El videoclip del viernes
«Instintivo, brutal, pero no por ello menos genial”. Con esas palabrejas de nada podría describirse a Eric Wareheim, ese tipo regordete y gigante con gafas de pasta y pinta de bobalicón, que aparecía como compañero de fatigas de Aziz Ansari (o mejor dicho el papel al que da vida) en la sitcom Master of None siendo una de las revelaciones de la nueva comedia junto al propio “cabeza de cartel” de la serie de Netflix.
Además de salir en varias comedias, tales como Wrong Cops (Quetin Dupieux, 2013) o The Comedy (Rick Alverson, 2011), Wareheim destaca por tocar una rica variedad de palos creando en cada pieza algo distinto y radical. Suyos son los anuncios de Terry Crews para Old Spice (absolutamente geniales), el show de sketches en Adult Swim “Awesome Record, Great!!» (formando dúo Tim Heidecker) o la realización de videoclips musicales para Phantom Planet, Depeche Mode o MGMT, por citar algunos.
Pues bien, hoy indagamos en esa última faceta: la realización de vídeos musicales. Este viernes centramos nuestra particular visión en uno de esos grupos, que han sido objeto de la locura transitoria de Wareheim y su creación. Se trata de Mr.Oizo, el padre de Flat Eric (aquel muñeco amarillo del anuncio de Levis), uno de los patrones de la nueva música electrónica francesa y sin lugar a dudas una de las cabezas visibles del prolífico sello Ed Banger junto a los inclasificables Justice o el propio Bussy P. Cortes potentes, coqueteo con el electro y ritmos inalterables e hipnóticos definen la creación de Oizo, que, aunque se repita quizás más de lo que debiera, sigue con la misma franja de público fiel que encuentra en sus ritmos una vía de escape regular y sólida.
The Church (2014) es su último lp de estudio y “Ham” su mejor propuesta. De ritmo potente, machacón y en continua evolución, la canción aparece como el “perpetuo percutor cerebral” capaz de partirte el cráneo en dos, haciendo que tu cabeza se agite de forma poco arbitraria siguiendo cada partícula del beat, enganchándote a una metálica, enfermiza y bizarra rutina sonora. Un tema seco, sin demasiados elementos extraordinarios, que se hace imprescindible con las reproducciones y esencial tras ver su extraño clip musical.
Un tipo gordaco y algo más que asquerosete (John C.Reilly),se embarca junto a su compañero de fatigas y a mandos de un carrito automático (muy del rollo Spike Jonze en Jackass) en la búsqueda de un peluche bastante especial, marcándose un versus espectacular con otros dos contendientes en un supermercado. Y hasta aquí se puede leer. Nada más. Si queréis más ya sabéis, solo hay que darle al play.
