BoJack Horseman
La animación avanza. Es normal. Los vehículos clásicos en esa transmisión de conceptos están ya parcialmente oxidados en ciertos casos, y algunas veces resulta necesario variar la forma, sin que por ello se arruine el contenido.
Dejando atrás esa concepción de las piezas de animación como un entretenimiento para niños, que parcialmente lo sigue siendo (solo con echar un ojo a las películas infantiles de Disney ya nos hacemos una idea), aparecen ya otro tipo de productos, mucho más maduros, sólidos y profundos ya enfocados al público adulto, que intentan diversificar la propuesta con la misma forma pero con otro enfoque más realista, directo e incluso existencialista que pudiera servirnos más como reflexión que como parte de nuestro divertimento.
BoJack Horseman, serie de animación “made in” Netflix, tiene mucho de lo anterior. Aquí no hay ni fantasía, ni princesas, ni castillos. Olvídate de la coña perpetua y de la risa fácil, de un humor blanco y directo. Nada de eso. En nuestra serie todo es real, duro, en ocasiones negro y en otras no tanto, con momentos de plenitud pero también de oscuridad y soledad. Así es la vida, ni más ni menos, un cuento difícil en el que la búsqueda del equilibrio se convierte en la razón fundamental de nuestra existencia, siendo el principal ingrediente de nuestra propia felicidad.
Todo parte de un artista olvidado, aislado del mundo en su mansión de Hollywood. 20 años atrás era la estrella de su propio show (una especie de Padres Forzosos), pero de eso hace ya demasiado. Aunque en la tierra de las oportunidades siempre hay espacio para viejas glorias. Una artista casi anónima escribe sus memorias y el actor estrellado vuelve al estrellato. Aunque realmente nada cambia para él. Sigue sintiéndose vacío y desgraciado, por mucho que su carrera vuelva a despegar y vuelva a aparecer en el mapa. BoJack Horseman es la típica historia de muchos artistas venidos a menos, un camino repleto de alcohol y lagunas demasiado profundas repletas de soledad y tristeza; aunque quizás aquí haya algo más de esperanza.
Con un trabajo de animación colosal, repleto de detalles y con la dificultad añadida de representar tanta variedad de personajes sin caer en el “corta y pega”, y una temática del todo interesante, se presenta ante nosotros una comedia que no teme acudir al drama para mostrar la realidad tal cual. Su gran virtud es apostar siempre por un mensaje conciso y directo, tener una concepción clara de lo que quiere transmitir y hacerlo sin más durante sus 3 temporadas (con una cuarta de camino). Otro gran punto positivo, y a su favor, es su originalidad. Por mucho que BoJack no sea más que una versión animal de Charlie Sheen o que el propio retrato esbozado por Raphael Bob-Waksberg (su creador) de Hollywood y sus claroscuros no sea más que una versión de lo que ya hicieron Lynch o Cronenberg en carne y hueso; nuestra serie aporta una versión más relajada y paródica, una visión distinta, en la que todos los personajes con su desarrollo respectivo ofrecen su pequeño granito de arena, contribuyendo cada uno a su forma en la solidez del producto. Sus únicas lagunas aparecen en el abuso de una estructura predefinida desde la primera temporada (a excepción del sobresaliente capítulo 4 de la temporada 3), la existencia de demasiados capítulos de relleno en el ecuador de las respectivas temporadas y la falta de definición, resultando demasiado tibia tanto en el humor como en el drama en ciertas ocasiones, pudiendo dejar indiferente/frío al espectador sin posibilidad real de reconectar.
Si te gusta la animación y buscas algo distinto BoJack Horseman es una opción bastante potable. Si asumes sus defectos y aprecias su descaro, se puede convertir en una referencia a tener en cuenta para esos momentos en los que tu cerebro pida oxígeno y tu cuerpo pida relax.
Calificación: 6,5/10
Título original: BoJack Horseman (TV Series)
Año: 2014
Duración: 25 min.
País: Estados Unidos
Director: Raphael Bob-Waksberg (Creator), JC Gonzalez, Amy Winfrey, Joel Moser, Martin Cendreda, Adam Parton, Mike Hollingsworth, Matt Mariska, Mike Roberts
Guión: Raphael Bob-Waksberg, Joe Lawson, Peter Knight, Elijah Aron, Jordan Young,Mehar Sethi, Vera Santamaria, Kate Purdy, Joanna Calo, Scott Chernoff, Alison Flierl, Kelly Galuska, Laura Gutin, Scott Marder, Caroline WilliamsMúsica: Grouplove, Jesse Novak
Fotografía: Animation
Reparto: Animation
Productora: ShadowMachine Films / Tornante Company / Netflix