Mar adentro
Después de sufrir un accidente, Ramón Sampedro (Javier Bardem), se queda tetrapléjico y postrado en una cama para el resto de sus días. A este marinero, amante de la naturaleza y el mar, le resulta muy difícil limitar su libertad a las cuatro paredes de su cuarto y más aún, depender para todo, y desde hace ya treinta años, de su familia. La única escapatoria que ve a su situación es la de morir dignamente, pero, dado que no existe una vía legal para hacerlo, Ramón necesita que alguien le ayude.
Julia (Belén Rueda), su abogada, va a pasar una temporada en su pueblo y la relación entre ambos se estrecha. Tanto la letrada como una vecina muy querida por el tetrapléjico, Rosa (Lola Dueñas), tratarán de convencer a Ramón de lo bonito de vivir y de las cosas que aún puede hacer a pesar de su situación. Sin embargo, éste ya ha tomado la decisión de emprender el último viaje.
Alejandro Amenábar demuestra una estupenda pericia en el dibujo emocional, retratando con sensibilidad, apego, cercanía y sencillez a unos personajes que rezuman sinceridad y cotidianeidad. Utiliza diálogos muy bien trabajados, sencillos, terminantes, realistas, intensos… y no privándose de simbologías y lirismo,-acentuado por un magnífico trato visual y narrativo, pausado, reflexivo e íntimo-. Domina perfectamente el ritmo y conduce al espectador por donde el quiere. La historia te mantiene al borde del lloro mientras deja que sueltes una sonrisa a base de pequeñas complicidades del guión; hasta que inevitablemente explotas donde tu sensibilidad no pueda más.
Si bien el guión y la convincente actuación de Javier Bardem son la espina dorsal del filme, la mano habilidosa de Amenábar en la dirección también se hace notar. Ya con sus anteriores películas había demostrado que era un aplicado estudiante y conocedor del cine y sus resortes, pero es en esta película donde su trabajo en la dirección de actores destaca sobre las anteriores. Destacan también las interpretaciones del resto del elenco, ( principalmente la de Lola Dueñas ).
Se podría calificar como una película que nos habla tanto de la vida como de la muerte, depende de cómo se mire. Pero el relato nos habla de la vida y la muerte en otros sentidos mucho más complejos y profundos, como el existencial, el legal y el moral, y que conecta de inmediato con el espectador por su lucidez, y emotividad.
Mientras sigues con vida al menos puedes soñar con esas cosas tan simples pero tan importantes que en realidad no puedes hacer: (caminar, correr, nadar..), pero, ¿ y si dolor que te provoca el hecho de ser consciente de que va a resultarte imposible materializar tus sueños, puede llegar a ser tan intenso que es preferible morir a continuar luchando por ellos?.El “derecho” a la vida lo recoge la Constitución, pero ¿dónde esta escrito que estas “obligado” a vivir?
Un proverbio hebreo dice que una hora de vida es vida. Es cierto. Y la calidad de esa hora quizás determine si merece la pena o no. Unos dirán que la merece, sea como sea. Otros dirán que una hora sin dignidad, sin libertad y sin motivación, no la merece. ¿Quién tiene razón?
«Mar adentro, mar adentro,
y en la ingravidez del fondo,
donde se cumplen los sueños,
se juntan las voluntades para cumplir un deseo.
Tu mirada y mi mirada,
como un eco repitiendo sin palabras:
«más adentro, más adentro,
hasta más allá del todo por la sangre y por los huesos.»
Pero me despierto siempre,
y siempre quiero estar muerto
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.»
Calificación: 7,5/10
Año: 2004
Duración: 125 min.
País: España
Director: Alejandro Amenábar
Guión: Alejandro Amenábar, Mateo Gil
Música: Alejandro Amenábar
Fotografía: Javier Aguirresarobe
Reparto: Javier Bardem, Belén Rueda, Lola Dueñas, Mabel Rivera, Clara Segura, Joan Dalmau, Tamar Novas, Josep Maria Pou, Celso Bugallo, Frances Garrido
Productora: Sogecine / Himenóptero / UGC Images / Eyescreen