El corredor del laberinto
La manera de vender cine está cambiando. Si antes las grandes productoras esperaban la respuesta del público para idear una secuela, ahora se compran sagas literarias completas y se firman grandes contratos para asegurar la presencia de todos los miembros del reparto con vista a tener en cartelera una película cada año. Evidentemente la taquilla tiene la última palabra, sin embargo esta forma de adaptar sagas literarias en un corto lapso de tiempo abarata bastante la producción haciendo que los beneficios sean máximos y en los últimos años solo se han cancelado dos franquicias; las que intentaban erigir con La brújula dorada (Chris Weitz, 2007) y Cazadores de sombras: Ciudad de hueso (Harald Zwart, 2013).
En esta ocasión, El corredor del laberinto nos sumerge en un enigmático emplazamiento, una explanada habitada solo por chavales rodeada por un laberinto cambiante. Pese a todos sus intentos, ninguno de ellos logra escapar, hasta que llega Thomas, un atrevido joven que se cuestionará todo lo que dan por sentado en el grupo para llegar al fondo de tan extraña situación. Como todas las adaptaciones realizadas en cadena comentadas anteriormente, se nota que detrás de ella solo hay intereses comerciales y aunque está más cerca de la calidad de la saga de Los juegos del hambre (Gary Ross, 2012) que de Crepúsculo (Catherine Hardwicke, 2008) no hay en ella ni una pizca de alma o sentimiento. Su finalidad en cuanto a público queda patente al observar mínimamente sus claves; dirección moderna e impersonal, bastante confusa y emborronada en determinadas escenas de acción, personajes tópicos con trasfondos apenas esbozados (todos muy guapos excepto el gordito que es el que ‘soporta’ la carga cómica), drama insuficiente para llenar siquiera media página del libreto, enigmas desvelados uno por uno para no dejar a nadie pensando por error y para no dejar lugar a duda en cuanto a su naturaleza episódica, carece de un final propiamente dicho y termina enseñando sus cartas para introducir parte de la trama de la siguiente película. Lamentable.
Por lo tanto tenemos aquí otra rutinaria cinta de aventuras basada en una saga juvenil, que no obstante logra al menos entretener y captar nuestra atención durante su metraje, no así una vez abandonada la sala de proyección. Desconozco si el grueso narrativo es tan endeble también en el libro que adapta, pero durante su visionado no podía evitar pensar en el jugo que podría tener una historia semejante si hubiera sido enfocada desde el punto de vista de una miniserie británica, con actores mucho menos atractivos pero con mejor mano a la hora de interiorizar una personalidad ajena, con más tiempo para generar interés hacia los distintos personajes y sobre todo dejándonos disfrutar algo más de sus misterios, que es realmente lo que hace valiosa a una historia de ficción.
Calificación: 5/10
Título original: The Maze Runner
Año: 2014
Duración: 113 min.
País: Estados Unidos
Director: Wes Ball
Guion: James Dashner, Noah Oppenheim (Novela: James Dashner)
Música: John Paesano
Fotografía: Enrique Chediak
Reparto: Dylan O’Brien, Thomas Brodie-Sangster, Kaya Scodelario, Will Poulter, Ki Hong Lee,Blake Cooper, Aml Ameen, Jacob Latimore
Productora: 20th Century Fox / Gotham Group