El videoclip del viernes
La vida es un misterio y nosotros poblamos la oscuridad de forma consciente; y así lo traspasamos al papel o a lo que se tercie. Tenemos miedos ocultos que se hacen fuertes en nuestra imaginación recreando escenas interesantes pero penosas para el ser humano y su estirpe. Navegamos en creaciones estampadas en papel, grabadas en audio o recreadas en vídeo, que nos hacen pensar, divagar, explorar y expandir nuestra mente sin establecer más barreras que las de nuestra propia imaginación, de nuestros propios anhelos ocultos, miedos e incertidumbres. Factores que influencian nuestros actos y que están presentes siempre en nuestra cabeza, independientemente de nuestro estado.
De ese mensaje, de ese núcleo, de ese alma se nutre un género único, un campo esencial e influyente que nos ha acompañado durante ya varias décadas complementando nuestra creencias más ocultas. Sí, se trata de la ciencia ficción. Ni más ni menos. Y hoy le vamos a rendir homenaje. Una semana más y tirando de música de fondo aparece una de las piezas de vídeo más sobresalientes de los últimos tiempos. Una bacanal de emociones mudas sintetizadas con exquisitez y templanza por el director Ringan Ledwidge (Gone, un viaje que nunca olvidarás). Un cuadro repleto de oscuridad en el que hombre (mujer en este caso) y máquina se enfrascan en una batalla enfermiza y brutalmente tensa de la que únicamente uno saldrá ganador. Se trata de «Voodoo of my blood», perteneciente al sopresivo/sorprendente Ritual Spirits, la nueva barbaridad (positiva) de los de Bristol, el último gran hit de Massive Attack.
Poco más. Es preferible que observéis y os quedeís con la hipnótica interpretación (menuda sorpresa), el mensaje y la música. Poco más se puede escribir. Eso es todo. Tan sólo déjate llevar por los ritmos y la extrañeza del ambiente; merece la pena. Pulsa el play.