La no ficción en la 64ª edición de la SEMINCI

Como cada año el Festival Internacional de Cine de Valladolid programa una serie de obras de no ficción repartidas en secciones tan diversas como Tiempo de Historia (fragmentada entre largometrajes y cortometrajes) o DOC. España (también con la misma división). Vamos a repasar algunos de estos títulos visionados en la edición de 2019 que acaba de concluir. En Tiempo de Historia concursaba The Magic Life of V, largometraje del experimentado cineasta finlandés Tonislav Hristov, quien plasma en pantalla el difícil camino de una joven víctima de maltrato y abusos en su infancia para dejar atrás su pasado. Para ello, la adolescente recurre al LARPing (Juego de Roles de Acción en Vivo), que le ayuda a evadirse de la dura realidad que le ha tocado vivir. En cada nuevo juego, una nueva identidad, y en todas ellas pretende enfrentarse a sus demonios y proteger a su hermano mayor, quien padece una discapacidad mental. Con un estilo que bascula entre la ficción y la no ficción y que persigue la belleza con las imágenes, Hristov entrega un emotivo y original relato de superación.
En la misma sección se presentó la película vietnamita Nhà cây (The Tree House), dirigida por Trương Minh Quý. Su director muestra a los habitantes de zonas montañosas deshabitadas de Vietnam para reivindicar la vida de estos lugareños, sus culturas y sus lenguas. Pero Minh Quý no elabora este alegato de forma tradicional, sino que se sirve de una premisa insólita: en 2045 aterriza en Marte un cineasta para realizar una película y será allí donde comience a recordar a personas del planeta Tierra. Esta obra experimenta distintas formas de representación de lo documental y explora los límites del lenguaje cinematográfico, usándose distintos formatos de pantalla, inmortalizando la imagen o jugando con el sonido.
El segundo premio de Tiempo de Historia recayó en la cinta rumana Colectiv, una defensa del periodismo de investigación que narra un grave caso de corrupción política en Rumanía destapado tras el trágico incendio de la discoteca Colectiv de Bucarest, que causó el fallecimiento de más de 60 personas. Un fraude en el sistema sanitario fue el causante de que muchos heridos sin riesgo de muerte terminaran falleciendo. Este caso provocó protestas públicas y la dimisión del Gobierno. Su director, Alexander Nanau, aborda la obra como un reportaje de investigación, con algunos ecos del thriller, que recuerda en España a los mejores programas de Jordi Évole en Salvados.

El jurado escogió como mejor cortometraje a Frisson d’amour, una divertida obra que sigue los pasos de una anciana viuda que ha transformado su vida con el uso de las nuevas tecnologías y la compra de los aparatos tecnológicos más novedosos. Un rompedor cortometraje dirigido por el francés Maxence Stamatiadis que en sus 20 minutos consigue las carcajadas del público pero que encierra la historia de soledad de su protagonista, quien tras la tablet, los correos electrónicos o los asistentes virtuales esconde un insuperable dolor ante la pérdida de su marido y su permanente recuerdo.
El documental español también tuvo su presencia en el festival vallisoletano. He aquí tres ejemplos del estupendo catálogo que programaron los organizadores. Por un lado, Lagun y la resistencia frente a ETA, plausible cinta que homenajea la histórica lucha de la librería Lagun de San Sebastián por defender la libertad. Desde su fundación en 1968, sus propietarios María Teresa Castells, José Ramón Rekalde e Ignacio Latierro sufrieron la represión por parte del régimen de Franco y más tarde, ya en democracia, la de la organización terrorista ETA. Pintadas en los escaparates, incendio, chantajes y hasta intento de asesinato tuvieron que soportar estos héroes anónimos para preservar los libros y, con ellos, la libertad. El debut en el largometraje de Belén Verdugo cuenta con testimonios de personajes tan conocidos como el filósofo Fernando Savater o el escritor Fernando Aramburu.

En la sección DOC. España se exhibió El cuadro, documental de Jorge Sanz que aborda los misterios que rodean a Las meninas, el célebre lienzo del pintor sevillano Diego Velázquez. Se trata de un interesante acercamiento hacia una de las obras pictóricas más importantes de todos los tiempos, planteando distintas hipótesis sobre los significados que encierra el cuadro y fantaseando con lo que Velázquez quería reflejar en él. Como si de una trama detectivesca se tratara, Sanz construye una narración en la que va desvelando lentamente las teorías a través de expertos como el historiador estadounidense Jonathan Brown, el académico Félix de Azúa, el crítico Francisco Calvo Serraller o el pintor Antonio López. Se combina las entrevistas filmadas a cámara fija con imágenes y vídeos de archivo y deslumbrantes secuencias de animación en stop-motion que recrean Las meninas de diferentes perspectivas y combinaciones. Obtuvo la Mención especial del jurado.
Otro gran trabajo de investigación es el que ha realizado Jorge Laplace para su segundo largometraje como director, Equipo D: los códigos olvidados, un recorrido por la Segunda Guerra Mundial a manos del Equipo D, un grupo de matemáticos, ingenieros y lingüistas que contribuyeron a descifrar los códigos que el régimen nazi emitía por la máquina Enigma. Laplace, guionista del celebrado documental 30 años de oscuridad (Manuel H. Martín, 2011), se detiene en los miembros españoles que integraban el equipo, personas desconocidas hoy día pero decisivas para que la guerra concluyera con la derrota de Hitler.