Mandariinid
Mandariinid (Mandarinas) cuenta la historia de dos hombres, Ivo (Lembif Ulfsak) y Margus (Elmo Nüganen), que habitan en una zona en guerra entre Georgia y Rusia en el año 1990. Intentan sobrevivir hasta que puedan acabar de recolectar la cosecha de Mandarinas de Margus. Pero todo esto es simplemente una excusa para tratar el tema de la moral y la realidad modificada que se crea en toda guerra.
Siguiendo con su vida dura y normal, un día cualquiera se desencadena una pelea entre ambos bandos delante de sus casas, que acaba con dos heridos (uno por bando), que cuidan hasta conseguir salvarlos de una muerte casi segura. Y aquí empieza lo mejor, la evolución de cada uno de los heridos mediante la intervención de Ivo, el cual considera que todos son iguales y no deberían existir estas guerras de bandos cuya finalidad es únicamente económica.
El sentimiento que se desprende continuamente es digno de un maestro llamado Zaza Urushadze, el cual consigue despertar la belleza interior de cada personaje gracias a la comunicación continua con Ivo y Margus, dos ancianos tiernos y emotivos que en todo momento muestran bondad y belleza al espectador. Esta relación entre espectador y actor se ve envuelta por una maravillosa conexión entre el drama y el humor, que aparece en los momentos oportunos, para quitar hierro a los asuntos más peliagudos como cuando se pelean entre los dos supervivientes. Es increíble la demostración de estos cambios de registros tan bruscos y a la vez tan efectivos que consigue el director Urushadze.
El pensamiento estricto del ruso, junto con la cordura del georgiano, se va viendo modificado en cada paso sentimental que da la película y a cada conversación que se vive entre ellos dos, permitiendo que al llegar las escenas duras y puramente bélicas se vean ambos ayudándose por esa familia llamada bondad, comandada por Ivo y seguida muy de cerca por Marcus. Y esto no podría ocurrir sin las maravillosas interpretaciones de los dos protagonistas, muy caracterizados y con las ideas muy claras, que no permiten ni dudar de que su realidad es la cierta, que todos somos iguales.
Respaldados todos ellos por una ambientación rozando la perfección, incluyendo una banda sonora potente que envuelve la escena cuando todo parece perdido y unos paisajes característicos de tierras georgianas, que permite al espectador evitar quitar la mirada durante cada segundo que dura la obra. Sin duda alguna esta cinta entra directamente en la lucha por ganar el Festival, gracias a la magnífica cohesión entre drama y comedia, aunque el plato fuerte son la gran cantidad de recursos utilizados correctamente (música, paisajes e historia).
Calificación: 8,5/10
Año: 2013
Duración: 87 min.
País: Georgia
Director: Zaza Urushadze
Guion: Zaza Urushadze
Música: NiazDiasamidze
Fotografía: ReinKotov
Reparto: Giorgi Nakashidze, Elmo Nüganen, Raivo Trass, Lembit Ulfsak
Productora: Allfilm, Georgian Film