La tortuga roja
De vez en cuando salen a la luz joyas como ésta Tortuga roja y uno no puede hacer menos que deleitarse. Pese a que es consabido que el mercado cinematográfico actual (y todos los mercados) está industrializado, cualquier campo relacionado con el arte tiende a llevarse la peor parte, siendo casi palpable lo poco explorado que está la animación que se sale de lo establecido y que aun tiene mucho que decir con respecto a las nuevas tecnologías, con el 3D, los nuevos sistemas de representación, etc., y que en esta ocasión nos trae una obra de arte con mayúsculas.
Del ganador del Oscar al mejor corto con Father and Daughter (2000), Michael Dudok de Wit, tenemos una hermosísima y sugerente combinación de animación que se encuentra a caballo entre el anime y la línea clara (una de las muchas variantes de las que se cultiva en el fértil y prospero cómic europeo), que nos cuenta la historia de un naufrago que intenta por todos los medios abandonar la isla donde ha recabado.
Desde la arenosa textura que posee cada plano hasta la inclusión de los personajes los mismos, mostrando como son abrazados por el entorno, una naturaleza exuberante y sublime, podemos apreciar el mimo y esmero que rebosa esta cinta en todos los aspectos. Temáticamente entre la fantasía y lo puramente poético, La tortuga roja fluye, preciosa e hipnótica, consiguiendo que aun sin palabras su lenguaje visual sea rico y completo, y empleando cada forma, color, música y sonido de forma genial. Ochenta minutos que suponen todo un regalo para los sentidos. ¡No os la perdáis
Calificación: 8/10
Título original: La tortue rouge
Año: 2016
Duración: 80 min.
País: Francia
Director: Michael Dudok de Wit
Guion: Michael Dudok de Wit, Pascale Ferran
Música: Laurent Perez del Mar
Productora: Coproducción Francia-Japón; Why Not Productions / Wild Bunch / Studio Ghibli