Caminando entre las tumbas
El cine de acción ha cambiado de cromos, de figuras. Se necesitan tipos con carácter, que mantengan el pabellón alto y que tanto a nivel interpretativo como a nivel físico tengan capacidad suficiente para elevar la calidad de la cinta, haciendo que cada hostia sea una delicia para el espectador, un lujo, una experiencia. Y ahí es dónde aparece Liam Neeson (La lista de Schindler, 1996). Dónde empieza su leyenda.
Actor dramático de quilates, su carrera interpretativa ha dado un vuelco importante en los últimos años. Ha sufrido una metamorfosis. Su reciclaje como intérprete y ese proceso de mejora continúa en el tiempo, le ha llevado a abandonar parcialmente el mundo del drama y la comedia para sumergirse en el thriller y la acción pura y dura, dejando de lado el llanto y potenciando «la galleta» como vehículo principal de su nuevo cine, ofreciendo a los espectadores interpretaciones más ligeras y directas, algo menos profundas pero igualmente reales y rotundas. Sigue siendo ese tipo cálido, comprometido y fiel; pero ahora será mejor que no le toques las pelotas. Neeson ha pasado de sufridor a destructor: mucho cuidado. Toca poner cara seria, coger la beretta y dejar a Dios de lado; es el turno de Caminando entre las tumbas. Viaje apabullante y sangrante. Vamos.
Ex-policía (ahora detective sin licencia) busca redimirse y no teme morir en el intento. En eso se podría resumir la nueva propuesta de Scott Frank (The Lookout, 2007); en las formas en la que el individuo busca la redención, el camino a la salvación. Cuando tu pasado es oscuro, y la culpa es el principal foco de tu dolor, la única forma de encontrar el perdón es enfrentarte al mal con todo lo que tienes, enfrentarte al crimen sin miedo. Muere matando y olvida. Utiliza todos los recursos que tienes, todo lo que te queda y enfréntate al mal. No es fácil encontrarse, lo fácil es no intentarlo.
Caminando entre las tumbas sigue la línea de Venganza (Pierre Morel, 2008), Sin identidad (Jaume Collet-Serra, 2011) o Infierno Blanco (Joe Carnahan, 2011); mostrando a un Liam Neeson «on fire», sumergido en una espiral de violencia continua y primaria, parcialmente alejada de toda razón. Además de pelear y matar, el personaje sufre. Aquí no solo existe el tiro fácil y la matanza gratuita; todo lo que ocurre tiene su eco en el comportamiento de los personajes y en el desarrollo de la trama, mostrándose su desevolución a medida que se desarrollan los acontecimientos (secuestros, asesinatos) llegando a ser simples individuos desenfocados en lagunas sustanciales de dudas existenciales. La incertidumbre de estos se torna en miedo, el miedo en sufrimiento, el sufrimiento en venganza, la venganza en odio y este en violencia. Esa es la naturaleza humana; si puedes actuar racionalmente: pues de p**a madre, si no puedes… Arrasa con todo a tu paso y logra tus objetivos. Fin.
El punto fuerte de la cinta reside en un adecuado nivel de calidad en las interpretaciones (genial Liam Neeson y la pareja de malotes) y, sin duda alguna, en la solidez de su guión (en comparación con otras pelis del género). Nada aquí está dejado al azar, todo está fundamentado de forma suficiente para asegurar una mezcla más adecuada entre tiros y diálogos algo más profundos, entre acción y drama. Olvídate de la ecuación «hostia + tiro + explosión = acción», aquí aparecen más variables que logran que el resultado no sea tan sintético y artificial. Es como si se perdiera espectacularidad y pegada, ganando en profundidad y complejidad; dando la sensación de, en ciertas ocasiones, estar en terreno de nadie. Esa es su principal virtud y su principal defecto. Arriesga diversificando en la propuesta pero, ¿hasta que punto ese riesgo es efectivo?, ¿cuenta con recursos suficientes para hacer del intento una virtud?. Merece la pena verla para comprobarlo.
Si te mola Liam y su shit, Caminando entre las tumbas te flipará del todo, está un peldaño más cerca de los grandes del género. Si eres de los paladar fino y filtro de oro, puede que no encuentres aquí la nueva Adiós pequeña, adiós (Ben Affleck,2009): le falta sensibilidad y le sobra sangre. Con algo menos de Saw (James Wan, 2005) y algo más de Zodiac (David Fincher, 2007) la película hubiera sido espectacular. Aún así, una propuesta arriesgada y correcta sin más. Peli recomendable ++. Disfruten del camino.
Calificación: 6,5/10
Título original: A Walk Among the Tombstones
Año: 2014
Duración: 113 min.
País: Estados Unidos
Director: Scott Frank
Guión: Scott Frank (Novela: Lawrence Block)
Música: Carlos Rafael Rivera
Fotografía: Mihai Malaimare Jr.
Reparto: Liam Neeson, Dan Stevens, Marina Squerciati, Sebastian Roché, Boyd Holbrook,Stephanie Andujar, David Harbour, Briana Marin, Toshiko Onizawa, Purva Bedi,Maurice Compte, Patrick McDade, Luciano Acuna Jr., Hans Marrero, Laura Birn
Productora: 1984 Private Defense Contractors / Cross Creek Pictures / Da Vinci Media Ventures