Cold War

En la Polonia de los años 50 dos profesores de música son encomendados para crear grupos de cantantes y bailarines entre la población polaca, el propósito es organizar números musicales con canciones del folclore local y así dignificar las costumbres del pueblo y el régimen estalinista. De aquí surge el amor entre un profesor pianista y una joven de bella voz y turbio pasado, un romance que se extiende a lo largo del tiempo y por lugares como Yugoslavia, Berlín o París, siempre en el omnipresente contexto de la Guerra Fría. Dos corazones y cuatro ojos (como reza el verso de una canción escuchada en la cinta) que se unen, se separan y se reencuentran en un amour fou de pasión y demencia bajo la opresión del Estado socialista. Pawel Pawlikowski, quien dedica el filme a sus padres, muestra la transformación de esta pareja con los años a través de afilados cortes de montaje y espléndido uso de la elipsis. Al igual que en Ida (2013) -su anterior obra y por la que ganó el Oscar- opta por el blanco y negro y el formato 1.37:1, componiendo así una bellísima fotografía que envuelve al relato en un velo melancólico, y donde la profundidad vertical del plano sitúa a las ciudades como importantes protagonistas en el desarrollo de las secuencias. Hay distinción en cómo se narra la primera parte de la película, más festiva y vivaz, y la segunda, más sobria y lenta. Así como la forma de filmar en relación al país en el que se encuentran los personajes, diferenciándose la rigidez y simetría del plano en consonancia con el déspota régimen cuando se encuentran en ciudades socialistas, con la libertad y profundidad de las imágenes cuando la trama se sitúa en la noche parisina.

El cuadrangular formato sirve, además, para encarcelar a los protagonistas en su agónica y arrebatadora relación, martirizada por la asfixia provocada por la administración soviética, plasmando hasta dónde lo personal se veía afectado por lo político. Ganadora del premio al mejor director en Cannes, la película de Pawlikowski es cine en mayúsculas, una delicada pieza de corta duración pero larga trascendencia, fortalecida por un reparto liderado por unos encomiables Joanna Kulig y Tomasz Kot, y por un soberbio desenlace que, con breves planos, perdurará por mucho tiempo en la retina del espectador. Cold War es un descomunal filme acerca del despotismo sufrido por los ciudadanos de países de Europa del Este durante la Guerra Fría, así como las fatales consecuencias de estas vejaciones. Pero ante todo, Cold War es una desgarradora historia de amor dirigida por uno de los cineastas europeos con estilo más depurado y personal que existe en la actualidad.

Calificación: 9/10

 
 

Título original: Zimna wojna

Año: 2018

Duración: 89 min.

País: Polonia

Director: Pawel Pawlikowski

Guion: Pawel Pawlikowski, Janusz Glowacki

Fotografía: Lukasz Zal

Reparto: Joanna Kulig, Tomasz Kot, Agata Kulesza, Borys Szyc, Cédric Kahn, Jeanne Balibar, Adam Woronowicz, Adam Ferency, Adam Szyszkowski

Productora: MK2 Productions / Apocalypso Pictures / Film4 / Opus Film / Protagonist / BFI Film Fund

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.