Jurassic World
En este año 2015 en el que se están reactivando tantas sagas clásicas, y vemos como poco a poco llegan a nuestra cartelera las entregas, secuelas, reboots y reinvenciones es inevitable sentir que a veces la sensación más poderosa que nos gobierna está en las manos de la nostalgia, no las del cine.
Las comparaciones son odiosas, y tanto, pongamos de ejemplo la comparación de una foto original y la copia que ha hecho de ésta el escáner y la impresora más potentes del mundo. Quizá ambas imágenes se parezcan, incluso puede que la última tecnología le dé un toque novedoso, reluciente y parezca alta definición, pero nunca, jamás, nada superará a la esencia original. Si extrapolamos esta comparación al cine (y a Jurassic Park) debemos añadirle que todos nosotros éramos mucho más jóvenes, ingenuos e ignorantes, y que las emociones que viendo esta cinta han supuesto a lo largo de los años y las continuas revisiones a lo largo de nuestra vida, hacen de la comparación una autentica quimera; el que acuda al cine buscando esas sensaciones va a salir decepcionado, el resto puede pasar un buen rato viendo a la madre naturaleza revolverse contra el hombre.
Siendo sinceros, Jurassic World es todo lo buena que puede ser sin el talento de Steven Spielberg, John Williams y Michael Crichton.
Jurassic Park fue una conjunción de talentos irrepetible, y Spielberg es de los pocos directores que puede hacer realmente convertir un blockbuster en arte, en ese sentido no puedo sino desmarcarme del respeto hacia aquella obra maestra y las virtudes que consigue cosechar Jurassic World.
Comenzando por su reverencial respeto hacia la ya comentada cinta original, y creando unos vínculos para la necesaria distinción entre las ambiciones de una y otra, estamos ante una gran película de aventuras con dinosaurios. En ella hay espacio incluso para un cierto mensaje anticapitalista, quizá impropio de un producto de estas características, pero sin duda alguna valido e incluso necesario teniendo en cuenta el público hacia el que está dirigido.
Como en todo blockbuster que se precie, tenemos protagonistas guapos (y WASPs, anglosajones, blancos y protestantes), trama amorosa, lógica imposible y chistes fáciles, y quizá por su apariencia tópica destaque más la labor de su director Colin Trevorrow.
Trevorrow, que viene de sorprender con la fantástica Seguridad no garantizada (Safety Not Guaranteed, 2011) nos da lo que prometió en el tráiler, no se complica a la hora de hacer que no desviemos la mirada ni un segundo de la pantalla, escenas impactantes, agiles y rápidas, mostrando además dinosaurios por todas partes, que es realmente de lo que se trataba, que nadie se lleve a engaño. Ni personajes con complejos desarrollos dramáticos ni abstracciones, aquí hay dinosaurios atacando a gente, y en buen numero.
Calificación: 6’5/10
Título original: Jurassic World
Año: 2015
Duración: 124 min.
País: Estados Unidos
Director: Colin Trevorrow
Guion: Colin Trevorrow, Rick Jaffa, Amanda Silver, Mark Protosevich (Personajes: Michael Crichton)
Música: Michael Giacchino
Fotografía: John Schwartzman
Reparto: Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Ty Simpkins, Nick Robinson, Vincent D’Onofrio,Irrfan Khan, Omar Sy, Jake Johnson, Judy Greer, BD Wong, Katie McGrath, Lauren Lapkus
Productora: Amblin Entertainment / Universal Pictures