La leyenda del samurái (47 Ronin)
Keanu Reeves, que no conoce el (relativo) éxito desde Dueños de la calle (Street Kings, David Ayer, 2008), película que pese a no ser nada del otro mundo, sí que era bastante entretenida y simpática, sobre todo si la comparamos con esta, protagoniza en esta ocasión una insípida y rutinaria cinta de samuráis en la que todos los elementos parecen haberse dado la mano con la catástrofe, con su habitual profusión de registros y encanto personal, nos cuenta la historia, ya convertida en leyenda, de los cuarenta y siete samuráis, que después de convertirse en ronin, vengan la muerte de su señor, obligado a cometer harakiri (suicidio ritual), aunque adornada en esta ocasión con ciertos elementos fantásticos.
Resulta complicado resaltar algo positivo de una producción de estas características, ya que no tiene prácticamente nada para recordar a lo largo de sus eternos 119 minutos de metraje, en los que se conjugan un casting desastroso, con secundarios que más parecen estar en un reality show o una parodia que en un filme que se pretende dramático, una dirección anodina e impersonal y una atmósfera que apesta a videojuego de segunda. Aunque, si hay algo que un servidor se pregunta, es cómo llegó a tener éxito en primer lugar alguien tan inexpresivo como Keanu Reeves, del que no se recuerda ninguna interpretación que respaldara su continua afluencia a las grandes producciones hollywoodienses.
Su guión infantiloide y por momentos aburrido, lleva a los anestesiados espectadores a trompicones a través de la historia, donde se pueden observar claramente fallas en el montaje, seguramente debido al rodaje y re montaje de escenas posteriores a petición del estudio. Si a todo esto le sumamos que el apartado del rigor histórico tampoco es para echarse las manos a la cabeza, que NINGUNO de los samuráis lleva el peinado tradicional correspondiente a su clase social ni son asistidos por otro guerrero a la hora de cometer harakiri, tenemos un verdadero interrogante de por qué bodrios como estos llegan a las salas no habiéndolo hecho anteriormente excelentes películas como La cabaña en el bosque (The cabin in the Woods, Drew Goddard).
Una prueba más de que el vil metal no es sinónimo de calidad, ni muchísimo menos, y que por mucho que se gasten los grandes estudios en efectos especiales y actores (a priori) “llenasalas”, sin buenas ideas y visión creativa no hay nada que hacer.
Calificación: 1/10
Título original: 47 Ronin
Año: 2013
Duración: 119 min.
País: Estados Unidos
Director: Carl Erik Rinsch
Guion: Hossein Amini, Chris Morgan
Música: Ilan Eshkeri
Fotografía: John Mathieson
Reparto: Keanu Reeves, Hiroyuki Sanada, Cary-Hiroyuki Tagawa, Rinko Kikuchi, Tadanobu Asano, Togo Igawa
Productora: Universal Pictures / H2F Entertainment / Stuber Productions
