Matria
Un grito a seguir camino
Matria (2023) es el primer largometraje del director Álvaro Gago (Vigo, 1986), que se proyectó en la Sección Panorama de la 73 edición de la Berlinale y posteriormente en el Festival de Málaga, donde consiguió la Biznaga de Plata la protagonista del filme, María Vázquez, quien engrandece la cinta en cada escena con una interpretación exquisita, verdadera, y generosa, por no mostrar miedo en exponerse entera en cualquier registro. Claramente, Vázquez es la pieza que más enamora de la película. Matria es el título homónimo del anterior cortometraje vivamente laureado (nominado a los Goya del 2017, ganador del gran premio del jurado del Festival de Sundance y mejor corto dentro en el Festival de Valladolid, Seminci, entre otros) que Álvaro Gago ya hubo retratado los similares –o mismos– pesares de Ramona, o mejor dicho Francis, su personaje estrella basado en una mujer real, que entró a trabajar en casa del abuelo del mismo cineasta, y donde ambos han mantenido una amistad hasta día de hoy. Gago dice haber querido ahondar más en ella y en su entorno; en una manera de relacionarse y de vivir, comenta, para esta extensión del cortometraje, y acierta encontrándose con la actriz y con el casting que la rodea. Gracias a la interpretación de María Vázquez la cinta coge tintes de humor que airean el drama, y el habla gallega potencia el carácter de la trama.
Ramona, una mujer de cuarenta y dos años, vive en un pueblo costero de Galicia sumida en un trabajo precario limpiando en una fábrica y consiguiendo dinero extra en un barco para mantener a una hija que resulta vivir fuera de casa y que rechaza su dinero (no quiere ser mantenida, tampoco desea estudiar). La rutina esclavista (trabajo de Sísifo) se desmorona cuando la fábrica cambia de socio y las condiciones de salario vuelven a la casilla de salida, como si de un (mal)juego se tratara. Después de ocho años de trabajo, en el caso de Ramona, las obligan a cobrar el salario “mínimo” (de cinco euros, hora), cual condición, la protagonista no admite, y la echan. A partir de este detonante, debe encontrar trabajo, de lo que sea, pide ella, ¿pero es eso lo único que quiere encontrar Ramona a sus cuarenta años? En fundamento parece que sí, ya que el personaje está sumido en una autodestrucción para, quizás, repetirse en una voz interior (que no oímos), que no merece algo mejor: pudiendo pasárselo bien con un chico, joven y atractivo que la corteja, y quedándose con un gañán que no hace más que llegar a casa borracho y alzarle la voz con ofensas.
Este drama es una crítica social de muchas mujeres trabajadoras que lo hacen fuera y dentro de casa, para poder cuidar, como buenamente pueden, a otros que resultan no ser ellas. ¿Y quién está para cuidarlas a ellas? Porque no lo están ni la familia, ni la sociedad, y mucho menos las leyes (que destruyen más que apoyan). Es un grito a seguir camino, aun cuando se tiene que abandonar la tierra de una para empezar de cero, con media vida detrás de las espaldas, y con esperanza lábil. El guion flojea algo, tanto por una mujer que debe perderlo todo para replantearse y hacerse cargo de su vida, como por un final premeditado, poco original o innovador, con una escena algo ilusoria e ingenua; donde madre e hija se abrazan en un adiós flaco en diálogo, en puesta en escena y en clímax, hacen que la película no sea más buena que aquel corto ejemplar del 2017, donde la trama era la misma, el personaje casi idéntico, pero lo que tenía de delicioso retrato lo ha perdido en querer dibujar un arco dramático de personaje que quiso cerrarse en (o con) todo.
Los escasos planos generales, la cromática idóneamente saturada y el buen ritmo de la película, junto al humor crudo (antes mencionado) de Ramona, la hacen una película muy llevadera, grata de ver. Y, la cámara en mano que persigue a la protagonista (mostrándonos siempre su punto de vista), junto a una mujer de mediana edad, “normal”, que se desvive por buscar trabajo, puede tener atisbos de referencia de Deux jours, une nuit (2013) de los aclamados cineastas belgas, hermanos Dardenne. Álvaro Gago, actualmente, está desarrollando su segundo largometraje de ficción, Porto Alegre. Este joven director galardonado con notables premios a su corta edad, seguro tiene cuestiones interesantes que plantear.
Título original: Matria
Año: 2023
Duración: 99 min.
País: España
Dirección: Álvaro Gago Díaz
Guion: Álvaro Gago Díaz
Fotografía: Lucía C. Pan
Música: Patricia Cadaveira, Marcel Pascual
Reparto: María Vázquez,Santi Prego, Soraya Luaces, Tatán, Susana Sampedro, Francisca Iglesias Bouzón, Sergio Baleirón
Productoras: Matriuska Producciones, Avalon P.C, Ringo Media, Televisión de Galicia (TVG), La Incubadora