Cuatro Fantasticos

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Justo después de triunfar con Chronicle, una mirada personal y fuera de los focos a los superhéroes (y sobre todo a los supervillanos) que Trank nos trajo en 2012, la Fox se enorgulleció de poner a este joven prometedor a los mandos de una licencia que llevaba desaprovechándose en la major desde el mismo día de su compra. Josh Trank anunció que pretendía darle una óptica totalmente nueva a la primera familia de Marvel y todo el mundo se mostró encantado, nada más lejos de la verdad. Entre las primeras filtraciones acerca del reparto se supo que la Antorcha Humana sería interpretada por un actor afroamericano, entonces las redes sociales ardieron; en realidad nadie quería nada nuevo, lo de siempre. Los productores comenzaron a presionar al director para llevar la película en una dirección distinta, además de sacar al guionista previsto, Max Landis, que coescribió la ya mencionada Chronicle junto a Trank, e introducir a Simon Kinberg, que siendo sinceros no tiene en su haber ni un solo guion de calidad. Si se me permite la intervención personal, a partir de aquí yo ya me esperaba lo peor, puesto que Kinberg ya había destrozado X-Men III y Días del Futuro Pasado con sus garabatos, pero claro, ambos estrenos fueron muy bien en taquilla.

En la época dorada del cine americano, aquella que nos regaló a Hichcock, Wilder, etc. la tarea de producción se solapaba, además de la meramente financiera, con la artística, sin embargo bien sabido es que a día de hoy, los productores de los mayores estudios cinematográficos son, en gran parte, una suerte de accionistas que invierten fuerte y esperan recompensas rápidas, gente a las que las películas no les importan, fruto de ello tenemos esta época seca creativamente hablando en la que nuestras carteleras se ahogan en un mar de refritos, remakes, reboots y secuelas infinitas que, por desgracia, el espectador medio se encarga de volver rentables.

Como prueba de esto tenemos no solo el caso de los 4 fantásticos, si no dos de los últimos casos quizá más sangrantes aun debido a errores que son fácilmente identificables por cualquiera con un mínimo de conocimiento cinematográfico, como son John Carter (Andrew Stanton, 2012) y El llanero Solitario (Gore Verbinski, 2013).

Ambas películas fueron blockbusters en potencia, con presupuestos mastodónticos y bien planteadas en cuanto a diseño de producción y apartados artísticos, que no cosecharon lo previsto debido a algo tan simple y fácil de apreciar cómo es su duración. Excepto Titanic (James Cameron, 1997) ningún superéxito de taquilla ha sobrepasado tanto las dos horas de duración, algo muy molesto para el espectador medio, que busca algo fácil y rápido y se cansa con facilidad si tiene que prestar atención a algo demasiado tiempo. Imaginaos los conocimientos de estos productores si me he dado cuenta yo antes que ellos, pues aquí tenéis su versión de Los 4 Fantásticos.

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Una vez pues puesto en claro su tortuoso contexto vayamos a aquello que estos “productores” nos han presentado como la película finalizada, incluso con esos espantosos efectos especiales y pelucas de Todo a 100.

Intentando ceñirnos a algo positivo, debo reconocer que algunos elementos vitales en la idiosincrasia de los cómics de Los 4F como son la genialidad pedante de Reed Richards,y Sue Storm están ahí, y más importante aún, el dolor de Ben Grimm al ser transformado en La Cosa y la consecuente culpabilidad de Reed también, esa respuesta traumática a los poderes adquiridos resulta profunda y relevante, pero lamentablemente solo ocupa unos segundos. Otros aciertos son los aspectos visuales (cuando el presupuesto lo permite) de todos ellos, en especial de la Antorcha Humana, que siendo sinceros cuando está en su forma llameante parece dentro de una viñeta (y la verdad es que no se nota el color de piel).

Lo malo es que de todas las probables virtudes que acabamos de detallar, ninguna representa finalmente una virtud, porque ninguna de ellas culmina, debido sobre todo al montaje chapucero y ridículo del estudio, del que incluso el director ha renegado, y que se esfuerza en convertir a la cinta en un gran plano sumario, y en esencia, una película contada por encima. Personajes esbozados, siendo benévolos, drama facilón e inocuo que intenta vertebrar una trama tan endeble que no aguanta ni siquiera los 100 minutos que dura. Quince de ellos dedicados a presentar, combatir y derrotar a su villano, un maltratado Dr. Doom, siendo el total de acción unos escasos veinticinco.

Los fans más acérrimos ya esperan (esperamos) con ansias que la licencia vuelva a Marvel Studios, donde a pesar de que no puedan hablar demasiado debido a la cercanía de un caso similar con Edgar Wright, si que se nota mucho más el mimo a los personajes y sobre todo los espectadores.

Calificación: 2/10

 
 

4fantasticos_cartel_original_MCTítulo original: Fantastic Four

Año: 2015

Duración: 100 min.

País: Estados Unidos

Director: Josh Trank

Guion: Simon Kinberg, Jeremy Slater (Historia: Josh Trank. Personajes: Stan Lee, Jack Kirby)

Música: Marco Beltrami, Philip Glass

Fotografía: Matthew Jensen

Reparto: Miles Teller, Kate Mara, Michael B. Jordan, Jamie Bell, Toby Kebbell, Tim Blake Nelson, Reg E. Cathey, Lance E. Nichols, Mary Rachel Dudley, Tim Bell, Ronnie Hooks, Jodi Lyn Brockton, Chet Hanks, Shauna Rappold

Productora: 20th Century Fox

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