El último cazador de brujas
Basura. Hay películas que no merecen verse y esta es una de ellas. El cine de brujas se ha explotado, reconvertido y hasta violado, pero nunca hasta hoy me había sentido tan insultado por la imbecilidad que he visto. Escenas dantescas, un protagonista con una calva brillante, un hobbit reverendo y un movimiento de caderas de Michael Caine, y todo esto sin tratarse de una película de humor. Es que ni llevándolo al terreno inútil podrías sacar nada, no hay risa, tensión, miedo ni argumento. El título ya te dice de qué se trata, y no hay nada más. Lo que tal vez mate más esta “obra” es la presumible seriedad que le pone el director a una historia que debería ser abordada como un American Pie gótico en lugar de un Salvar al Soldado Ryan fantástico. Estas ideas tan dantescas le pueden salir bien a Guillermo del Toro, porque sabe tratarlas como nadie, e incluso a Julián Lara si se propusiese rodarla en las calles de Alcalá de Guadaira, pero a este director se le ha ido definitivamente la cabeza.
Entretenimiento. A eso se resume el cine de hoy en día. Dios me libre de criticar a la gente que se entretenga con este insulto visual, pero habría que hacérselo mirar seriamente. Agradezco enormemente la gran variedad de cine y televisión, aunque después de ver esta película hasta ver el canal 24 horas de Gran Hermano es algo con más calidad, sin embargo me cogí la película Mad Max: Furia en la Carretera y ahí sí que está el entretenimiento, el que debe haber, y con un propósito mucho más claro desde el principio que el cocktail terroríficofantástico de Vin Diesel. Llama la atención pensar en qué leches pensaba el reparto al firmar este guion. Se entiende que lo hagan los actores que son primerizos, por algo hay que empezar, pero Vin Diesel y, sobre todo, Michael Caine deberían filtrar muchísimo más sus elecciones, porque por dinero no será.
Viendo los guionistas me he dado cuenta que uno de ellos escribió esa película sobre Assasins Creed (realmente es una copia del videojuego), llamada El Sicario de Dios, y todo lo acabo entendiendo. Sin embargo lo que más me sorprende es encontrarme con la guionista de Dallas Buyers Club, esa película tan dura pero que nunca lo parece, donde se suaviza el drama hasta niveles insospechados y que empatizas a la perfección con Matthew McConnaughey. Espero que simplemente esté firmado por ella para ganar dinero y escribir otro peliculón como su anterior, porque como se haya echado a perder alguien con tanta calidad me daría una pena enorme.
En definitiva, sin ninguna duda lo peor del año. Vin Diesel que se dedique a hacer de Toretto, que tan bien le pega, pero que se deje de intentar sacar una nueva trilogía de Riddick al estilo gótico. Elijah Wood podría irse a vivir con su tío a la comarca, que le sacará más provecho a su carrera, y Michael Caine ya no está para estos trotes, ya se le vio flojo en Interstellar y aquí no destaca nada. A todo gran actor le llega su fin, aunque espero que le quede alguna actuación memorable todavía. Huid muy lejos del cine que veáis este cartel, pero si preferís pagar pues nada, comprad palomitas y bebida e ir con la novia, que con suerte podrás tocar algo.
Calificación: 0/10
Título original: The Last Witch Hunter
Año: 2015
Duración: 106 min.
País: Estados Unidos
Director: Breck Eisner
Guión: Melissa Wallack, Cory Goodman
Música: Steve Jablonsky
Fotografía: Dean Semler
Reparto: Vin Diesel, Rose Leslie, Elijah Wood, Michael Caine, Ólafur Darri Ólafsson, Joseph Gilgun, Julie Engelbrecht, Rena Owen, Lotte Verbeek, Inbar Lavi, Allegra Carpenter
Productora: Summit Entertainment / One Race Films / Goldmann Pictures