El escándalo Ted Kennedy

La historia bien valía una película. De los nueve hermanos que eran los Kennedy, dos fueron asesinados a tiros (John y Bobby), la mayor de todas fue ingresada muy joven en un hospital psiquiátrico al quedar con una severa discapacidad mental debido a la práctica de una lobotomía, otra hermana falleció en un accidente de aviación y el primogénito murió durante la Segunda Guerra Mundial. De los cuatro varones solo quedaba vivo el senador Ted Kennedy, el menor de la familia y el único que continuaba con una próspera carrera política. Dos días después del despegue del Apolo 11 y dos días antes de que Armstrong caminara sobre la superficie lunar, Ted celebraba junto a amigos y personal de confianza una fiesta en la isla de Chappaquiddick. Fue por la noche cuando la maldición de los Kennedy volvió a planear sobre la familia, una vez que Ted tiene un accidente con su automóvil y su acompañante fallece.

El largometraje de John Curran relata la exaltada semana del senador (interpretado con precisión y minuciosidad por Jason Clarke) y sus asesores para intentar salir del barro lo más indemne posible y conseguir que las aspiraciones de Ted para lograr la presidencia de su país tres años más tarde no se vieran perjudicadas. Días de engaños y contradicciones a la prensa, de invenciones de coartadas y versiones de lo sucedido, de mentiras y medias verdades proclamadas a la ciudadanía. Días de sudores, tensiones y quebraderos de cabeza. Días en los que la podredumbre política devora incesante cualquier valor moral. Una película que se estrena en unos momentos donde la credibilidad de los políticos en España y resto del mundo está muy mermada por los constantes engaños que se descubren.

La recreación de los hechos parte del guion escrito por Taylor Allen y Andrew Logan y se vale de una elegante ambientación y del buen pulso narrativo de Curran, quien controla los tiempos para el drama, el thriller político o incluso para el acertado humor a la medida de lo que la trama requiere, con la salvedad de prescindibles subrayados en su tramo final. Sí es de destacar una absorbente música que ayuda a intensificar la angustia de los acontecimientos descritos, así como la presencia de un personaje como el que interpreta Ed Helms, encargado de poner cordura y algo de honestidad en una historia tan turbia. Una historia que merecía una película como esta, que versa sobre la mentira como solución a los conflictos, sobre los secretos e infinito poder del Estado y la clase política, pero ante todo, sobre la debilidad de un hombre atrapado por unos ponzoñosos asesores, un sátrapa padre y un pesado apellido.

Calificación: 7/10

 
 

Título original: Chappaquiddick

Año: 2017

Duración: 107 min.

País: Estados Unidos

Director: John Curran

Guion: Taylor Allen, Andrew Logan

Música: Adam Wiltzie

Fotografía: Maryse Alberti

Reparto: Jason Clarke, Kate Mara, Bruce Dern, Ed Helms, Jim Gaffigan, Taylor Nichols, John Fiore, Andria Blackman, Lexie Roth, Tamara Hickey, David De Beck, Damien Di Paola, Matthew Lawler, Beth Petrou, Victor Warren

Productora: Apex Entertainment

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