El videoclip del viernes
¿Sabéis esas canciones que, una vez se escuchan (aunque sean escasos segundos), ya es imposible sacárselas de la cabeza? Seguro que sí, ¿verdad? Pues bien, nos podríamos jugar lo que fuese a que nuestro nuevo Videoclip del viernes va a producir ese efecto sí o sí en quienes lo vean. Y no es para menos, pues en esta ocasión nos sumergimos en el fin de semana de la mano de uno de los temas más míticos y populares que ha dado el britpop de los noventa. Nos referimos a Bitter Sweet Symphony, de la banda liderada por Richard Ashcroft, The Verve. Un tema que, gracias a la reconocible melodía de cuerda que suena desde el principio del mismo, se hace pegadizo hasta decir basta.
Para quienes no hayan vivido en este planeta durante las últimas dos o tres décadas o por algún otro motivo aún más extraño no conozcan a los de Wigan (UK), cabe aconsejarles que se acerquen al sonido de los británicos, por ejemplo, con el disco que contiene éste, a todas luces, su tema «más viral». O lo que es lo mismo, pero dicho de otra forma: su Urban Hymns (1997) puede ser el aperitivo perfecto para fagocitarse el universo ecléctico que es la música de The Verve. Toques de psicodelia, algo de space rock, shoegaze, dream-pop… los registros de estos artistas tienen más capas y matices de los que sus singles puedan dar a intuir. Aunque claro, seamos realistas. Si por algo se le conoce a The Verve, es por este pelotazo sonoro que hemos seleccionado, el cual sin ir más lejos llegó a ser nominado y reconocido con numerosísimos premios, y lo que es más importante, por las principales listas de venta del mundo. Más tarde llegarían los anuncios y su explotación masiva en todo los terrenos posibles de la multimedia, por lo que su popularidad terminaría por dispararse hasta tal punto que más de uno puede argumentar que dicho tema llegó a ensombrecer al resto de su discografía. Pero no… nada más lejos de la realidad… Quienes piensen que The Verve son una de esas one-hit wonder/band, se equivocan de cabo a rabo. Tan solo hay que darle una oportunidad a su A Northern Soul (1995) o su A Storm in Heaven (1993) para darse cuenta que los trabajos de los del Reino Unido tienen mucho por descubrir. Aunque bueno, nosotros no hemos podido resistir la tentación y hemos querido centrarnos en su tema más famoso. Y es que Bitter Sweet Symphony se nos antoja perfecta para dejar atrás el estrés de la rutina semanal y abandonarnos al esperado finde. Nada mejor que dejarnos llevar por su harmonía difusa y casi impalpable para relajarnos y tomar fuerzas para disfrutar. De camino, esta maravilla viene acompañada por un apartado visual más que curioso.
Dirigido por Walter A. Stern (quien por cierto también ha trabajado para otras bandas como los Chemical Brothers, Massive Attack o The Prodigy), el video nos muestra al propio Richard Ashcroft atravesando las calles de Londres, sin prestar demasiada atención a lo que le rodea (algo que bien se puede interpretar como una metáfora de la alienación urbana), cantando el tema que suena. Prácticamente rodado en una sola toma continua, el resultado es tan magnético como sencillo. Una muestra de que, en el cine, lo bueno no tiene por qué ser grandilocuente ni rebuscado. Aunque, a decir verdad, ¿para qué explicar lo que se puede ver a golpe de click?. Mejor os invitamos a pulsar el play y a disfrutar de Bitter Sweet Symphony como si fuera la primera vez que la hubieran escuchado. Eso sí… nos remitimos a lo dicho al principio. Por mucho que conocieran este tema de antes o no, seguro… sí… seguro… que terminan tarareándolo buena parte del fin de semana. ¡¡Que nadie diga que no le han advertido!!
Feliz finde a todos. Larga vida al arte.
