el grandioso Ricky Gervais; que se dejan llevar por la inexistencia de trama para dar su versión más marchita y deficiente. Sin una historia consistente es casi imposible brillar; aquí se confirma.

Aún siendo una cinta resultadista y demasiado alejada de la magia de otras producciones del género familiar-infantil (véase Big Hero 6 por ejemplo), Noche en el museo: El secreto del faraón mejora ese regusto amargo que dejó la segunda parte pero sin llegar a la creatividad emanada por la obra original. Si eres de los que las flipó con las dos primeras puede que esta tercera entrega no se aleje un ápice de tus aspiraciones en una sala de cine, que no se distancie demasiado de lo que esperabas. Para el resto, solo cabe decir que existen mejores alternativas tanto en el cine como en el videoclub. Fácilmente olvidable. Si pueden visiten otro museo, este huele ya demasiado a cerrado.

 

Calificación: 4/10

 
 

noche_en_el_museo_3_Iv_cartelTítulo original: Night at the Museum: Secret of the Tomb (Night at the Museum 3)

Año: 2014

Duración: 97 min.

País: Estados Unidos

Director: Shawn Levy

Guión: Robert Ben Garant, David Guion, Michael Handelman, Thomas Lennon

Música: Alan Silvestri

Fotografía: Guillermo F. Navarro

Reparto: Ben Stiller, Robin Williams, Dan Stevens, Ricky Gervais, Skyler Gisondo, Patrick Gallagher, Anjali Jay, Matthew Harrison, James Neate, Owen Wilson, Steve Coogan, Rebel Wilson, Ben Kingsley, Rami Malek, Mizuo Peck, Dick Van Dyke,Mickey Rooney

Productora: Twentieth Century Fox Film Corporation

 

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