No somos nada
De la mierda a las estrellas
El director peruano Javier Corcuera, afincado en España desde 1986, esperó mucho tiempo a que el grupo musical punk La Polla Records aceptara que se hiciera un documental sobre ellos. ¿Cabrán todos estos años y experiencias en una hora y media?, se pregunta Evaristo Páramos, el director del grupo. El resultado no puede ser mejor. Corcuera ofrece un espléndido documental, de factura impecable y de rotunda expresividad, que además sabe adentrarse en la realidad íntima del grupo, reflejar sus aspiraciones y transmitir la intensidad de una música que atrae a un público desbordado. La película se basa en una gira por España y América Latina (Argentina, Uruguay, Chile y Perú) que La Polla Records realiza inesperadamente en 2019 y 2020, tras haberse separado en 2003. Las tomas de esta última gira se combinan con fotografías, vídeos viejos y excelentes fragmentos de animación basados en cómics de los años 70 y 80, que influyeron decisivamente en Evaristo Páramos.
Además de los espectáculos musicales, una parte muy importante del filme va a estar constituida por la inserción de entrevistas con Evaristo en la naturaleza alavesa y, en menor medida, con Abel, el bajista del grupo, siempre en la barra del bar Otxoa del pueblo en donde, en los comienzos, estuvo instalado el teléfono de contacto y centralización de las operaciones. Las dos series de entrevistas se equilibran muy bien ya que mientras Abel, en un tono mucho más intimista, se dedica sobre todo a subrayar la democracia interna del grupo y su autodidactismo, Evaristo, en cambio, se centra en las ideas, los mensajes, las aspiraciones, la visión que está detrás no sólo de La Polla Records sino, en definitiva, de él mismo, que fue su creador.
Evaristo Páramos revela ser un verdadero filósofo, poeta y analista crítico de la sociedad contemporánea, con un punto de vista demoledor. Gallego, hijo de emigrantes en el País Vasco, es en Agurain/Salvatierra en donde reúne al batería Fernando, a su hermano Abel y a Sume y Txarly, los guitarristas, que son autodidactas y en algunos casos, sin apenas experiencia musical. Dos rasgos definirán a Evaristo y a La Polla Records (creían que Records era la denominación de un grupo musical), aparte de su increíble fuerza de atracción presente en todos sus conciertos: su origen rural y su conexión con la Naturaleza por un lado y, por otro, su radicalismo político y social. Evaristo insiste en que el grupo ha nacido en el campo, alejado de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona (a diferencia de otras agrupaciones punkis, como los Sex Pistols en Londres). Es impresionante la escena en que Páramos contempla Lima y ve una enorme extensión de miseria con unas pocas zonas de riqueza que se van fortificando para alejarse de los pobres (habla incluso de ventiladores para apartar el mal olor de estos últimos).
El ser humano es de bosque y Evaristo dialoga frecuentemente con los árboles, en particular con los robles. Allí puede reflexionar, pensar en sus canciones y en sus mensajes y ensoñarse con un paraíso en medio de la montaña (Urbía), con vacas, caballos y ovejas y en compañía de su familia (su madre Pilar y su tercera hija aparecen varias veces en el documental) y de sus colegas. Todas las canciones de La Polla Records denuncian un capitalismo devorador, que domina las instituciones políticas, judiciales, religiosas, educativas. Es una crítica omnicomprensiva de todas las ideologías, de carácter anarquista en gran parte, que no salva ni al nacionalismo. La educación, por ejemplo, no está diseñada para formar sino para entrenar a pasar al sistema. «Tras la pelota hay mucha mierda»: los gobiernos y los ricos son los que se benefician enormemente del fútbol. La desigualdad está continuamente aumentando: son unos pocos los que están en el piso 1514 y millones se hacinan en el piso de abajo disputándose las migajas.
En España, el grupo y su público representan a los nietos de los perdedores de la Guerra Civil (Corcuera incluye imágenes de los bombardeos y ataques a las ciudades republicanas). A nivel mundial, la crítica es feroz en lo que respecta a la globalización. De ahí, en gran parte, el éxito en América Latina. Al final del documental, Evaristo Páramos reconoce que está viviendo el fin de una época (que su grupo, su música y sus letras supieron expresar muy bien) y espera que la juventud tenga en el futuro una reacción acertada. No somos nada inauguró la Sección Zinemira (dedicada al cine vasco) en el pasado Festival de San Sebastián y fue Premio del Público del Festival de Cine Documental Musical In-Edit 2021. Añadirá sin duda más éxitos, a pesar de la demoledora crítica que le embarga.
Título original: No somos nada
Año: 2021
Duración: 110 min.
País: España, Perú
Dirección: Javier Corcuera
Guion: Javier Corcuera, Manuel Viqueira
Fotografía: Mariano Agudo
Música: La Polla Records
Reparto: Evaristo Páramos, Abel Murua
Productor: Tamboura Films, La Mula Producciones, Intermedia Producciones, Instituto Del Cine De Madrid, Altahabana Films, La Cara A, Quechua Films