Donde viven los monstruos
Las personas somos especiales, ni mejores ni peores que el resto de los animales, somos distintas, genuinas. De vez en cuando aparecen individuos extraordinarios hechos de otra pasta; personas iluminadas que transforman todo lo que tocan en genialidad, que crean un sello propio en todo lo que hacen ya sean cosas pequeñas o grandes, cosas simples o complejas, creando obras distintas e indiscutiblemente frescas y originales.
No sólo hace falta técnica y conocimientos, hacen falta sentimientos y sobre todo la capacidad innata de saber transmitirlos, de conseguir transformar lo mundano en bello y convertir una simple idea en fantasía. Si además de todo esto cuentas con un alto grado de inteligencia emocional y con una alta dosis de creatividad puede que todo lo que hagas esté como tocado por una barita, haciendo del cine un mundo más que especial, un patio de recreo para dar rienda suelta a ideas y pensamientos profundamente sencillos y extremadamente originales. Así es Spike Jonze, un artista genial, un creador excepcional.
Desde sus inicios su obra se ha caracterizado por romper con los estereotipos; tirando de ideas innovadoras y estéticamente rompedoras (vídeos musicales incluidos)ha logrado hacerse un hueco en una industria en la que mandan las películas que venden, que hacen caja; lo que prima aquí es ganar lo máximo posible gastando lo mínimo. Directores como el propio Jonze o Michel Gondry (Olvídate de mi, 2008) han conseguido crear un cine distinto, emocionalmente abrumador, ruidosamente atractivo y profundo tanto para el gran público como para productores (cine independiente del todo vendible); un cine de extraños para extraños; obras donde las emociones son las principales protagonistas dentro de mundos de fantasía, donde perduran las buenas sensaciones, donde el ser humano abandona la normalidad y se enfrenta a sus miedos más primarios; donde personas y bestias conviven, un territorio distinto, un territorio hóstil donde las emociones conviven con la naturaleza (humana) más inexplorada. Siguiente fase, siguiente día, seguimos con el ciclo: Donde viven los monstruos (2009).
Basado en el cuento infantil creado por Maurice Sendak (Nueva York, 1928-2012), ilustrador y escritor estadounidense, Dónde viven los monstruos es un análisis profundo de la infancia/adolescencia, un estudio de la complejidad y de la naturaleza primaria de los niños, de su enfoque, de su visión del mundo. Aquí todo gira en torno a la historia de Max (Max Records), un niño solitario que, para lograr escapar de la triste realidad, inventa un mundo imaginario habitado por criaturas feroces (aunque bastante amigables también) con las que aprenderá a vivir y a solventar sus propios fantasmas interiores, encontrando así la tranquilidad suficiente para poder ser feliz volviendo a su hogar junto a su familia.
La única forma de enfrentarte a las bestias que pueblan tus pensamientos es enfrentarte a ellas, aunque a veces lo más practico es convivir con estas. A través de la visión del niño el realizador intenta traspasar los miedos de este al espectador, haciendo que las propias inseguridades que sufre Max durante todo el desarrollo de la cinta hagan que uno se sienta más identificado con los problemas surgidos en la adolescencia, profundizando en la personalidad inestable de este y en como, a base de palos y de solventar problemas, todo el mundo puede prosperar, todo el mundo puede mejorar. El camino para ser feliz lo dicta uno mismo, escucha a tu interior y continua tu camino.
Fantásticamente irreal, poco dinámica y en ocasiones poco digerible; la película ni agrada ni desagrada, resultando simplemente correcta. Poseedora de un guión cargado de matices y una escenografía impactante, la esencia del cine de Jonze se distingue de principio a fin tanto en la estética del film (labor brutal de vestuario) como en la capacidad del autor en dotar de emociones primarias a sus personajes, haciendo que la confección de estos sea realmente excelente. Lo único negativo a remarcar es lo aburrida que resulta la cinta en varios tramos, siendo un esfuerzo titánico el aguantar durante hora y media un ritmo de narración tan extremadamente lento; no desconectar a partir de la primera media hora resulta casi imposible independientemente de que seas adulto o niño.
Donde viven los monstruos es, posiblemente, la obra más arriesgada dentro de la filmografía de este autor y su peor película hasta la fecha. En comparación con Her o Cómo ser John Malkovich resulta plana e insulsa, inefectiva y del todo descafeinada. Spike cuenta con obras maestras pero esta, definitivamente, no es una de ellas. Sigan con nosotros y sumerjanse en su universo. Que aproveche.
Calificación: 5/10
Título original: Where the Wild Things Are
Año :2009
Duración: 101 min.
País: Estados Unidos
Director: Spike Jonze
Guión: Spike Jonze, Dave Eggers (Libro: Maurice Sendak)
Música: Carter Burwell, Karen O
Fotografía: Lance Acord
Reparto: Max Records, Catherine Keener, Pepita Emmerichs, Mark Ruffalo, Max Pfeifer,Madeleine Greaves, Joshua Jay, Ryan Corr, Steve Mouzakis
Productora: Warner Bros. Pictures / Legendary Pictures / Village Roadshow / Playtone