La ciudad de las estrellas (La La Land)
Que en nuestra época el musical tenga tan poca representación es algo nimio si tenemos en cuenta que dos de los mejores directores en activo, como John Carney y Damien Chazelle, son sus avatares. La industria ha aprendido a no competir con los mejores y solo hay tímidos intentos en los huecos que éstos dejan. Esta vez, tenemos una obra inefable que consigue que el recuerdo de aquella gloriosa Whiplash (2014) no se empañe lo más mínimo, y se encarga de que la obra maneje otro espectro de emociones, aunque siempre con el jazz presente, eso sí.
A raíz del éxito de su anterior filme, Chazelle tiene mayores medios y los luce de manera generosa, tanto su preciosa y tenue fotografía como la portentosa narrativa que explota llevando su ambición en la dirección hasta un nuevo nivel. El cineasta consigue conservar y transmitir toda la pasión que lleva dentro y su mejor instrumento a la hora de hacer física esta sensación es una genial Emma Stone, que puede que haya su mejor trabajo hasta la fecha, entregándose y deshaciéndose en puro amor frente a la pantalla. Aunque es cierto que algunos de los elementos de su trama son algo tópicos, está tan bien estructurada y lleva su propuesta a tal culminación que al final queda en anecdótico, La ciudad de las estrellas es una de esas películas orgullosa de serlo (ese final…), y se sirve de recursos que a priori podrían parecer arriesgados de la manera más efectiva posible, sobre todo con una sensibilidad y fuerza fuera de toda duda.
Sin embargo, uno de los aspectos más interesantes de (entre los muchos que tiene) La ciudad de las estrellas se encuentra en su lectura del triunfo y el sistema hollywoodiense. Nuestros protagonistas anhelan el éxito por encima de todo y en mitad de esa búsqueda se encuentran el uno al otro, entonces la ciudad, bella, terrible y cruel (un personaje más en manos del director) les concede lo que piden, pero a cambio les arrebata todo lo demás. Para confirmar esta hipótesis no hay más que observar un pequeño pero importantísimo detalle en la escena final que ilustra el futuro de Mia (concretamente antes de ir hacia la cena). Al final, y como diría Rafael Lechowski, el triunfo es una trampa, y en la sociedad en la que vivimos una mucho más peligrosa, aunque esté bellamente plasmada como en esta ocasión.
Calificación: 9/10
Año: 2016
Duración: 127 min.
País: Estados Unidos
Director: Damien Chazelle
Guion: Damien Chazelle
Música: Justin Hurwitz
Fotografía: Linus Sandgren
Reparto: Ryan Gosling, Emma Stone, John Legend, Rosemarie De Witt, J.K. Simmons, Finn Wittrock, Sonoya Mizuno, Jessica Rothe, Jason Fuchs, Callie Hernandez, Trevor Lissauer, Phillip E. Walker, Hemky Madera, Kaye L. Morris
Productora: Summit Entertainment / Gilbert Films / Impostor Pictures / Marc Platt Productions