Las aventuras de Peabody y Sherman
Estoy triste, muy triste. El cine de animación que tanto amo está sufriendo una saturación digna de estudio; la calidad se está convirtiendo en algo secundario y, muy a mi pesar, importa más gastar menos que ofrecer un buen producto que satisfaga las necesidades del gran público de forma global, afectando muy negativamente a la calidad de las películas. Donde antes se invertía cien ahora se invierte diez y así nos va; las productoras buscan obtener beneficios de la forma más rápida posible, dejando de lado la calidad (en detrimento de la cantidad) ofreciendo películas horriblemente desdibujadas cuya aportación al género brilla por su ausencia.
Para crear algo diferente tienes que conseguir distinguirte, crear algo único. La clave para diferenciarte del resto no deriva solamente en invertir dinero en tus procesos, sino que es esencial que apuestes de principio a fin en personas, en ideas. Apostando por estas nada puede fallar, el ser humano (por raro que parezca) no tiene límites y, si consigues potenciar toda la creatividad que emana, posiblemente llegues al campo de la excelencia tanto en la concepción de tu producto como en la frescura en tu propio material. Si no lo consigues, siempre te quedará hacer producciones del nivel de Las aventuras de Peabody y Sherman…
Si conoces “El show de Rocky y Bullwinkle” has de conocer a Sherman y a Mr. Peabody. Dichos personajes formaban parte del elenco de la serie animada anteriormente citada en la década de los 60, gozando incluso de sketches propios dentro de la trama principal del show, de ahí a la fama adquirida desde entonces sobre todo en territorio estadounidense. La temática de sus aventuras se basaba en los viajes temporales y en todas las aventuras vividas tanto por el perro (Mr. Peabody) como por su hijo (Sherman) en dichos viajes. Como Doraemon pero a la americana, vamos.
Teniendo en cuenta dichos antecedentes, la trama principal del film quedaba desde el principio bastante clara. La ciencia ficción mola y los viajes en el tiempo más aún (véase Primer), si ya metemos a un perro gafapasta mega-inteligente y su hijo humano (y bastante soseras) en la ecuación y lo edulcoras con alteraciones del espacio-tiempo y movidas varias tendrás un éxito casi asegurado, a las cifras me remito. Tirando de una idea fresca y no demasiado arriesgada ni compleja, Dreamworks ha conseguido llegar al público adolescente con personajes tradicionales, que en su día fueron referencia para toda una generación, consiguiendo un más que considerable éxito en taquilla. Cuanto más simple, más rentable.
Las aventuras de Peabody y Sherman supone una adaptación mal acabada, pero del todo efectiva. Si bien la calidad técnica brilla por su ausencia, logra llegar al público infantil (sin filtro) de una forma rotundamente sencilla y honesta. El aspecto visual resulta un golpe en el abdomen desde el principio, tanto el diseño de los personajes como la animación de los fondos suponen una labor horrible de realización (una patata en toda regla); pareciendo más que animaciones trozos de cartón en movimiento mostrando así el principal punto negro en la realización de la cinta. Además de estar patéticamente confeccionados, los personajes naufragan en la simpleza de principio a fin, no mostrando ni calidez ni carisma en escena durante los 90 aburridos minutos que dura el film. Igualito que Woody y Buzz en Toy Story vaya.
El resultado final pivota entre la excelencia para unos cuantos (público infantil y padres) y el aburrimiento/hastío para otros cuantos (el resto de mortales). Si bien Peabody y Sherman consigue llegar al público más juvenil, solamente se trata de un producto novedoso totalmente olvidable e intrascendental, la gente se olvidará de dicha cinta en cuanto salga otra de Gru, mi villano favorito (Pierre Coffin, Chris Renaud, 2010) o alguna de Disney. Es así.
Aún siendo un ejercicio de animación inacabado y tremendamente simple, cumple con su finalidad principal, que es la de entretener a los más peques. Si tienes más de 15 y te gusta la animación te aburrirá; si estás entre 9 y 15 pasarás de ella; si estás por debajo de 9 la amarás. En conclusión: ojalá vuelva Pixar pronto.
Calificación: 4/10
Título original: Mr. Peabody & Sherman
Año: 2014
Duración: 92 min.
País: Estados Unidos
Director: Rob Minkoff
Guion: Craig Wright (Personajes: Ted Key)
Música: Danny Elfman
Fotografía: Animation
Productora: Dreamworks Animation / Pacific Data Images (PDI) / Bullwinkle Studios