Joe
Hace mucho tiempo que no vemos al amigo Nicolas Cage en un papel dramático donde pudiera sacar todo lo que lleva dentro. Últimamente todas sus interpretaciones estaban relacionadas con el mundo de la acción y la ficción, además sin mostrar en ningún momento un cambio artístico en la actuación, siendo una imagen plana y fija en la pantalla sin motivar ni alentar en nada a los espectadores. Caso obvio es el de El motorista fantasma, una de sus películas más malas, donde parecía un muñeco de cartón en lugar de una persona humana. En Joe por fin ha conseguido encontrarse con su persona y muestra todo su talento cuajando una actuación más que admirable y recordando al Cage olvidado tras sus papeles en Adaptation y Leaving Las Vegas.
Esta obra de David Gordon Green es una historia rural que transcurre en Mississipi y trata sobre la historia de cómo Joe (Nicolas Cage) conoce a Gary (Tye Sheridan) y se forma una unión que los hace inseparables, llegando hasta a forjar un plan para intentar cambiar sus vidas. Para rodear la bonita obra se reúne a un ejército de secundarios, poco conocidos pero muy efectivos, que así consiguen realzar las actuaciones principales de Cage y Sheridan. Si he comentado que Cage borda una actuación muy buena, en el caso de Sheridan no se queda atrás y, sin duda, realiza la mejor actuación de la película, superando a cualquiera que se cruce por medio y haciendo parecer que este actor novato lleva años en la interpretación.
Sin más dilación hablemos de la obra en sí. Sin prácticamente preámbulos da comienzo la historia de la solitaria vida de Joe, y no se hace esperar su encuentro con Gary. Al primer momento todo es muy frío y no hay ningún feeling más allá que el de un jefe y su empleado, pero no tardará en labrarse una amistad que acabará llegando hasta las últimas consecuencias. Paralelamente a la relación entre estos se van conociendo detalles de la vida de cada uno, destellos de lo que han sido y porqué actualmente son así, siempre rodeados de un ambiente rural magníficamente recreado y que recuerda mucho a la obra independiente Winter’s Bone (Debra Ganik, 2010) donde su punto fuerte se basaba en una fotografía y actuación brillantes. Ese colorido extraño que es excesivamente utilizado en las películas catalogadas como “rurales”, en este caso es tratado con convicción por el director, aunque no tengo ninguna duda que el director de fotografía tiene gran culpa de esto.
Pero todas estas virtudes se ven empañadas por la previsibilidad que continuamente observamos. No hay ni engaños, ni giros ni sorpresas. Todo te lo dan de manera tan evidente que llegas a pensar que el guion está jugando contigo hasta que ves que simplemente no da para más y todo se va a quedar en lo que te imaginabas. Existen muchos momentos en los que no puedes evitar emular a tu abuela cuando en las telenovelas de la tarde hablaba con la protagonista mencionando frases tales como: “No entres ahí, que te van a matar” o “Tonta, que te está engañando con otro”, solo que en este caso lo que mencionas es: “Espero que esto no sea lo que parece, más os vale”.
Aun así este último punto negativo no consigue echar por tierra el gran trabajo interpretativo, directivo y de fotografía. Debo resignarme pues con algo más de originalidad sería una obra sobresaliente, aun así no puedes perderte este drama sureño, tan previsible como efectivo, para mimetizarte con cualquiera de los protagonistas y dejarte llevar por los caminos de la soledad hasta el final del viaje, un viaje que eso sí, no defrauda con el final, que aun siendo evidente es de los que gustan. Porque recordemos: “Los finales felices son historias sin acabar”.
Calificación: 7,5/10
Año: 2013
Duración: 117 min.
País: Estados Unidos
Director: David Gordon Green
Guion: Gary Hawkins (Novela: Larry Brown)
Música: Jeff Mcllwain
Fotografía: Tim Orr
Reparto: Nicolas Cage, Tye Sheridan, Ronie Gene Blevins, Gary Poulter, Adriene Mishler,Brian Mays, Aj Wilson McPhaul, Sue Rock, Heather Kafka, Brenda Isaacs Booth
Productora: Worldview Entertainment / Dreambridge Films / Muskat Filmed Properties