El videoclip del viernes
A medio camino entre el sueño y la infancia, con un fondo electrónico infinito capaz de apartar de tu vida cualquier atisbo de nerviosismo o malestar. Esa es una descripción aproximada del folk «made in Japan», un género poblado de pequeños sonidos, grandes artistas y creaciones conceptuales, cercanas e indudablemente oportunas para según que momentos.
Cerca del pop, a nivel tanto a nivel instrumental como en la entonación de sus letras, pero también anclado en la electrónica más glitch, aparece Shugo Tokumaru, un sobresaliente y original ensamblador de sonidos (procedentes muchos de ellos de juguetes) que ha conseguido hacerse hueco por esa simpática extrañeza que ofrece en cada una de sus composiciones, repletas de brillo y con un aroma distinto pero siempre atrayente. Calidad contrastada en la creación con ciertos toques a El Guincho, pero en otra isla y con más terciopelo.
Esta semana nos quedamos con «Katachi», uno de los temas más sorprendentes y creativos dentro de su más que interesante discografía, perteneciente al álbum In Focus? (2012). Aquí Tokumaru revienta su propia creación apostando una vez más por ese «cut and paste» tan especial que se ha convertido en su seña de identidad y que aquí adquiere tintes casi épicos. No, no exagero. Si lo escuchas, te enganchas, no teniendo más remedio que abusar del repeat, tanto por la calidad en su contenido como por su espectacular videoclip, dejando de la lado nuestras influencias con independencia de que seas asiduo o no al J-Rock o J-Pop.
Si el tema es grande, imagina su vídeo. Teniendo en cuenta la creatividad que destila la composición era casi imposible no crear un producto visual de la misma tipología que no respaldara el propio tema. Kijek/Adamski se curran un vídeo mínimo pero impactante, del mismo rollo que sus contribuciones en forma de spots publicitarios para BBC radio o Lipton entre otros, o sus creaciones para bandas como We Cut Corners o Röyksopp. Imprimiendo figuras de distintas formas y tamaños y coordinandolas con la música, aquí se consigue crear magia (menudo trabajo artesanal y visual), dando al espectador un collage preciosista increíble.
Es imposible dar más detalles, la experiencia es tan sensorial que merece la pena que le déis al play. Disfruten del show.