El videoclip del viernes
En ciertas ocasiones el soul vuelve a conocer al rock. Se vuelven a coger de la mano para ofrecer propuestas tentadoras, con una calidad genial y unas inmejorables vibraciones que hacen que el público vuelva a creer en la magia de la música. En ese terreno de «good vibes» es dónde aparece el grupo objeto del vídeo de esta semana. Una agrupación rica en intenciones y fuerte en convicciones. Una asociación distinguida de dos tipos que unieron sus fuerzas para iniciar una pequeña revolución sonora, una experiencia atractiva para el público: algo distinto y mítico. Ellos son el cantante/rapero CeeLo Green (Thomas DeCarlo Callaway) y el productor DangerMouse (Brian Joseph Burton); ellos son Gnarls Barkley.
Emergiendo allá por el 2006, con su álbum debut St.Elsewhere bajo el brazo, la banda consiguió dar un golpe en la mesa ofreciendo algo redondo y apetecible con una estética rompedora y magnética para el oyente; algo distinto, diferente, cultivado en varios estilos pero sin salirse del amplio margen de creatividad que ofrecía la voz de Green y las instrumentales de un DangerMouse curtido en mil batallas en distintos géneros (rap, soul, electrónica, rock). Después de este, ya en 2008, vino The Odd Couple (2008), su último lp hasta la fecha; un trabajo menos brillante que el primero, más “normal” y algo menos potente.
Esta semana centramos nuestras miras en uno de los temas más conocidos de la banda, el primer single de su primer disco, «Crazy». Posiblemente su mejor tema, su canción insignia, su himno. Enraízado en el soul más ancestral e influenciado por la electrónica más británica, el tema nos sumerge en un apoteósico mundo elegante y atrayente, en una voz cercana, sensible y directa al subconsciente. «Crazy» es una de las mejores experiencias de los últimos años, una verdadera genialidad técnica, una instrumental de en sueño anclada en la excelencia. Hit supremo rock, pop o en la categoría en la que se le ubique.
Robert Hales, artista gráfico y director de videos musicales (Stereophonics, Tame Impala, Jet…), se encarga de darle forma al clip creando una amalgama de imágenes basadas en el test de Rorschach, una técnica de análisis para el estudio de la personalidad humana fundada en láminas con distintas formas abiertas a la libre interpretación del individuo. Tirando de eso el director ofrece imágenes de los componentes del grupo, objetos y demás seres; que aparecen en perfecta consonancia con la música de la banda. Un cuadro en movimiento. Una aventura estética por la mente humana, totalmente orientada hacía el regocijo del espectador.
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