La visita
El terror del hombre a lo desconocido es quizá el más poderoso entre los muchos que nos atenazan como especie, y por extensión el cine de terror se ha servido de ello a lo largo de la historia. Sin embargo, cuando alguien consigue coger algo totalmente cotidiano y llevarlo al terreno de lo desconocido, pervirtiéndolo y volviéndolo inconcebible, provoca que no solo nos veamos afectados por el elemento trastocado sino que, en conjunto, todo lo que considerábamos normal adquiera una dimensión nueva y aterradora. ¿Quién no ha desconfiado de su propio hogar tras presenciar en él algo extraño? Pues el retorno de la mejor versión del realizador indio ha sabido trocar con destreza lo cotidiano en escalofriante, pero vayamos por partes.
Shyamalan, ese maestro del terror que de propina nos dejaba un buen puñado de sugerentes ideas sobre nosotros mismos y al que no le perdonamos un par de tropiezos, ha vuelto a hacerlo. Así de simple, directores mejor considerados nos han sacado los cuartos con cintas pobres antes, pero en los tiempos que corren, en los que puedes transmitirle tu indignación a tu director favorito con solo escribirle un tweet y nos creemos (como espectadores) más importantes que nunca, aunque hayamos visto la película por internet. Ahora sabemos que nuestros magnificados y virtuales egos son capaces de todo (desde la comodidad y seguridad que proporciona el teclado de un ordenador o smartphone) y si un filme es una mierda estamos en nuestro derecho de hablar de la madre del director, ¿o no?
Ante todo esto, La visita es en cierto modo la voz del director. A través de la joven protagonista que muy oportunamente rueda un documental, con unos conocimientos más que suficientes huelga decir, Shyamalan aprovecha para mandarnos un par de recados, y bastante más conciliadores de lo que nos merecemos, la verdad. Durante toda la película, realidad y ficción de entrelazan sin cesar y, de forma genial, somos arrastrados al epicentro dramático de una familia normal desestructurada (ya que a día de hoy quizá sean más frecuentes que las estructuradas y tradicionales) y con todo lujo de matices seleccionados de nuestra propia realidad, conocemos a todos sus integrantes para comprenderles y acompañarles por una peculiar visita a la casa de los abuelos. Ningún elemento esta fuera de lugar a la hora de ilustrar cada escena, la tensión se alterna con la comedia o la situación más costumbrista, todo ello enfocado, eso sí, a que no despegues los ojos de la pantalla ni un solo segundo. Y vaya si lo consigue.
Como nota al margen, para los seguidores del solitario de Providence tenemos un buen número de guiños que añaden una profundidad mucho más inquietante si cabe, y es que si nos atenemos a la lógica que impuso en sus relatos el maestro Lovecraft la cinta tendría un significado secundario y complementario que no hace sino subrayar el fantástico trabajo tanto a la dirección como al guion que nos ha presentado M. Night Shyamalan.
Calificación: 8/10
Año: 2015
Duración: 94 min.
País: Estados Unidos
Director: M. Night Shyamalan
Guion: M. Night Shyamalan
Fotografía: Maryse Alberti
Reparto: Kathryn Hahn, Olivia DeJonge, Ed Oxenbould, Deanna Dunagan, Michelle Rose Domb, Peter McRobbie, Benjamin Kanes, Erica Lynne Arden, Celia Keenan-Bolger,Dave Jia, Shelby Lackman, John Buscemi
Productora: Blumhouse Productions / Blinding Edge Pictures