El videoclip del viernes
Nick Cave: genio y figura. Creador de música sensible y relajada, con otro ritmo y en otro espacio. Un exponente más de ese inconformismo desde la bruma, una protesta en la sombra, la luz en la oscuridad del pensamiento. Es capaz de transformar la sencillez y la simpleza en tensión, cortando el ambiente con elegancia convirtiendo las bajas frecuencias en pozos que explorar, en antorchas que avivar. No le importa caer en la repetición, congelar su propia sangre si con ello arranca algo más de romanticismo a este mundo tan jodido que habitamos.
Con claras influencias en el blues y, dotado de una riqueza lírica omnipresente en sus creaciones, Cave consigue sintetizar de una forma poderosa la sexualidad y la violencia con susurros poéticos, con silencios vibrantes. Es así como un Tom Waits con menos revoluciones, más pausado, menos primario y menos potente. Una versión light, suave. Un científico de su propia música, un explorador concienzudo de la naturaleza humana y de sus entresijos. Un artista de los que quedan pocos.
Esta semana, y aprovechando el estreno del documental basado en su vida 20.000 días en la Tierra (Iain Forsyth, Jane Pollard, 2014), nos adentramos en una de esas canciones sensibles y cercanas, dentro de la discografia del autor con su grupo The Bad Seeds: «Jubilee Street». Perteneciente a su último lp de estudio Push The Sky Away (2013), el corte nos adentra dentro de la conciencia humana profundizando en esa dualidad entre la virtud y la decadencia que puebla cada uno de nuestros poros, teniendo como telón de fondo un tema tan recurrente como la prostitución. ¿Cuantos caminos existen para encontrar la felicidad? ¿Por qué buscamos en extraños lo que no encontramos en la gente que queremos?. Somos complicados. Nosotros y nuestras decisiones.
A los mandos del clip se encuentra uno de esos directores referencia, uno de los principales motores en los que se sustenta el neowestern, el australiano John Hillcoat (La carretera, 2009). Un genio en eso de mostrar la aridez del espíritu, con pocas palabras, con gestos y recursos, apoyado en una variedad de matices, que hacen que sus creaciones tengan vida propia, tengan alma. Utilizando la fotografía y el sonido como principales aliados el director logra amplificar los bellos de punta en el espectador mostrando la crudeza del ser en primer plano, lo jodida que es la naturaleza y la supervivencia humanas. Un artesano en esto del cine.
Sin más, disfruten del clip. Si pueden enchufarse una roca de bourbon mejor que mejor. Tema pausado para momentos de relax. Buen fin de semana muchachada.