Entrevista a Javier Angulo
Este próximo sábado 21 de octubre dará comienzo la 62 edición de la Semana Internacional de Cine de autor en Valladolid (más conocida como la SEMINCI) que se prolongará hasta el sábado 28 de este mismo mes. Ocho días del mejor cine mundial en una edición en la cual las directoras cobran especial protagonismo, en la que se realiza la primera retrospectiva en España sobre la cinematografía islandesa y en la que, además, se va a analizar con las distribuidoras la aparición de las nuevas plataformas para ver cine y el futuro de las salas. Hablamos de todo esto con su director, Javier Angulo (Bilbao, 1949), quien cumple 10 años al frente de uno de los festivales cinematográficos más antiguos de nuestro país.
A tan solo cuatro días de que arranque el festival, ¿cuáles son las emociones ahora? ¿Siguen existiendo los típicos nervios o después de nueve años se pasan estas horas previas de otra forma?
Nada. Eso es como los toreros o los actores antes de salir al escenario, nunca se quita uno los nervios. Sobre todo porque al frente de un festival, aparte de la parte artística que es la que siempre se tiene más terminada y controlada, existen mil aspectos que son de gestión, de organización, de los eventos. En definitiva, de todo lo que rodea a un festival, que es mucho. Aquí trabajamos durante los días del festival más de 200 personas. Que atendemos a más de 1000 invitados. ¡Esto es un tinglado bastante gordo! Mil cosas que has estado pensándolas y trabajándolas durante todo el año y que ahora al final hay que rematar. Aunque es verdad que habiendo pasado por esto años anteriores el vértigo es un poco menor.
Si por algo se define esta edición es por el papel esencial que van a tener las mujeres realizadoras. Hay hasta 9 largometrajes dirigidos por directoras que compiten en Sección Oficial, más de la mitad en Punto de Encuentro, se ha elaborado además un ciclo especial (Supernovas) y se celebrarán coloquios sobre el papel de la mujer en el cine.
La verdad es que no ha sido una búsqueda premeditada. Se ha dado que este es un año en el que hay muchas y buenas películas de grandes directoras, tanto veteranas como jóvenes, y de alguna manera se nos ha venido un poco dado. Cierto es que aquí existe una sensibilidad por este tema, no en vano en mi equipo estable hay mayoría de mujeres. Y a mí me gusta mucho la manera de pensar femenina y la mirada que posee la mujer del mundo. Es un privilegio poder contar en esta edición con directoras como Naomi Kawase, Agnieszka Holland o Sally Potter. Así como a realizadoras con enorme talento y muy jóvenes que están pidiendo paso. Ellas están marcando con su valiente y distinta mirada hacia la sociedad un nuevo cine en todo el mundo, incluyendo a Asia y a África.
Se ha dicho en estos últimos años que el cine español que más interesaba se lo llevaba todo el Festival de San Sebastián, pero hemos visto como interesantes propuestas nacionales van a estrenarse en otros certámenes. El caso de Isabel Coixet que inaugura la SEMINCI con La librería, el de Carlos Marques-Marcet que también hace lo mismo en el SEFF con Tierra firme, o Jaume Balagueró que estrenó Musa en Sitges, así como otros títulos muy sugerentes.
Sin duda algo cogemos, pero San Sebastián se lo sigue llevando casi todo. Cuando Rebordinos tira las redes se lleva lo que quiere. El festival de categoría A es San Sebastián, que tiene un presupuesto de 7 millones y medio frente a los 2,2 millones de euros que tengo yo. Hay que asumir lo que hay, San Sebastián es un magnífico y gran festival al que le tenemos una gran admiración.
Ha recalcado estas semanas que los espectadores que vayan a acudir al festival no se centren solamente en la Sección Oficial, pues hay otras secciones como Punto de Encuentro o Tiempo de Historia que merecen muchísimo la pena.
¡Claro! Es que Punto de Encuentro es una sección entera de 14 o 15 obras que son todas primeras o segundas películas. Con lo cual damos la oportunidad de que muchos grandes directores y directoras del mundo tengan la oportunidad de debutar en este festival donde tan grandes realizadores han debutado, tanto extranjeros como españoles.
Suele decirse que en los festivales de cine abunda el drama. Y cierto es que se suele programar comúnmente poco cine de género y escasas comedias. ¿Qué temáticas encontraremos en esta edición de la SEMINCI?
Efectivamente. Pero, ¿tú te crees que el mundo está para mucha comedia? El mundo está para mucho drama, pero es cierto que se agradece bastante la comedia. Y nosotros este año tenemos un poco de todo. Hay algún melodrama, un thriller, algunas comedias, aunque muy críticas e histriónicas, como pueden ser la británica The Party o la islandesa Under the Tree. Hasta un documental en la Sección Oficial, Human Flow de Ai Weiwei, que es una película de lo más impactante donde el espectador verá delante de sus ojos la situación actual del tema de los refugiados en todo el mundo, donde existen más de 60 millones de personas desplazadas. Es pavorosa la situación y no nos damos cuenta porque estamos en nuestro confort y bienestar de un país desarrollado.
Indudablemente es una apuesta plausible que el festival vallisoletano traiga este documental del célebre artista chino después de su paso por Venecia. Por otra parte, quisiera preguntarle su opinión acerca del debate generado este año a raíz de las nuevas plataformas de exhibición como Netflix y su inclusión en las secciones oficiales de grandes festivales como Cannes o San Sebastián.
Nosotros de momento no llevamos nada de Netflix ni ninguna serie que estrenar. No me importaría si realmente es una buena serie y con una buena factura artística. No la hemos tenido este año pero tampoco hemos hecho grandes esfuerzos por tenerla. Pero he de decir que si Enrique Urbizu hubiera acabado los primeros capítulos de su serie probablemente hubiera intentado conseguirla. Pues contra los tiempos y contra las tendencias a veces es muy difícil pelear. Yo soy de los que sigo pensando que estas plataformas con nuevos modos de distribución y exhibición están bien, pero debe haber un territorio para todos. No pueden estas plataformas acabar con la distribución de cine como hasta ahora y, sobre todo, con la exhibición de películas en salas. No deben. Creo que hay sitio para todos si lo hacemos bien. Sin hablar de las antiguas ventanas que se respetaban, y que en Francia todavía se respetan, siendo este país modélico en este sentido, los distribuidores deben de tener todavía su tiempo y su trabajo para distribuir buenas películas hechas para cine. Con su alta definición y sus 24 puntos de sonido. Esas películas hay que verlas en salas. No se pueden ver en una tablet ni en una pantalla de ordenador. Ni siquiera con un home cinema. Son para verlas en una sala. ¡Por Dios!
Comparto tal sentimiento reivindicativo a favor de la gran pantalla y en la necesidad de alertar sobre la situación que atravesamos actualmente.
Hay que llegar a un equilibrio para que haya un tiempo entre que la película esté acabada, se pueda estrenar en cines, en grandes salas para que el espectáculo total sea de verdad, con buen sonido y buena imagen, y luego ya pasen a estas nuevas plataformas para que todo el mundo pueda encargar a la carta lo que quiera ver. Pero pasado un tiempo, que no hace falta que sea de años, sino seis meses o algo razonable. Porque si ya desde el principio una película de estreno se exhibe en una plataforma online y yo puedo desde mi casa servírmela, ¿para qué quiero yo la distribución? ¿Para qué quiero las salas de cine? Este es el debate que tenemos que abrir. Y aquí de hecho lo tenemos, pues los días 24 y 25 van a aterrizar hasta Valladolid todos los grandes distribuidores de cine independiente y de autor en España para debatir, como operadores de televisión, exhibidores y representantes de las plataformas, el presente y el futuro de la distribución y exhibición de cine con todos estos nuevos sistemas que han aparecido.
Le dedican este año una retrospectiva a la cinematografía islandesa contemporánea. ¿Qué tiene Islandia y su cine como para que os hayáis decidido a brindarle una sección al completo?
Pues si uno entra en IMDb o en cualquier otro portal de cine y busca cine islandés comprobará cómo en los últimos años en todos los grandes festivales las películas realizadas en este país han ganados muchos premios. Algo tienen. Se trata de un cine muy realista, pegado a la calle, con una luz y tonalidad bastante especiales y con un sentido del humor muy irónico y singular. Son gente que nos queda lejos pero en el fondo están relativamente cerca. Es una isla de sol en un paisaje helado. Y eso imprime carácter. El cine que hacen a mí me fascina y es por eso que este año el país invitado es Islandia. Yo invito al público a que descubra esta fascinante cinematografía que exactamente no tiene nada que ver con la sueca o la danesa, que se encuentra en la misma órbita pero que posee una personalidad propia. Puedo decir que lo más interesante que yo he visto en el cine europeo en estos últimos tiempos es el cine que se hace en Islandia.
Javier, aun sabiendo que es complicado y que le pongo en un aprieto, ¿podría darnos el nombre de algún título de esta edición que recomiende especialmente?
Me lo pones muy difícil. Primero porque yo tengo mis propias quinielas particulares que las dejo escritas antes de comenzar el festival, que aunque no siempre acierto mucho veces sí que coincide con los premios, y segundo porque no puedo dar mis favoritas y así favorecer en algún sentido una película al respecto de las demás. Sí te digo que creo que tenemos una selección imponente este año, un nivelazo de películas de esas que te impactan, que te emocionan, que te conmueven. Ese es el cine que a mí me gusta y el que considero que debemos de defender.
No quiero concluir esta entrevista sin recalcar la importancia de una sección como es la SEMINCI JOVEN, con obras destinadas a jóvenes entre 12 y 18 años y que tiene como finalidad fomentar valores, educar miradas, y que los chavales puedan aproximarse al séptimo arte y a sus festivales. Y además la sección es competitiva.
Es que estos jóvenes son el futuro del cine, pero del cine en sala. Lo que hay que hacer es acercar a estos chicos hasta las salas y fomentarles esta pasión. Tanto a los más pequeños que van por la sección MINIMINCI, pensada para niños de los colegios de toda Castilla y León, como a los de SEMINCI JOVEN, que son algo más mayores. En total entran en sala en torno a 20.000 o 25.000 jóvenes, de los que en un 60% no han entrado nunca en una sala de cine. Por lo que es muy importante que descubran lo que es ver cine en una sala, con esa imagen y ese sonido envolventes, que aprecien que ese espectáculo no lo van a tener nunca en casa. Y de eso se trata, repito, de que sientan el placer de ver una película pensada y creada para ser vista en una sala de cine, no en un móvil ni en un ordenador. Y si eso lo descubren irán al cine ellos solos o con sus amigos. Esta es la esperanza del futuro.