Dallas Buyers Club

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En algunas ocasiones, una interpretación supone toda una película, me explico; a veces no es absolutamente necesario que todos los elementos que intervienen en la película alcancen la excelencia, si uno de ellos es sublime, es capaz de suplir las carencias del resto. Y justo eso ocurre en Dallas Buyers Club, que incluso fue premiada con el Oscar y el Globo de Oro al mejor actor principal a Matthew McConaughey por dicha interpretación.

A través de la historia de un enfermo de sida que sufre las deficiencias del corrupto sistema sanitario estadounidense y decide buscar alternativas para prolongar su vida, McConaughey compone un visceral, apasionado y sobre todo natural personaje, tan natural que el papel respira perfectamente a través de la piel del actor de una manera sobrecogedora.  El intérprete, que desde Magik Mike (Steven Soderbergh, 2012) encadena un éxito tras otro, aunque anteriormente ya había dado muestras de su talento latente con El inocente (Brad Furman, 2011) y sobre todo con Killer Joe (William Friedkin, 2011), acomete en esta ocasión su actuación llegando incluso a transformar su cuerpo hasta límites poco saludables, lo que, sin duda alguna beneficia en gran medida la exposición interior que el actor muestra.

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Por parte de los secundarios le secunda un gran Jared Leto, igualmente premiado con un Oscar y un Globo de Oro, que también se une a la fiesta regalándonos una arriesgada y sensible intervención, y una discreta Jennifer Garner, que al menos no daña el conjunto, algo que, si nos fijamos en la más que dudosa carrera de la actriz, es para celebrar.

Alejándose de premisas similares que esgrimen una enfermedad tan terrible como el sida para arañar un puñado de lágrimas fáciles, la cinta gana enteros gracias a su montaje clásico que incluso podríamos llamar solemne, y su dirección que si bien no resulta novedosa ni arriesgada, sí que es sumamente efectiva y consigue transmitir cada trazo marcado por el libreto.

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Perfilada con algunos momentos nostálgicos típicos del western, género con el que guarda no pocas similitudes, y con un ritmo sobresaliente, Dallas Buyers Club es una de esas películas que recomendar a todo el mundo, y que permite mantener la esperanza, más allá de su temática, de que es posible retratar enfermedades duras en el cine sin que seamos asediados por un tumulto de música lacrimógena y efectista, poniendo en escena a personas, más que personajes, que mas que buenos o malos son solo eso, personas, al fin y al cabo. Certera en su firme tarea de narrar una historia real sin ningún tipo de condescendencia ni juicio, y tratando a veces temas tan peliagudos como son los lobby de presión, contra los que nuestro protagonista lucha, no intenta santificar ni demonizar a nadie, aunque algunos aspectos de las empresas farmacéuticas que aparecen se lo merezcan, representando el mundo, y nuestra sociedad,  tan hostil y salvaje como es realmente.

Calificación: 8,5/10

 
 

Dallas_Buyers_Club_cartel_original_MCTítulo original: Dallas Buyers Club

Año: 2013

Duración: 117 min.

País: Estados Unidos

Director: Jean-Marc Vallée

Guion: Craig Borten, Melisa Wallack

Música: Varios

Fotografía: Yves Bélanger

Reparto: Matthew McConaughey, Jennifer Garner, Jared Leto, Steve Zahn, Dallas Roberts,Denis O’Hare, Griffin Dunne, Kevin Rankin, Lawrence Turner, Jonathan Vane

Productora: Focus Features / Truth Entertainment / Voltage Pictures / R² Films / Evolution Independent

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