El videoclip del viernes
De la noche al día cambiaron. Dejaron ese aroma a Rolling Stones y sabor a Marlboro para adentrarse en el mundo de los sintetizadores y la distorsión más electrónica, cambiando su estilo, su visión y su interpretación del rock. Así son Primal Scream, una banda tan atípica como irregular dentro del extenso universo del rock británico al uso, haciendo evolucionar su sonido trabajo tras trabajo, década tras década.
Todo empezó a finales de los 80, allá por el 87; Bobby Gillespie y los suyos sacaron su primer álbum al mercado con un resultado poco menos que anodino. Blando, simple y demasiado arraigado al pop británico; Sonic Flower Groove, destilaba poca efervescencia y sobre todo fuerza en sus producciones, pareciéndose todo los temas en exceso (solo hay que escuchar «Treasure Trip» o «Gentle Tuesday»), aportando más bien poco a la escena de por aquel entonces. Tras un segundo álbum tendiente al rock americano más clásico, apareció su primer gran punto de inflexión, la primera revolución en su sonido: 1991 fue el año de Screamadelica. Fresco, vanguardista, finamente producido y de una excelsa calidad tanto vocal como instrumental; ahí es donde empezaron a hacerse notar como grupo consolidado, aportando cortes espectaculares y rompedores. Ahí aparece «Come together», «Loaded» o la más clásica «Movin’ on up»; contribuciones distintas, influenciadas por la electrónica más new age (al estilo Happy Mondays) pero también el rock más 70.
Visitamos esta semana su mejor trabajo hasta la fecha, XTRMNTR (1999), una auténtica joya electrónica de finales de los 90 y un punto de inflexión en la música británica de por aquel entonces. Con ciertos toques a Vanishing point (1997), por aquello de la distorsión y la influencia más directa del big beat, el shoegaze y el underground londinense visto en cortes como «Kowalski»; XTRMNTR sigue esa estela oscura pero profundamente atractiva para sumirnos en lo ambiental, en la extrañeza cálida de piezas unidas cual engranaje. Dureza, fuerza y estilo se sintetizan en temas potentes y radioactivos. Escucha «Pills» o «Swastika Eyes» y sabrás de lo que te digo; Primal Scream aquí alcanza su nivel de cocción óptimo ensuciando adrede su estilo hasta alcanzar el sobresaliente alto.
«Kill all hippies» es el corazón de XTRMNTR. Es algo así como una acogedora bienvenida a un mundo repleto de oscuridad y humo. Algo así como la banda sonora de Renton y los suyos al alcanzar la mayoría de edad. Un oasis de petróleo repleto de sonidos extremos repletos de pureza y conocimiento. El vídeo corre a cargo de Julian House y Julian Gibbs, que ya se marcaron otro punto con «The Shock of the Lightning» de Oasis, y que está vez vuelven a repetir patrones para ofrecer un collage de imágenes que aparecen como elementos armónicos en relación a la música y que se basan en el mundo bélico para crear una red ambiental de sentimientos profundamente controvertidos pero lúcidos. Música, guerra y arte: insuperable.
Disfruten con esta maravilla artística. Bellísima contribución la de esta semana. Excelente.
<<You have the money, I have the soul…>>
https://vimeo.com/16855753