El videoclip del viernes
Más música. Otra semana más; pero con las ganas intactas. Después de haber dado un gran repaso por distintos y muy diferentes géneros musicales llega el turno de cambiar de ritmo. Nuestra reseña semanal hoy podría titularse perfectamente «Génesis», dado que esa sea quizás el aroma y el regusto que dejan las creaciones del grupo de este viernes. Como si todo comenzara en su música, una banda sonora cuasi divina que nos traslada a otra época, a otro ambiente. Dejémonos de misterios, de incógnitas: es el turno de Justice.
Si a día de hoy la Edad media se pudiera describir con un hilo musical ese seria el de la dupla Xavier de Rosnay & Gaspard Augé. Su sonido también podría ser el de la corte francesa allá por el siglo XVIII, la música que Maria Antonieta y los suyos se enchufarían en los jardines de Versailles en caso de tener un hipotético reproductor. Voladas aparte, definir a Justice pasa por hablar de revolución sonora, un paso más en la particular escala evolutiva de la electrónica francesa, emergida de la mano de agrupaciones como Daft Punk, Simian Mobile Disco, Mr.Oizo o el propio Busy P (estos últimos editando sus trabajos en el sello Ed Banger), que tantos estragos ha causado en el panorama mundial en los últimos 20 años.
Justice aparece en escena allá por 2005 con el EP Waters of Nazareth, una tarjeta de visita fuerte, tajante, directa y fresca, muy muy fresca; que formaría parte de su primer gran álbum posterior † (Cross). 2007 fue el año. Gran año. Ahí alcanzaron el máximo esplendor en su música consiguiendo maravillar a base de ritmos potentes y melodías hipnóticas; composiciones propiamente dichas que divergen en un compuesto tentador y atractivo. Desde «Phantom» hasta «D.A.N.C.E» pasando por «Stress», el lp carece de fisuras sonando como un complejo ente diseñado para sumir al oyente en un perpetuo movimiento de cabeza que no para hasta que termina la pieza. Increíble. Irrepetible.
Y después tocaba innovar. Tocaba igualar lo anterior mejorando o al menos igualando un nivel que ya rozaba el sobresaliente. 4 años más tarde llegó Audio, video, disco , su siguiente álbum de estudio, un trabajo prometedor aunque finalmente una obra menor respecto a su anterior propuesta. Menos fresco, algo más difuso y demasiado saturado. Intentaron tender más al rock electrónico pero la efervescencia y la genialidad se perdieron en el camino. Aunque siempre nos quedará «Civilization»: el corte más distintivo, más original y más enraizado en la idea fundamental del grupo. Espectacular en sus inicios, profundo, galáctico, bello y profundamente embellecido por una excelencia extrema a la hora de crear cortes, de mezclar estilos y tendencias generando un todo elegante e intuitivo. Esos sí que eran los Justice que conocíamos. Todavía hoy no se llega a comprender qué fue lo que les impidió marcarse un lp en la misma línea, todavía…
Edouard Salier, artista francés establecido en el panorama de mediometrajes (Habana, Flesh), anuncios (Smirnoff, Nike) y videoclips (Metronomy, Massive attack); es el encargado de embellecer algo que ya es sumamente bello. El tema aparece como excusa para explicar la vida en una cúpula repleta de signos y vestigios de una civilización abandonada. Ejerce de banda sonora de un caos estético. Como un hilo musical de la destrucción del mundo en clave de apocalipsis. Trabajo digno de ver.
Sin más, toca disfrutar del finde. Dale al play anda.