Entrevista con José Lamuño
Es posible que el nombre de José Lamuño (Oviedo, 1987) no sea demasiado conocido para muchos de los lectores de Mundo Crítica, pero la cara de este joven actor y modelo publicitario asturiano es sin duda muy reconocible para el consumidor de televisión. Confiesa que le siguen parando por la calle para preguntarle por Hugo, el amante adolescente de Judith (Cristina Castaño) al que interpretó durante varios capítulos de La que se avecina y al que él recuerda con mucho cariño, si cabe más desde que fue recuperado para una breve intervención en el celebrado capítulo 100 de la ficción de Telecinco. Más adelante se lo pudo ver como uno de los integrantes de la plantilla médica de Hospital Central en su última temporada, formando parte de los repartos corales de Un golpe de suerte y Aquí me las den todas, a las órdenes de Daniel Calparsoro en la impactante tv movie Tormenta e interpretando personajes episódicos en series tan conocidas como Aída o mas recientemente Vivo cantando.
Ahora, su sueño de debutar en la pantalla grande se ha cumplido gracias a otra debutante, Manuela Moreno, y su Cómo sobrevivir a una despedida, una muy divertida comedia que protagonizan, entre otros, Natalia de Molina y Úrsula Corberó, y que tras su paso por el Festival de Málaga llega a las salas de todo el país el día 24 de abril. En Mundo Crítica hemos tenido el placer de charlar con él y realizarle esta entrevista.
¿Qué nos vamos a encontrar en Cómo sobrevivir a una despedida?
Nos vamos a encontrar con una película muy divertida donde la gente va a empatizar mucho con los personajes. Es una película muy valiente, arriesgada, en la que todos y cada uno de los actores, el equipo y la directora hemos puesto lo mejor de nosotros mismos. Hemos apostado muy fuerte y vamos a encontrar una película muy distinta a lo que se ha visto y con la que la gente va a disfrutar mucho.
¿Cómo llegaste tú al proyecto?
Hice la prueba para uno de los personajes protagonistas, porque Manuela (Moreno, la directora) había visto trabajos míos y le había encajado, y la verdad es que desde el principio de las pruebas tuve muy buen feeling con ella. Al final resultó que por tema de perfiles y por cómo funciona esta profesión me dio otro personaje con el cual estoy encantado, la verdad.
Tu personaje se llama Yago. Cuéntanos un poquito quién es él.
Yago es un personaje que el grupo de las chicas conoce en la isla. Concretamente lo conocen los personajes de Marta (Úrsula Corberó) y Mateo (Brays Efe) en la playa y se quedan los dos prendados de él. Marta y Mateo siempre tienen la lucha de ligar juntos, tienen mucha complicidad entre ellos y empiezan a apostar quién se lo lleva (risas). Quedan con él por la noche, se emborrachan, la lían… y hasta ahí puedo leer. Ya se verá que pasa.
Cómo sobrevivir a una despedida es tu primera película. ¿Qué recuerdos guardas del rodaje y qué ha sido lo más especial?
Fue un rodaje maravilloso. Te puedes imaginar, era en primavera, en Las Palmas de Gran Canaria… me hizo mucha ilusión porque yo conocía a varios de los chicos. Por ejemplo, a Úrsula Corberó la conozco desde hace muchos años, le tengo mucho cariño y somos muy amigos. A María Hervás también la conozco desde hace muchos años, y coincidir en proyectos con gente a la que quieres siempre es muy gustoso. Con Manuela también tuve muy muy buen feeling y cuando llegué al rodaje me sentí muy arropado. Nos divertíamos mucho en el rodaje a pesar de que era duro porque teníamos muy poco tiempo, pero fue muy divertido. Éramos como una piña, teníamos muy buen rollo y me llevo haber compartido esa experiencia con otros actores para quienes también era su primera película, incluida la propia directora.
De un tiempo a esta parte se han estrenado muchas comedias muy divertidas con sello español: Tres bodas de más, Ocho apellidos vascos… comedias para que la gente pase un buen rato en el cine y se evada. ¿Crees que el mal momento que vive el país es más propicio para que surjan este tipo de producciones? ¿Es esto lo que quiere y necesita ver ahora la gente?
Claro, creo que últimamente todo el mundo tiene una actitud muy negativa… en parte porque es una realidad y también porque la sociedad nos lo impone porque todo el mundo habla de lo mismo. Evidentemente es una realidad de la que hay que hablar, y que hay que asumir y que hay que superar, pero démonos un margen para por lo menos ir al cine, reírnos, evadirnos, olvidarnos de la que está cayendo y por lo menos que nos saquen una sonrisa.
¿Cómo ves el panorama del mundo del cine y la actuación? Parece que cada vez es más difícil poner en marcha un proyecto, sea en cine o en teatro.
Por desgracia tenemos un IVA muy alto que hace que a veces no compense sacar los proyectos, aunque mucha gente está haciendo muchos esfuerzos porque se resisten a que la cultura no salga adelante. Creo que estamos en auge, creo que la cosa está mejorando, porque cada vez se hacen más proyectos, y proyectos más arriesgados, cada vez hay más ficción, sigue habiendo cine… no tanto como antes pero parece que otra vez empieza como a apostarse por lo nacional y lo de la tierra. Estamos uniéndonos todos con las manos intentando sacar esto adelante.

Estuviste en un proyecto televisivo muy interesante llamado Tormenta que sin embargo no tuvo demasiada repercusión. ¿Qué recuerdas de aquel rodaje y de la oportunidad de trabajar con Daniel Calparsoro (director de Guerreros, Asfalto o la reciente Invasor)?
Cuando Daniel sacó una de sus primeras tv movies, El castigo, yo hice el casting para interpretar a uno de los personajes, pero no me cogieron. Y recuerdo estar en mi casa, en Elche, donde vivía entonces, viendo la película y pensando: «Se acabó. Tengo que ir a Madrid, tengo que formarme, tengo que trabajar con este tío». Me había tocado tan de cerca… fue la primera prueba que yo hice en mi vida y me pareció fascinante. Me dio una envidia sana de los compañeros que habían hecho esa tv movie que me fui a Madrid, comencé a formarme, y un día mi representante me llamó para decirme que Daniel preparaba otra tv movie y me había convocado para el casting. Yo no me lo podía creer, tenía que salirme como sea… es más, recuerdo que por aquel entonces llevaba el pelo bastante largo y con el rollo que yo intuía que Daniel podía necesitar, por el tipo de tv movies que él hacía… fui al baño y me rapé el pelo. (risas) ¡La gente no se lo podía creer! Al día siguiente mi representante me echó la bronca. Pero lo hice porque creía que los personajes iban a ser duros, atormentados… y eso le pegaba mucho al personaje. Pasé tres o cuatro pruebas y al final el mismo Daniel me dijo que el personaje de Alfredo era para mí. Daniel es una de las personas que más me ha marcado, sin ninguna duda. Me enseñó muchas cosas tanto a nivel profesional como personal. Le agradezco mucho la oportunidad que me dio y la gran apuesta que hizo por mí. Fue una película muy dura de rodar porque vivíamos situaciones duras a nivel psicológico y porque Daniel nos llevaba al límite, porque él también va al límite. Quiere que todo sea de verdad y que sus actores se mojen, y eso es complicado porque se te revuelven muchas cosas por dentro. Es una pena que la gente no encajara el proyecto porque me parece que era muy innovador y de buena calidad.
¿Qué personaje le gustaría interpretar a José Lamuño? ¿Quizás un gran villano o algo de época?
Me gustaría mucho trabajar época. Es un medio en el que no me he movido mucho y creo que sería bueno indagar en ello. Me gustaría trabajar también cosas que se alejen mucho de mi, como un asesino o una persona con trastornos psicológicos, cosas que hay que investigar y van más allá de la propia actuación, porque es un trabajo de composición y de arriesgarse y ser valiente.
¿Con qué directores te gustaría trabajar?
Siempre digo lo mismo… no soy muy de soñar a lo grande. Me encantaría trabajar con los grandes, pero a mí me hace soñar una persona que llegue y confíe en mí y piense que yo puedo hacer su personaje. A mí eso ya me hace soñar porque a mí me gusta mucho mi trabajo. No necesito hacer grandes cosas con gran repercusión, sino que me gusta trabajar. En grandes cosas, en pequeñas cosas, siempre y cuando me enriquezcan y sobre todo crean que yo puedo hacerlo.
¿En qué proyectos te vamos a poder ver después de Cómo sobrevivir a una despedida?
Ahora mismo estoy centrado en la promo y el estreno de la película y después ya se verá. Estoy haciendo muchos castings, estoy en pruebas finales para bastantes y buenos proyectos y espero pronto poder seguir haciendo mi trabajo. De momento, si se retrasa todo, me iré todo el verano fuera de España, para aprender idiomas, vivir otras experiencias y… ya se verá. Ya sabemos que en este mundo nunca se puede decir «dos y dos no son cuatro» (risas).
Muchas gracias por tu atención, José. Estaremos atentos a tus próximos proyectos. El equipo de Mundocrítica te desea la mejor suerte del mundo.
Muchas gracias a vosotros.