El videoclip del viernes
Natalia Lafourcade es una de esas privilegiadas artistas que, además de cantar, saben «contar». La mexicana siempre viste sus composiciones con un lenguaje sencillo de metáforas fácilmente comprensibles; así nada estorba al mensaje, ni nada interfiere entre el corazón de la cantante y su oyente. Su narrativa, siempre natural, está pensada para que los sentimientos fluyan utilizando como puente ese canal tan maravilloso que solo los más grandes compositores saben tender, es por ello que ya se ha convertido en toda una figura de culto, no solo ya en su país natal sino a lo largo y ancho del resto del mundo, sobre todo allí donde habitan hispano-parlantes.
Hasta la raíz, su quinto disco de estudio y el último hasta la fecha, es el paradigma perfecto que ejemplifica cómo construir un grandísimo álbum canción a canción, sin necesidad de caer en el histrionismo de la industria, ni en abstracciones retorcidas o innecesarias. En otras palabras, con ésta última publicación, Natalia vuelve a dejar claro que el mejor método para emocionar es siempre el hablar claro y a corazón abierto.
La canción que hemos querido elegir para nuestro nuevo Videoclip del viernes es un fiel reflejo de lo que venimos diciendo. Lo que construimos nos traslada el mensaje de alguien que con tristeza se resigna a tener que despedirse de aquello que más ha querido en su vida. De aquello que construyó con quien amaba y ahora se esfuma. La melancolía de su lírica es implacable y capaz de emocionar hasta al más estoico, trayendo irremediablemente un torrente de caras, imágenes y momentos de esos que todos guardamos en nuestra memoria más íntima. Y sus preciosos acordes, igualmente sencillos y elegantes, ayudan a que lo que ya es bello de por sí termine brillando como un diamante único.
Cualquier lista de elogios se quedaría corta a la hora de ensalzar a la figura de Natalia Lafourcade. Créanme, aunque su aterciopelada voz no inunde las emisoras de radio más comerciales, su música es merecedora de que se le preste una voluntad de acercamiento. Pero incluso más allá de su trabajo como cantante, compositora y productora musical, su interés se expande a otras dimensiones que igualmente la hacen una de las figuras más magnéticas del panorama latino de los últimos años: actriz, filántropa, diseñadora de moda… Natalia Lafourcade es una de esas mujeres inquietas que parecen empeñadas en demostrar que lo bello es tan efímero como casi irrepetible.
En cuanto al trabajo audiovisual que acompaña a Lo que construimos, cabe decir que complementa a la perfección y enriquece el significado del propio tema, dándole un matiz tan surrealista como mágico. Su director, Alonso RuizPalacios (responsable de la genial cinta mexicana Güeros, 2014) es a su vez uno de los cineastas más prometedores del panorama del cine actual, y en esta ocasión ha demostrado con creces que sabe estar a la altura incluso cuando se trata de trabajar conjuntamente con artistas de la talla de Natalia. Los planos, la luz y la fotografía que nos regala en los casi cinco minutos que dura la canción son una maravilla de esas que dignifican el formato del vídeo musical y demuestran que entre sus partidarios se esconden realizadores muy atractivos.
Extenderse demasiado más teniendo una maravilla como Lo que construimos esperando a ser vista y oída es casi un delito. Así que, sin más, os invitamos a conocer el trabajo de Natalia Lafourcade. Seguro que una vez nos embriague su poesía nos resultará imposible volver a separarnos de ella.
Buen fin de semana. Disfruten de lamagia. Que siempre se esfuma.