Mientras seamos jóvenes
Como todos sabemos, lo de echar la vista atrás para analizar cómo ha transcurrido nuestra vida puede ser un arma de doble filo. Establecer una comparación entre nuestro «yo del pasado» y el papel que jugamos en el presente puede resultar un ejercicio ingrato y hay quienes incluso prefieren no pasar por semejante trance. Los que sí se hayan atrevido a volver la cabeza atrás habrán visto que, por lo general, a todos se nos ha quedado algún sueño olvidado por el camino o que, simplemente, la vida nos ha hecho tomar un sendero que no nos gusta del todo. En definitiva, casi nunca somos quienes alguna vez creímos que íbamos a ser, y casi siempre terminamos haciendo lo que las circunstancias nos han obligado a aceptar. Algunos lo llaman madurar, otros simplemente envejecer. Aunque, en el fondo, ¿Van unidas ambas cosas? Sin duda, no. A veces, en un acto de rebeldía, nos resistimos a tomar la senda que normalmente se suelen caminar en las distintas etapas de la vida. A saber: Encontrar pareja, casarse, formar una familia… Todo eso que hace la gente «normal». Pero, como decía, hay ocasiones en las que nos resistimos a claudicar ante la «lógica de la vida» y en un acto de resistencia nos volvemos a apegar de una manera casi quijotesca a aquello que una vez creíamos que íbamos a ser y a esos sueños que, aunque irrealizados, aún permanecen en nuestra memoria. O sea, lo que unos llaman romanticismo del puro y lo que otros llaman una crisis de los 40 de manual (aunque aquí cabe casi cualquier década a partir de la treintena).
Todo esto viene a raíz de la nueva película de Noah Baumbach, Mientras seamos jóvenes (While We’re Young, 2014). Y es que, en el fondo, bajo su agradable tono de comedia dramática, subyacen los miedos que a veces surgen al darnos cuenta de que hemos cambiado más de lo que creíamos. Esto es lo que precisamente les ocurre a Josh y Cornelia Srebnick (Ben Stiller y Naomi Watts respectivamente) cuando por casualidad conocen a Jamie (Adam Driver) y Darby (Amanda Seyfried), que de repente se encuentran con una joven pareja que parece estar viviendo ese tipo de vida con la que ellos soñaban años atrás y ello les provoca una serie de dudas bastante incómodas sobre la felicidad en su vida como matrimonio y como individuos con sus propios sueños y ambiciones. Pensar en que ellos ya no se parecen casi en nada a ese par de jóvenes talentosos e ilusionados con su futuro les abrirá una herida que tendrán que afrontar como siempre se afronta todo en este mundo cuando de verdad aprendemos algo de valor, a palos. Aunque a decir verdad, detrás de esta película se esconden varias subtramas que complementan a la que ya se ha señalado, aunque créanme, importan bastante menos y están mucho peor logradas.
Sea como sea, podríamos definir Mientras seamos jóvenes como una especie de canto a los años perdidos, a medio camino entre la elegía por lo que ya no podemos recuperar y la tragedia esperpéntica que a veces supone nuestra banal lucha contra todo lo que conlleva envejecer y hacerse adultos. Y es que Baumbach ha decidido entregarnos una historia que, a pesar de poseer cierto regusto amargo, evita caer en lo melodramático y prefiere usar como vehículo narrativo un tono fresco, amable y en ocasiones burlón, algo que por cierto se agradece al verla y quizás sea la principal virtud de su propuesta.
Quienes ya conozcan trabajos anteriores de Noah Baumbach (Frances Ha, Greenberg, Una historia de Brooklyn) más o menos se podrán hacer a la idea del formato de ésta, su última película hasta la fecha. Para quienes no se hayan acercado nunca a su obra, cabe señalar que si deciden ir al cine a verla, se van a encontrar con una producción de corte independiente (o una comedia indie, llámenla como quieran) que muestra más cuidado en el retrato y estudio de sus personajes que en la trama en sí misma. Como si fuese una de esas películas de los grandes de años atrás (¿Woody Allen quizás?), While We’re Young tira de diálogos y buenas actuaciones para cimentarse como obra cinematográfica. Aunque igualmente cabe decir que, si bien la dirección de actores es uno de los apartados que más destaca en la cinta (Stiller y Naomi Watts tienen más química de lo que muchos habríamos supuesto, la dirección o el montaje son otras características que, como habitualmente en el trabajo de Baumbach, resaltan para bien. Con todo, hay ciertos altibajos rítmicos que lastran el cómputo final de sus logros, algo que en la comedia suele afectar especialmente, por lo que comparar la obra con algunas de los más grandes quizás no haya sido del todo justo. Además, tampoco ayuda que su director haya querido solucionar la omnipresencia de la crisis de edad como tema central aportando unas tramas secundarias que, además de poco inspiradas, para nada se sienten necesarias. Y es que cuando Baumbach se aparta un poco de sus personajes y se centra más en los acontecimientos que estos viven (el documental, el alumno usurpador, etc…) el interés decae notablemente. Con todo, se entiende que en general la intención del autor es hablarnos del miedo (o al menos la resistencia) al cambio y la nostalgia que nos produce saber que las cosas no siempre salen como teníamos pensado. Y en lo que atañe al retrato de este tipo de sentimientos, el logro sí que es remarcable.
Resumiendo un poco, y sin extenderme mucho más. Podría decirse que estamos ante una propuesta perfectamente disfrutable, aunque quizás no para todo tipo de públicos. La esencia de su mensaje dificultará que el espectador joven empatice con ella y difícilmente prefiera este tipo de películas ante otras opciones que ofrece la cartelera. Además, su envoltura indie y algo hipster (por qué no decirlo) puede irritar a más de uno. Para los que sí estén familiarizados con este tipo de cine, sí que es una alternativa más que recomentable. Y es que, si buscamos buen cine de autor actual norteamericano, en Baumbach vamos a encontrar un puñado de ideas interesantes. Ideas que pueden gustar más o menos, pero al fin y al cabo ideas que relucen aún más cuando el panorama anda tan saturado de fórmulas gastadas, remakes, secuelas y superproducciones calcadas.
Calificación: 6/10
Título original: When We’re Young
Año: 2014
Duración: 97 min.
País: Estados Unidos
Director: Noah Baumbach
Guion: Noah Baumbach
Música: James Murphy
Fotografía: Sam Levy
Reparto: Ben Stiller, Naomi Watts, Amanda Seyfried, Adam Driver, Charles Grodin, Brady Corbet, Maria Dizzia, Dree Hemingway, Adam Horovitz, Adam Senn, James Saito,Ryan Serhant, Greta Lee, Ashley James, Matthew Maher
Productora: A24 / -IAC Films / Scott Rudin Productions